Ejemplos con prudente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Adversa, porque en las riñas mediaban apuestas, y como Apolonio perdía siempre, se le iba desnivelando el presupuesto mucho más de lo prudente.
El engaño caritativo del Padre Alesón fué decirle a Belarmino que Angustias, por el bien parecer, se alojaba en un convento, hasta el día del desposorio, y que, por lo pronto, para evitar situaciones difíciles, lo más prudente era que no se viesen padre e hija.
Aquellas almas inocentes y piadosas consideraban decoroso y prudente que los clérigos viviesen con mujer, y la Iglesia consentía el concubinato eclesiástico.
Lejos de perjudicarle esto en su importancia, todo el mundo se la concede para todo, así es que, al creer lo que afirma la opinión pública, don Simón es , es decir, prudente en el consejo, elocuente en emitirle, rico de hacienda, honra del comercio, provecho de la ciudad, benemérito patricio, y cuanto ustedes quieran.
Los chicuelos les seguían, a distancia prudente, canturreando:
Y a la verdad, ¿quién osará disputarle la supremacía, así como ninguna obra puede competir con su , valiente y atrevida, y su reflexiva y prudente ? ¿Quién, como él, ha cantado tu grandeza y la de los demás dioses, tan magníficamente como si nos hubiera sorprendido en el Olimpo mismo y asistido a nuestras asambleas? ¿Quién contribuyó más a que el odoro incienso de la Arabia se quemase abundantemente ante nuestras imágenes y se nos ofreciesen pingües hecatombes, cuyo sabroso humo, subiendo en caprichosos espirales, nos era tan grato que aplacaba nuestras iras? ¿Quién, como él, refirió las batallas más sublimes en más hermosos versos? Él cantó a la divinidad, al saber, a la vírtud, el valor, al heroísmo y a la desgracia, recorriendo todos los tonos de su lira.
Él había escogido como refugio aquella ruina, y debía callar, ser prudente, para que no le echasen en cara su ingratitud.
Alababa la conducta de éste, siempre prudente, acogiendo con un silencio respetuoso las costumbres de la catedral, sin que se le escapase una palabra reveladora de su pasado, le enorgullecía la atmósfera de admiración que rodeaba a su hermano, el afán con que la gente sencilla del claustro escuchaba sus viajes, pero le apenaba la enfermedad de Gabriel, la certeza de que la muerte había puesto en él su mano, y únicamente por los cuidados de que le rodeaba iba retardando el momento de la posesión.
Eran tardes de dulce tristeza, en las que se compenetraban aquellos dos hombres: el uno, soñando con salir de la cárcel de piedra de la catedral para ver el mundo, el otro, de regreso de la vida, herido y desalentado, contento del obscuro reposo de la hermosa ruina y guardando con prudente silencio el secreto de su pasado.
Pero el valentón sonreía bondadosamente, satisfecho de mostrarse prudente y paternal con este viejo rabioso, y así fué conduciéndole hasta su barraca, donde quedaron él y los amigos vigilándolo, dándole consejos para que no cometiese un disparate.
No les temía, pero, como hombre prudente, evitaba las cuestiones con ellos.
El padre era el único que salía, mostrándose tan confiado y tranquilo por su seguridad, como cuidadoso y prudente era para con los suyos.
¿Y puedo yo estar tranquilo? Al principio, Antonio era prudente y no exponía gran cosa, pero la ganancia le ciega, y ahora ¿sabes? me he enterado de que se mete tan hondo, que si la fortuna le volviese la espalda, en veinticuatro horas quedaba limpio, sin cubrir sus compromisos, y por tanto, deshonrado.
Ella fue la que oyó las risas apagadas de la señora y el arrastre de algunos muebles, como si fueran empujados con violencia, pero era una muchacha prudente y reservada, que sólo se ocupaba de sus actos, sin detenerse a interpretar los ajenos.
El Cura, persona muy juiciosa y prudente, puso paz en ambos ejércitos, y la budística población volvió a su calma y tranquilidad habituales.
Una mujer prudente es la bendición del Cielo para su esposo, y la educación suele hacer veces de la prudencia.
Te casarás, y ¡cuánto le pedimos a Dios que hagas buena elección! Cuando busques esposa atiende a encontrarla fina, bien educada, modesta, prudente, de buena familia.
Era Jacinta observadora, prudente y sagaz.
Y como conocía tan bien el valor de la moneda, sabía emplearla en la adquisición de sus goces de una manera prudente y casi mercantil.
Ido era tan caballero que le faltó tiempo para hacer la invitación, añadiendo una frase muy prudente.
Por discreta y prudente que sea una mujer, y tú lo eres mucho, siempre alborota algo en tales casos, no se hace cargo de las circunstancias, ni se fija en los móviles de las acciones.
El ex-alabardero era enemigo de las hipotecas con seguridad legal y rédito prudente.
Hallábase doña Lupe, en el fondo de su alma, inclinada a la transacción lenta que imponían las circunstancias, mas no quiso dar su brazo a torcer ni dejar de mostrar una inflexibilidad prudente, hasta tanto que viniese Juan Pablo y hablaran tía y sobrino de la inaudita novedad que había en la familia.
Indudablemente Juan Pablo observaba la prudente regla de respetar los sentimientos y propósitos ajenos para que le respetaran los suyos.
Maximiliano se quedó a almorzar, pero la irritación de su estómago y la desgana hubieron de contenerle en la más prudente frugalidad.
Por corresponder, iba él a decir , pero envainó su mentira, como el hombre prudente que reserva para los casos graves el uso de las armas.
El plan más prudente era tomar otro cuarto y despedir luego a Patricia, dándole una buena propina para que se callara.
¡Ah! Tu gran entendimiento de matemático y de filósofo alemán no es capaz de penetrar estas sutilezas de una madre prudente.
Pero, hijo, de pensar las cosas a manifestarlas así con cierto desparpajo, hay una distancia que el hombre prudente y comedido no debe salvar nunca.
Creyó lo más prudente poner punto en tan peligroso tratado, y con este fin dirigió una pregunta al Sr.

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