Ejemplos con muletilla

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Inventó una muletilla que la hizo conocida Solita me Jaraneo, y no cabía duda alguna que así lo hacía.
Este ferviente entusiasta de su trabajo repite su muletilla, no en mi placa, nunca incluso a un limpiador de calles y lo fuerza a mover su carrito lejos de la doble línea amarilla.
¡Ya, ya!respondió con su muletilla de costumbre el tabernero.
Han tomado ahora la muletilla del , y a todo sacan el argumento espirituoso.
Aquel conque era la muletilla de las señoritas Castro Pérez, y en Villaverde cuando de ellas se hablaba, todos decían las niñas Castro Conque.
Y en cuanto a su muletilla aunque le estaba mal el decirlo , gozaba el privilegio de poner nerviosa a doña Manuela, que tenía por tonto rematado a su antiguo dependiente.
¡Verás tú si bajo, infame diablo! era su muletilla, pero ello es que no bajaba.
¡Con otra mujer!dijo ella, repitiendo la frase como una muletilla, a la cual no se saca sentido.
Ahora repetirá su muletilla: Yo educo a mis hijas como me educaron a mí.
El muchacho cojeó, y se acercaron a los caballeros, repitiendo su muletilla.
-Eso mismo digo yo -manifestó Aldama, que en presencia de Coletilla no hablaba nunca, pero sabía recobrar, cuando él no estaba, el uso de su muletilla.
En la calle, oyendo repetir a Emparán la muletilla de la sensatez, con hipérboles harto empalagosas, me sentí repentinamente recaído en mi demagógica dolencia, y se me representó como el más gustoso espectáculo la ejecución de mi suegro, en garrote vil, haciendo artístico juego con D.
Es consiguiente que la pobre joven, criada en una aldea, nada sabía de los primores y etiquetas de una ciudad populosa, ni vestirse con elegancia, ni estar tres o seis horas en su tocador, ni cantaba, ni bailaba, ni tocaba el piano, por lo cual el necio amor propio de su marido, mortificado con estas cosas, había tomado, para demostrar su encono, una muletilla con la que continuamente hería y humillaba a su pobre mujer, era ésta: «Tú no sabes nada.
Apóyale en todos sus asertos y comentarios, con la muletilla de «¡mucho que sí!», un joven de medio siglo, que tapa la sesera, tanquam tabula rasa, con dos pabellones de pelo engomado que ha podido conservar en los respectivos parietales.
Sólo dos veces sacó a plaza a los meeroodeadoores, y no llegaron a tres las en que necesitó agarrarse a su muletilla para terminar un período.
-¡Ya, ya! -respondió con su muletilla de costumbre el tabernero.
De la muletilla benjamín y del insensato cariño,.
Quedaba el recurso de menospreciar estas malicias con la muletilla: «Cosas de los moderados».
El indio reprodujo al pie de la letra todo lo que me había dicho anteriormente, y acabó con la muletilla:.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba