Ejemplos con llaga

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El último día de la novena se sintió impulsada a pedir a las religiosas que le diesen un pañito tocado a la venerada imagen, y se lo aplicó a la llaga, experimentando la curación deseada.
También descubrió un conducto en el torso comunicado con la llaga del costado, por el que probablemente se introduciría vino con el objeto de simular una sangración en el momento del descendimiento, abundando en el realismo del acto religioso.
Para ellos, el teatro tenía una función social y política: la de hacer crítica social mediante la ironía y la fabulación, poniendo el dedo en la llaga de todas aquellas cuestiones incómodas para el poder establecido.
La diabetes puede causar daños en los nervios, lo cual significa que la persona puede no sentir una herida en el pie hasta que aparezca una infección o una llaga grande.
Al no haber muerto Jake, la mente del pistolero se divide, una parte dice que existió Jake, pero otro que ninca hubo un chico llamado Jake, lo que lleva a que en el tercer libro de la saga, Las Tierras Baldías el pistolero traiga a Jake Chambers, de regreso a Mundo Medio, y así lograr que sane la llaga en su mente, y le promete que nunca más dejará que caiga.
Como se puede ver, muchas de estas aseveraciones significaron poner el dedo en la llaga creando el consiguiente estado de malestar entre los lesionados, pero el grueso del personal que se ha mantenido en la ruta del bien contra el mal, le prestó su apoyo, aliento y respeto, porque junto con su Director General de Policías querían ser dignos de esta Patria y de su Institución.
Aspiración de lujo, matrimonio encumbrado, todo me resaltó como una llaga en mi propia alma.
Y el temor a verla morir o quedar idiota, tornó a reabrir la eterna llaga.
Después pones las hilas encima de la llaga y se concluyó ¡Ya ves que es bien fácil!.
Pero al quedar la llaga al descubierto la joven no pudo reprimir un gesto de repugnancia.
Se puso a examinar la llaga, cubierta a medias por la piel que Ventura no había acabado de cortar.
Descubierta enteramente la llaga, grande como la palma de la mano, aplicó con suavidad sobre ella la tableta de hilas, pasó repetidas veces la mano por encima para ajustarla, colocó un trapo sobre las hilas, y sin dejar de oprimirlo con la mano izquierda, tomó con la derecha una venda que había sobre la mesilla, y la aplicó por el medio encima del trapo.
Allí sus esperanzas puras de otros tiempos, sus agonías de esposo triste, el desorden de una mente que se escapa, el mar sereno luego, la flora toda americana, ardiente y rica, el encogimiento sombrío del alma infeliz ante la naturaleza hermosa, una como invasión de luz que encendiese la atmósfera, y penetrase por los rincones más negros de la tierra, y a través de las ondas de la mar, a sus cuevas de azul y corales, una como águila herida, con una llaga en el pecho que parecía una rosa, huyendo, a grandes golpes de ala, cielo arriba, con gritos desesperados y estridentes.
¡Lo creo!contestó Vérod con energía, estremeciéndose como el herido que siente el hierro revolverse en la llaga.
Todas ellas, mujeres problemáticas, y otras mil y mil mujeres frívolas y superficiales en apariencia, pero honradas en el fondo las más, sólidamente virtuosas y sensatas muchas de ellas, saludaban al pasar a la ilustre bribona, inclinándose todas a su paso, rindiéndole el homenaje de sus sonrisas y su envidia, haciéndose reas de la perniciosa condescendencia con el vicio, llaga mortal de las grandes sociedades, contribuyendo con su presencia y con su lujo, por necedad, por debilidad o por malicia, al gran pecado del escándalo, al triunfo de la más ruin bellaca que urdió jamás trapisondas en la corte.
¿He acertado? ¿He puesto el dedo en la parte más sensible de la llaga? Franqueza, señora mía, que esto no ha de salir de aquí.
Trájole a la corte el servir a empresa más alta, por tratarse de la patria entera y no de unos cuantos individuos, mas ya que Dios ponía la llaga al alcance de sus manos y la herida estaba como en su mismo cuerpo, justo era que la sanara.
¡Muy bien, compañero, eso es poner el dedo en la llaga!.
Las rudas acusaciones del Comendador durante la fatal entrevista, acusaciones contra las cuales se había ella defendido con valor y tino, terminada aquella lucha de palabras, acudían a su mente con mayor fuerza, sin que las dijera el Comendador, sin que se pudieran rechazar merced al calor de la disputa, y labrando en su ánimo como una honda llaga.
Pero aquel incidente había pasado para el hijo y la madre no más, para la última ciertamente no en toda su genuina deformidad, pues puede decirse que sin conciencia de ello había puesto el dedo en la llaga.
Tan pronto como se despachaba uno, le hacía lavar la llaga con orines en que se habían echado de antemano unas puntas de tabaco, a fin de evitar el o tétano, ordenando que los herreros les pusieran los grillos que para eso se hicieron venir de la mayordomía de la finca.
—El dia, señora, que mis padres oyeron decir que su sobrino estaba tan mal parado, creyeron y pensaron que se les habia cerrado el cielo y caido todo el mundo a cuestas: imaginaron que ya les faltaba la lumbre de sus ojos y el báculo de su vejez, faltándoles este sobrino a quien ellos quieren con amor de tal manera, que con muchas ventajas escede al que suelen tener otros padres a sus hijos, mas como decirse suele, que cuando Dios da la llaga da la medicina, la halló el niño en esta casa, y yo en ella el acuerdo de unas memorias que no las podré olvidar miéntras la vida me durare: yo, señora, soy noble, porque mis padres lo son, y lo han sido todos mis antepasados, que con una medianía de los bienes de fortuna han sustentado su honra felizmente donde quiera que han vivido.
Quedó a la improvisa vista de la singular belleza de la cristiana, traspasado el corazon de Alí, y en el mismo grado y con la misma herida se halló el de Hazan, sin quedarse exento de la amorosa llaga el del cadí, que mas suspenso que todos, no sabia quitar los ojos de los hermosos de Leonisa.
Quedó a la improvisa vista de la singular belleza de la cristiana traspasado y rendido el corazón de Alí, y en el mismo grado y con la misma herida se halló el de Hazán, sin quedarse esento de la amorosa llaga el del cadí, que, más suspenso que todos, no sabía quitar los ojos de los hermosos de Leonisa.
Dios lo hará mejor dijo Sancho, que Dios, que da la llaga, da la medicina, nadie sabe lo que está por venir: de aquí a mañana muchas horas hay, y en una, y aun en un momento, se cae la casa, yo he visto llover y hacer sol, todo a un mesmo punto, tal se acuesta sano la noche, que no se puede mover otro día.
Hizo y creó un alguacil de pobres, no para que los persiguiese, sino para que los examinase si lo eran, porque a la sombra de la manquedad fingida y de la llaga falsa andan los brazos ladrones y la salud borracha.

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