Ejemplos con delación

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

También se ha criticado el que en un principio fuese relativamente limitado el período de tiempo para las investigaciones o procesos de delación que ayuden a generar el material probatorio.
Toda esta maniobra se preparó sobre la base de la delación de dos desertores bolivianos que informaron sobre la situación de las tropas enemigas en el frente que atacamos.
El complot fue descubierto por la delación de uno de los supuestos conspiradores y sus inspiradores fueron detenidos.
Al mes del hecho la organización a la que pertenecía lo calificó de traidor y lo condenó a muerte por deserción y delación, lo cual abrió un debate dentro de Montoneros acerca de la información dada por los militantes bajo los efectos de la tortura.
De esta forma logró que en la etapa final de descomposición de la Federación de Guerrillas, la delación y la traición terminaran por causar más daño a la guerrilla que los propios choques abiertos con la Guardia Civil.
José Pena, secretario general del comité provincial de las JSU, fue detenido por una delación, y obligado mediante torturas a dar todos los nombres que sabía y firmar una declaración preparada.
La delación de uno de sus mensajeros fue su condenación.
Durante la guerra civil española se producen actividades de resistencia y boicot internos tanto en la zona franquista como en la republicana, puesto que el control militar de uno o otro bando no se correspondia necesariamente con las tendencias políticas de la mayoría de la población en cada lugar y, además porque la propia dinámica bélica siempre favorece los excesos violentos y la delación.
Luis Solá se negó, cuando se lo propusieron desde el Ayuntamiento, a formular ningún tipo de delación o denuncia en relación a su detención.
En Las brujas de Salem la alegoría de Arthur Miller contra la caza de brujas- defendió el papel de John Proctor, granjero cuya mujer es acusada de brujería por otra pueblerina a la que rechazó y cuya venganza provoca la escisión en una comunidad en la que la delación se convierte en la única garantía de supervivencia.
Por mucho que hacía para convencerse de que la delación del periódico era verdad, su mente y su corazón se negaban a darle asenso.
Sin duda, supo el contenido de la carta por delación de , y tramó el engaño con que me había desarmado del caballeresco empaque de mi aventura.
Marquesa o cursi, ama o criada, éste es el uniforme del amor a semejante hora, lo cual sirve luego para echarse el muerto recíprocamente la señorita a la doncella y la doncella a la señorita, en caso de delación.
La delación fue hecha, y aquella tarde, cuando Martín se preparaba a salir, los esbirros del célebre Tribunal tocaron a la puerta de su casa.
Es tal la condición de los tiempos presentes, que cualquier delación infame, hecha por boca de un desconocido, nos encierra tal vez para siempre en esos sepulcros de vivos que espantan más que la misma muerte.
¡De ella, de ella ha de proceder esta delación inicua, de ella, que no pudo hacer de mí un esclavo de sus livianos caprichos, de ella, que se goza con verme humillado por sus coqueterías y su hermosura, como si yo fuera un imbécil petimetre aturdido por la vanidad y la concupiscencia! ¡Ah! ¡Qué ruines sentimientos! Ella y la corte de ridículos seres que la rodean son autores de esta persecución.
-¿Y usted está seguro que la delación procede de ella? -preguntó D.
Pocos le conocen, y los inquisidores no hacen de las suyas sino por delación y dentro de las mismas casas.
Lo que debe importar, no solamente a mí, pobre preso, sino a todos los que se ocupan en hacer justicia, y sobre todo al rey que nos manda, es que el inocente no sea víctima de una delación infame, y no muera entre cerrojos maldiciendo a sus verdugos.
Tal fue, en sustancia, mi conversación con la respetable señora que, desgraciadamente, no puede hoy reñirme por esta delación, doce años ha, es decir, cuando en Santander era de buen tono no haber pisado jamás el campo, cuando los que en él hemos nacido, teníamos que negar la procedencia en estos salones para no producir entre la gente «fina» cierta prevención, que, con frecuencia, rayaba en repugnancia, cuando hasta por las personas de más alta jerarquía se llamaba ''judío'' a todo extranjero que tuviera las patillas rubias, o la ''pinta'' sospechosa, cuando, en fin, entregado aún este pueblo a sus propios y naturales recursos, atravesaba el período más crítico de su amaneramiento.
Por eso no hemos querido prestar fe a los rumores que circulan estos días, según los cuales el destierro del general X, acusado de conspirador, y la cesantía del dignísimo y probo funcionario Z, reconocen por origen la delación de un periódico ministerial.
-He aquí lo que dice la delación -y leyó Villefort en voz alta-: «Un amigo del trono y de la religión previene al señor procurador del rey que un tal Edmundo Dantés, segundo de El Faraón, que llegó esta mañana de Esmirna, después de haber tocado en Nápoles y en Porto-Ferrajo, ha recibido de Murat una carta para el usurpador, y de éste otra carta para la junta bonapartista de París.
-Dejemos siempre a Dios el castigo de los malos, y no manchemos nuestro labio con una delación.
-Además, ignoraba todos los pormenores que contiene la delación -indicó Edmundo.
Declaróle, en efecto, haber en los montes cierta senda que iba hasta Termópilas, y con esta delación abrió camino a la ruina de los griegos que estaban allí apostados.
Jurada una vez la delación, llevaba adelante la causa, reproduciendo las mismas palabras que Ariston había proferido cuando, avisado por su criado de que le había nacido un hijo, sacada allí mismo la cuenta de los meses de matrimonio, juró que tal hijo no era suyo, de cuyas palabras asiéndose Leotiquides, porfiaba en que no era Demarato hijo de Ariston, y que no siéndolo, no reinaba en Esparta legítimamente, en prueba de todo lo cual citaba por testigos a los mismos Eforos, que hallándose entonces en una junta con Ariston, de boca de éste lo habían oído.
Con todo, en un monarca suele observarse un proceder contrario para con sus súbditos: de envidia no puede sufrir que vivan y adelanten los sujetos de mérito y prendas sobresalientes, gusta mucho de tener a su lado los ciudadanos más corrompidos y depravados del estado, tiene el ánimo siempre dispuesto a proteger la delación y apoyar la calumnia.
Pero ya que no lo hicisteis teniendo por mejor comunicar la empresa con muchos y hacerme entrar en la liga, os repito que estamos ya al extremo, o llevamos hoy mismo por cabo la empresa, o si se nos pasa el día de hoy, juro aquí mismo por los dioses que nadie ha de anticiparse en la delación, pues desde aquí voy en derechura a delataros al mago.
El motivo de esta dilación no es otro que el de impedir que los embalsamadores abusen criminalmente de la belleza de las difuntas, como se experimentó, a lo que dicen, en uno de esos inhumanos, que se llegó a una de las recién muertas, según se supo por la delación de un compañero de oficio.
»¡Y todo este diálogo, con mucho más que no hay para qué reproducir, le sostenía yo para ir alejando el instante de fijar la vista en el papel, que me abrasaba las manos! Fuera de quien fuera, ¿qué más daba, si era la delación de mis delitos al juez que más me intimidaba en el mundo!.

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