Ejemplos con petición

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

de los Estatutos: El candidato que haya escrito una carta pidiendo la admisión en el Opus Dei en calidad de Numerario o Agregado, cuando se le haga saber normalmente por medio del Director competente, que su petición ha sido considerada digna para que se examine, en este mismo momento queda admitido entre los Supernumerarios, en tanto que se conceda la admisión que ha solicitado.
Llaguno Amirolo apunta que mediante petición regia, el gallego anuló el matrimonio bajo afirmación de que eran parientes, y la inexistencia de una dispensa papal, hacía que cohabitasen en pecado.
En la propia obra afirma el autor que escribió primero el Libro I como un tratado independiente y que, después, a petición del emperador, la amplió con los tres libros siguientes.
Los Equipos de Respuesta Inmediata tienen a disposición un grupo de perros preparados para movilizarse en el supuesto caso de que soliciten sus servicios las diferentes asambleas de la Cruz Roja a todo el territorio estatal y también a petición de otras Instituciones.
Este equipamiento fue la culminación de una antigua petición de la ciudad, y un objetivo notable por una ciudad de menos de cincuenta mil habitantes.
Su petición de ayuda exterior para conseguir el trono tenía varios precedentes en la historia visigoda: Atanagildo y Hermenegildo solicitaron la ayuda bizantina, Sisenando pidió y obtuvo la intervención de un ejército franco.
Bucciuolo acaba de terminarle sus estudios de derecho y petición a su dueño de enseñarle alguna ciencia bella y secreta ignorada por la Universidad.
Y para apoyar la urgencia de la petición, recordaba el enfado del Pep, y la certeza de que éste iba a llevarlo a Ibiza a principios de la semana próxima, para encerrarle en el Seminario.
Si a Pep no le molestaba su petición, podía dejar al para que le acompañase en la torre.
¿Cuándo hablaría don Jaime a su padre para que le entregase esta joya de familia? Ya que retardaba la petición, debía acordarse de su promesa y regalarle otro cuchillo.
Un o una petición de lumbre para el cigarro podían recibir como contestación un pistoletazo.
Así es que, accediendo con gusto a su petición, le dijo después, para obligarle más:
Al recobrar sus sentidos, después de la noticia fatal, el padre había concentrado toda su voluntad en una petición:.
No llegaba visitante a su casa para ver al subteniente, sin que el viejo dejase de formular la misma petición:.
Cuando, semanas después, escuchó doña Cristina la petición de su hijo, su primer movimiento fué de protesta.
El padre, impaciente por verle, propuso que los llevasen a ellos a este sitio avanzado, pero su petición hizo sonreir al jefe y a los otros militares.
Era una súplica, un murmullo tímido, la petición que se considera imposible, pero se formula como última esperanza.
Allí escribió, a petición del Gobierno, un drama histórico en cuatro actos y en versos, y también allí, una angelical alma de niña, sintió por él la más purísima de las pasiones.
Se hablaba de un gran mitin en la plaza mayor de Gallarta, al que asistirían todos los mineros para acordar la huelga, en vista de que no era admitida su petición en favor del pago semanal.
¡Bonita ocasión para presentarle su petición de indulto!.
Recibióle ella con esa amable condescendencia, propia de las grandes señoras con cualquier pelafustán que las adula, y concedióle su petición al punto, quedando convenido que la revista publicaría el retrato de la condesa con el traje que había de lucir aquella misma tarde en la manifestación de mantillas y peinetas de la Castellana, y otros dos grabados conmemorativos, representando uno la fachada del palacio en el acto de ser invadido por la policía, y otro el momento en que salió Currita con varonil entereza al encuentro de los invasores.
Mas tampoco era verosímil que al cabo de año y medio de silencio absoluto, de completo olvido, salieran los masones reclamando los papeles e iniciando su petición con la ridícula bromitamuy en carácter, por ciertode enviarle un sellito Y además, ¡qué demonio!, a él le habían entregado unos papeles para el rey Amadeo, y el rey Amadeo se había ido.
Y la petición fue formulada, por fin, a principios de Semana Santa, una tarde en que Juanito, después de comer de prisa, iba a salir para avistarse con Tónica antes de entrar en la tienda.
El invierno había sido duro, las patatas pocas y malas, el macho estaba enfermo, los muchachos descalzos, un pedrisco lo había arrasado iodo, y tras estos preámbulos entraban en materia con la petición de veinte duros para pasar el mal tiempo, de una pieza de sarga para vestir a la familia, y otras demandas menos aceptables.
Observad a todos aquéllos que vivieron una niñez miserable, en cuyo hogar faltó muchas veces el pan, que no tuvieron ropas para cubrir el demacrado cuerpo, que imploraron avergonzados la caridad pública, y no como el mendigo, con serena franqueza, sino ocultando la demanda en una frase lisonjera, que pasaron, poco a poco, de la timidez bochornosa a la súplica sonriente, de la petición insinuante a la explotación vergonzosa, y de allí a la tolerancia interesada, y veréis cómo, aunque estén en la opulencia, aunque la sociedad los mime y la fortuna los haya indemnizado de cuanto en un tiempo les negó, aun tienen en lo más escondido del corazón el vinagre y la hiel de la miseria.
—Esta noche se da una función a beneficio de los pobres, a petición de la Junta de Damas de honor y mérito.
Entró acaso el alcalde del pueblo en el mesón, con un escribano, ante el cual alcalde pidió don Quijote, por una petición, de que a su derecho convenía de que don Álvaro Tarfe, aquel caballero que allí estaba presente, declarase ante su merced como no conocía a don Quijote de la Mancha, que asimismo estaba allí presente, y que no era aquél que andaba impreso en una historia intitulada: Segunda parte de don Quijote de la Mancha, compuesta por un tal de Avellaneda, natural de Tordesillas.
Oyó el cielo su petición, y, cuando menos lo esperaba, oyó voces que decían:.
En oyendo don Quijote la petición del herido, en altas voces dijo que Basilio pedía una cosa muy justa y puesta en razón, y además, muy hacedera, y que el señor Camacho quedaría tan honrado recibiendo a la señora Quiteria viuda del valeroso Basilio como si la recibiera del lado de su padre:.
Fermosa doncella, no ha lugar por ahora vuestra petición, porque estoy impedido de entremeterme en otra aventura en tanto que no diere cima a una en que mi palabra me ha puesto.

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