Ejemplos con mercaderes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Arriba, en la cúspide, los orgullosos , luego los nobles, los caballeros, después los , tras éstos los mercaderes y los menestrales, y a continuación los payeses, cultivadores del suelo.
El vigía de Montjuich anunciaba con bandera la aparición del prodigioso barco, repicaban las campanas de la Seo, y los mercaderes acudían a la muralla del mar para recibir al santo viajero.
En la parte más alta, tocando a una fila de viejos lienzos de evangelistas y mártires, que formaban un friso, mostrábanse los Febrer más antiguos, venerables mercaderes de Mallorca pintados algunos siglos después de su muerte, graves varones de nariz judaica y ojos agudos, con joyas sobre el pecho y altos gorros de aspecto oriental.
Los mercaderes de Venecia enviaban a sus amigos de Mallorca muebles de ébano con menudas incrustaciones de marfil y lapislázuli o grandes espejos de luna azulada y marco cristalino.
Esta navegación continua a través de mares infestados de piratas había hecho de la familia de ricos mercaderes una tribu de valerosos soldados.
Unos habían sido mercaderes, otros soldados, y todos navegantes.
¡Enojoso respeto! ¡Maldita gravedad la cuya, que le estorbaba como un fardo abrumador! Pero el heredero de los Febrer, el descendiente de opulentos mercaderes y heroicos navegantes, tuvo que desistir pensando en el dinero que guardaba en su faja.
Las naves que volvían de los países de , colmadas de especias y marfil, hicieron posible que Lorenzo de Médicis renovara, en las lonjas de los mercaderes florentinos, los convites platónicos.
Mercaderes de Ofir, buhoneros de Damasco cruzaban a toda hora las puertas anchurosas, y ostentaban en competencia, ante las miradas del rey, las telas, las joyas, los perfumes.
Eran mercaderes establecidos largos años en el país, que alardeaban de catalanes con la mentirosa facilidad de adaptación propia de su raza.
Su heroísmo era el de los mercaderes, capaces de toda clase de resignaciones mientras su mercancía no corre riesgo, pero que se convierten en fieras si alguien atenta contra sus riquezas.
Sus mercaderes eran audaces para la navegación, ásperos para la ganancia, prontos para la pelea.
Los catalanes expulsaban a sus mercaderes de Egipto, monopolizando el comercio de África.
Sus parientes de Barcelona, mercaderes de ágil entendimiento para la evaluación de una fortuna, sumaban lo que habían dejado el notario y su esposa, y añadiendo lo de Labarta y el médico, casi llegaban a un millón de pesetas ¿Y un hombre con tanto dinero iba a seguir viviendo lo mismo que un pobre capitán que necesita el sueldo para mantener a su familia?.
Estos mercaderes sólo interrumpían sus críticas para oír con religioso silencio la música de Wágner golpeada en el piano por las niñas de la familia.
La Compañía había conferido su corona a los reyes aragoneses de Sicilia, pero éstos no visitaron nunca sus nuevos dominios, delegando el gobierno en mercaderes y hombres de mar.
Los pueblos y caseríos moteaban de blanco estas pendientes, así como las , villas de placer de los mercaderes de la ciudad.
Eran la Marsella antigua, en la que aún subsisten algunos palacios ruinosos de los mercaderes y armadores de otros siglos.
Yo desde hace tres años he hecho que uno de los chicos de la escuela recite, después del banquete de esta noche, una de estas buenas composiciones poéticas españolas, en lugar de los malísimos versos que había costumbre de recitar y que se tomaban de los cuadernitos que imprimen en México y que vienen a vender por aquí los mercaderes ambulantes.
¿Querrás creer que hubo en el cabildo señores que se opusieron? Ciertos canónigos jóvenes hablaron de los mercaderes del templo, tú ya sabes quiénes eran: unos judíos a los que corrió el Señor con la cuerda en la mano por no sé qué perrerías, otros más viejos alegaron que la catedral había tenido abiertas sus maravillas a todos durante siglos, y así había de seguir.
Le suponían poseedor de millones, y era el banquero de todos los mercaderes menesterosos.
Hay en sus periódicas fiestas algo parecido a lo que dije de las periódicas dichas de los mercaderes.
Los mercaderes del cuarto bajo de mi casa cerraron la tienda a la una de la tarde.
Por eso cuando pasa mucho tiempo sin cambio político, cogen el cielo con las manos los sastres y mercaderes de trapos, y con sus quejas acaloran a los descontentos y azuzan a los revolucionarios.
Pero Gumersindo e Isabel habían llegado un poco tarde, porque las estaban en manos de mercaderes listos, que sabían ya el camino de París.
Has de saber, Berganza, que es costumbre y condicion de los mercaderes de Sevilla, y aun de las otras ciudades, mostrar su autoridad y riqueza, no en sus personas, sino en las de sus hijos, porque los mercaderes son mayores en su sombra que en sí mismos, y como ellos por maravilla atienden a otra cosa que a sus tratos y contratos, trátanse modestamente, y como la ambicion y la riqueza muere por manifestarse, revienta por sus hijos, y así los tratan y autorizan como si fuesen hijos de algun príncipe, y algunos hay que los procuran títulos, y ponerles en el pecho la marca que tanto distingue la gente principal de la plebeya.
Cansóse el mozo, y los mercaderes siguieron su camino, llevando qué contar en todo él del pobre apaleado.
Paráronse los mercaderes al son destas razones, y a ver la estraña figura del que las decía, y, por la figura y por las razones, luego echaron de ver la locura de su dueño, mas quisieron ver despacio en qué paraba aquella confesión que se les pedía, y uno dellos, que era un poco burlón y muy mucho discreto, le dijo:.
Y, habiendo andado como dos millas, descubrió don Quijote un grande tropel de gente, que, como después se supo, eran unos mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia.

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