Ejemplos con desoladas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En una versión más tardía, se hacía de las Híades unas muchachas, hermanas de Hiante, que, desoladas por la muerte de éste, murieron de pena, siendo transformadas en constelación.
Las tierras desoladas del Guairá motivaron el éxodo de los pueblos de indios reducidos por los jesuítas,como también las villas de españoles.
La guerra entre la República Popular China y la India tuvo como escenario regiones estériles y desoladas.
- Desoladas, las mujeres se dirigen a Yaroslavna, que lamenta la ausencia de su esposo, el príncipe Ígor.
Pero los años de paz y prosperidad no borraron la memoria de aquella terrible época en que durante tres largos meses la sombra del Ángel Destructor se tendió sobre la ciudad del agradable nombre, cuando la diaria cosecha de víctimas eran arrojadas juntas - viejos y jóvenes, ricos y pobres, virtuosos y viles - para mezclar sus huesos en un sepulcro común, cuando el eco de los pasos interrumpía el silencio cada vez con menos frecuencia, como era antes durante la noche, hasta que las calles estuvieran desoladas y cubiertas de pasto.
Otra actividad beneficiada por la minería fue la exploración del norte del país, abandonado desde la caída chichimeca, pero el descubrimiento de minas llevó a misioneros, agricultores y ganaderos a establecerse en las vastas praderas del norte, convirtiendo aquellas zonas inhóspitas, estériles y desoladas en zonas de producción, como Monterrey, capital del Nuevo Reino de León.
Managua, convulsa siempre por los pequeños temblores que se siguieron después del terremoto, era sólo un lamento entre las ruinas, en las calles desoladas y en el ambiente trágico.
que, al atravesar el corazón de las desoladas parameras de La Lora, se ha convertidoen un inigualable santuario tanto de de fauna, águila real y perdicera, como de flora.
Estos se acompañaron por un par de sugerentes videos que muestran la banda junto con muchas mujeres escasamente vestidas y en escenas desoladas, casi post-apocalípticas, tan típicas de la época, aunque hubo varios éxitos secundarios, tales como Exciter,Dance All Over your Face,.
Así permanecieron por algunos años, hasta que desoladas las ciudades del obispado de la Imperial, avanzaron los indios sus hostilidades a los términos de las de Concepcion i San Bartolomé de Gamboa, i abandonado por los muchos años que duró aquella guerra el territorio de esta provincia, se olvidaron las referidas reales resoluciones, i la iglesia de Santiago volvió a ocupar esta estension de jurisdiccion por disposicion del metropolitano.
Así bregó largo tiempo, pegándose a las peñas cuando el mar lo cubría, arrastrándose sobre las desoladas conyunturas cuando su cabeza quedaba al aire libre, expeliendo agua por todos sus orificios.
Y para llegar hasta ella, el héroe no había tenido que combatir el obstáculo del fuego, que se salva con sólo un impulso de coraje Su firmeza y su paciencia habían sido tan grandes como su valor ante los océanos que desalientan por su inmensidad, las montañas que crecen y se repiten así como se va avanzando por sus rugosidades, los bosques obscuros y laberínticos, en los que se pierden la luz del sol y las huellas de los pasos, las llanuras desoladas que no terminan nunca.
Al traspasar la puerta saliéronme al encuentro, desoladas, las dos viejas a quienes mi exaltada mente confundió con las vaporosas figuras de y , las cuales me manifestaron que estaban solas pues don David, después de quemar todos sus papeles, se había marchado una madrugada enviando luego el aviso verbal de que su ausencia duraría largo tiempo.
Compartía con sus soldados las inclemencias del cielo y las fatigas de las penosas jornadas, compartía también con ellos los piojos, la bazofia, los mendrugos de pan, la dureza de los lechos de piedra en las sierras ásperas, la humedad y desamparo en las desoladas llanuras.
Todo es allí aridez, tierras desoladas y libres, donde los hombres no tienen nada que hacer, como no sea lanzarse a desesperados combates, por el gusto de pelear, no por la conquista de un suelo que tan poco vale.
¡Ay! Entraron ambas y desoladas corrieron hacia mí.
En las calles veíanse hacinadas ropas y objetos de mediano valor que los soldados habían arrojado por las ventanas, los cofres, las arcas abiertas obstruían las puertas, y las familias desoladas recogían sus efectos o buscaban con afanosa inquietud a los niños perdidos.
Todo es allí aridez, tierras desoladas y libres, donde los hombres no tienen nada que hacer, como no sea lanzarse a desesperados combates, por el gusto de pelear, no por la conquista de un suelo que tan poco vale.
Fijé la vista, y, lo confieso, la fijé como si después de una larga peregrinación por las vastas y desoladas llanuras de la Tartaria, al acercarme a la raya de la China, me hubieran dicho: ¡allí es la gran muralla!.
¡Vaya si había llegado! Y salía ya don Pedro portalada afuera, y se asomaban al balcón madre e hija desoladas y sin color en el rostro, y acudía Ana con el alma en un hilo, y quedaba don Juan en su casa echando chispas por los pelos erizados y tempestades por la boca.
Las madres desoladas corrían en pos de sus hijos, para abrazarlos todavía antes del combate, y las niñas, palpitantes a la vez de zozobra y de entusiasmo, se apresuraban a llegar a Lima, ansiosas de ver a sus novios con el brillante uniforme de bomberos.
Cuando se encontraban, teman miradas desoladas que querían decir: ¿Has encontrado algo?.
¡Todo, hasta el martirio, con tal de robar por un instante la aureola de la vida! Tan profundamente apasionado es el acento de estas hembras desoladas, que estoy por ver en ellas las representantes del único feminismo indiscutible, el de las reivindicaciones no sociales, sino fisiológicas, el de la lucha contra la fealdad y la decrepitud.
Hemos ascendido a las desoladas alturas del espacio, y hemos bajado también a las entrañas de la tierra, donde el hierro y el oro esperaban nuestro advenimiento.
Entonces pensó en hacerse curar con un sabio famoso, Fan-Sa, hondo sicólogo que habitaba como un eremita en las desoladas ruinas de Siké, la gran aldea china que existiera allá por los tiempos en que Confucio fumaba opio y dictaba lecciones de Moral en la Universidad de Pekín.
Donde nadie habita, en desoladas zonas de osos polares,.
Las que enantes fueron sabanas úberes, se habían convertido en desoladas.
Escenas de la mala vida, recuerdos de las horas bohemias, negras y desoladas, en que el hambre era absurdo funámbulo en nuestras cabezas y lobo en nuestras entrañas.
Y armando cinegético, disparado ceño de quien fuera a capturar órbitas, hizo rechinar los dientes y hasta las encías contra las encías, flagelóse desde los lóbulos de las orejas desoladas hasta la punta de la nariz con un relámpago morado, clavó frenético ambas manos entre la greña de erizo como para mesársela, y deletreó con voz de visionario que casi me hace estallar en risotadas:.
Pero la primavera es -oh dolor- en estas desoladas costas: zapatos amarillos, pantalones de franela, sombreros de paja, bejucos, procesión de los Milagros, vestidos morados, pebeteros, negros fanáticos, discursos, mal olor, un río exhausto y sucio, gallinazos, turroneros, cholitos calatos que se espiojan en las riberas, suerteros, molicie, mal humor, versos cursis, melancolías, ociosidad, escepticismo, fresco de piña, nonchalance, exámenes, Leonard, viajes a La Punta, fresas, uvas, primero de noviembre, dos de noviembre, tres de noviembre mes de noviembre, panteón, muertos, coronas, cruces y traje negro.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba