Ejemplos con sagaz

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Giorgio Armani es un sagaz hombre de negocios, hábil al modular la creatividad y la fantasía de acuerdo a las nuevas necesidades de la vida moderna.
Era un sagaz hombre de negocios, y el emporio creció notablemente hasta la I Guerra Mundial.
Mi personaje, Camila Brando, al final y por muy sagaz, por muy deseada, como pasa con todas las mujeres inteligentes perdía la partida y al hombre que se disputaba con una pueblerina sin gracia y sin muchos sesos.
Sagaz y millonario, quizá no quería aumentar sus extensas propiedades.
El lector sagaz habrá observado que obtuvimos la recurrencia para añadiendo el dígito r a uno de los contribuyentes de.
¡El ritual había fracasado! El luchador de élite humano se convirtió en el Guerrero de las Sombras - un ser muerto viviente con una mente sagaz.
El sagaz sargento, que también está enamorado de la chica, se inventa la historia de que su novio se ha casado en Cuba.
El planteo general del edificio es una sagaz reelaboración del tradicional hôtel particulier francés de cuatro niveles: basamento, planta noble, planta de habitaciones particulares y mansarda.
Es una meganekko muy astuta y sagaz, sabe mucho acerca de los sucesos del colegio, siempre lleva una cámara fotográfica colgando de su cuello, excepto en horas de clase.
Política y razón de estado del Rey Católico don Fernando propone, al igual que había hecho Baltasar Gracián en su tratado El político o mucho antes que ellos Nicolás Maquiavelo, al rey aragonés como modelo de todo monarca sagaz en política.
Esto supuso un cambio en las formas políticas de dirección en el país, que Balaguer cambió en forma sagaz para justificarse y quedarse en el poder.
Sila demostró ser un magnífico comandante, sereno, sagaz, valerosísimo y de gran ascendente con sus hombres, que lo idolatraban hasta el punto de que dejaron de ser soldados de la República Romana para convertirse en soldados de Sila.
Elocuente, sagaz, siempre dispuesto a hacer amigos, con una capacidad increíble para disimular, espléndido en muchas cosas pero sobre todo con el dinero.
Político sagaz y militar genial, su carrera refleja fielmente su época: fue uno de los últimos defensores de la legalidad constitucional, pero también uno de los principales responsables de la caída de la República.
Recrear el mundo de la forma como en su obra es un auténtico prodigio de hábil sensibilidad, a través del dominio del dibujo, siempre agresivo y audaz y de unos tonos puros que armonizan con sagaz precisión, cálidamente.
Su hermano mayor, Adrien, quien llegará a convertirse en gran médico y erudito, le introduce, desde muy temprana edad, en el campo del saber cultivándolo con todo tipo de conocimientos, asimismo, comienza desde niño a relizar viajes a Avignon o Nîmes, lo cual le confiere un espíritu sagaz e independiente que en no pocas circunstancias le acarreó ciertos problemas y discrepancias, entre ellas, el haber sido rechazado del liceo por haber abochornado a un profesor calificándolo de ateo, luego de haber asistido a un pequeño seminario en Nîmes.
Rick Berman, que es un hombre muy sagaz, ha sido muy firme sobre ciertas cosas.
Pronto comenzaría a ser señalado como un comentarista sagaz, lo que acabaría causando su entrada en política.
Aun cuando el criterio moral no hubiera de descender más abajo del utilitarismo probo y mesurado de Franklin, el término forzosoque ya señaló la sagaz observación de Tocquevillede una sociedad educada en semejante limitación del deber, sería, no por cierto una de esas decadencias soberbias y magníficas que dan la medida de la satánica hermosura del mal en la disolución de los imperios, pero sí una suerte de materialismo pálido y mediocre, y en último resultado, el sueño de una enervación sin brillo, por la silenciosa descomposición de todos los resortes de la vida moralAllí donde el precepto tiende a poner las altas manifestaciones de la abnegación y la virtud fuera del dominio de lo obligatorio, la realidad hará retroceder indefinidamente el límite de la obligación.
No se ha detenido ante ella ningún espíritu delicado y sagaz a quien no hayan hecho pensar angustiosamente algunos de sus resultados en el aspecto social y en el político.
Quien dice democraciaagrega el sagaz autor de , dice desenvolvimiento progresivo de las tendencias individuales y disminución de la cultura.
Un escritor sagaz rastreaba ha poco en las páginas de la novela de nuestro sigloesa inmensa superficie especular donde se refleja toda entera la imagen de la vida en los últimos vertiginosos cien añosla psicología, los estados de alma de la juventud, tales como ellos han sido en las generaciones que van desde los días de René hasta los que han visto pasar a Des Esseintes.
Era Jacinta observadora, prudente y sagaz.
Santa Cruz la amparaba también, y ella se servía de su mendicidad para introducir en la morada de Rubín los mensajes de amor, y tan ladinamente lo hacía, que la sagaz doña Lupe no sospechaba nada.
Entre Fortunata y doña Lupe no era todo concordia, como se puede haber comprendido, pues la señora de Jáuregui, observadora sagaz, había comprendido que desde principios de Junio su sobrina andaba en malos pasos.
¿Qué relación tenía aquella mujer con su conducta y con sus sentimientos? Sobre esto le diría algo sustancioso aquel sagaz conocedor del corazón humano y del mundo, porque ella se devanaba los sesos y no podía dar con la razón de que le trastornase su espíritu.
Es pues el caso, que el atambor, por tener con que mostrar mas sus chocarrerías, comenzó a enseñarme a bailar al son del atambor, y hacer otras monerías tan ajenas de poder aprenderlas otro perro que no fuera yo, como las oirás cuando te las diga: por acabarse el distrito de la comision se marchaba poco a poco: no habia comisario que nos limitase: el capitan era mozo, pero muy buen caballero y gran cristiano: el alférez no habia muchos meses que habia dejado la corte y el tinelo: el sargento era matrero y sagaz, y grande arriero de compañías, desde donde se levantan hasta el embarcadero: iba la compañía llena de rufianes churrulleros, los cuales hacian algunas insolencias por los lugares do pasábamos, que redundaban en maldecir a quien no lo merecia: ¡infelicidad del buen príncipe! ser culpado de sus súbditos por la culpa de sus súbditos, a causa que los unos son verdugos de los otros, sin culpa del señor, pues aunque quiera y lo procure, no puede remediar estos daños, porque todas o las mas cosas de la guerra traen consigo aspereza, riguridad y desconveniencia.
Desta manera pasaron un año de noviciado, y hicieron profesion en aquella vida, determinándose de llevarla hasta el fin de las suyas, y así fuera, si el sagaz perturbador del género humano no lo estorbara, como ahora oiréis.
A lo cual respondería yo que este fin se conseguiría mucho mejor, sin comparación alguna, con las comedias buenas que con las no tales, porque, de haber oído la comedia artificiosa y bien ordenada, saldría el oyente alegre con las burlas, enseñado con las veras, admirado de los sucesos, discreto con las razones, advertido con los embustes, sagaz con los ejemplos, airado contra el vicio y enamorado de la virtud, que todos estos afectos ha de despertar la buena comedia en el ánimo del que la escuchare, por rústico y torpe que sea, y de toda imposibilidad es imposible dejar de alegrar y entretener, satisfacer y contentar, la comedia que todas estas partes tuviere mucho más que aquella que careciere dellas, como por la mayor parte carecen estas que de ordinario agora se representan.
¡Ay, señora mía! respondió la sagaz y advertida Leonela, y ¿qué es lo que quieres hacer con esta daga? ¿Quieres por ventura quitarte la vida o quitársela a Lotario? Que cualquiera destas cosas que quieras ha de redundar en pérdida de tu crédito y fama.

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