Ejemplos con lisura

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Ricardo Palma en su libro Tradiciones Peruanas escribió que a fines del Siglo XVIII Don Baltazar Jaime Martínez de Compagnon, Obispo de Trujillo, a quien llamó el Obispo de la Lisura, describió los bailes nativos como bailes de tierra alta y bailes de tierra baja.
Su nombre responde a un juego de palabras con términos computacionales y la común lisura chilena Hueveo.
¡Qué enormidad de apéndice! ¡Qué majestad en la incongruencia! ¡Qué lisura, qué desenfado, y qué embuste tan delicioso!.
Ardían en el tocador de la estancia dos velas puestas en candeleros no menos empinados y majestuosos que los candelabros del refresco, y como no la iluminaba otra luz, ni se había soñado siquiera en el clásico globo de porcelana que es de rigor en todo voluptuoso camarín de novela, impregnaba la alcoba más misterio religioso que nupcial, completando su analogía con una capilla u oratorio la forma del tálamo, cuyas cortinas de damasco rojo franjeadas de oro se parecían exactamente a colgaduras de iglesia, y cuyas sábanas blanquísimas, tersas y almidonadas, con randas y encajes, tenían la casta lisura de los manteles de altar.
Me saludó con gracia y con la misma digna lisura con que hubiera saludado a un conocido antiguo.
Y había una lisura tal en la expresión de Amparo al contestarme, tal falta, tal negación de pretensiones, que era necesario creer que no sólo tenía talento, sino también elevación de ideas: ¡y junto a esto tal conformidad, tal resignación con lo ingrato de su fortuna!.
Con este motivo dirigió como de paso varias preguntas a Moya, el cual, honrado con aquella distinción por el amo del ingenio delante del Cura y del Capitán pedáneo, se apresuró a contestarlas con lisura y no poca satisfacción.
La dureza o la blandura, la aspereza o la lisura, la angulosidad o la rotundidad traen consigo la extension: pero no puede negarse que hay ciertas impresiones de tacto, en las que no es tan claro que vayan acompañadas de ella.
Por comisión del señor doctor Gutierre de Cetina, vicario general desta villa de Madrid, corte de Su Majestad, he visto este libro de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, por Miguel de Cervantes Saavedra, y no hallo en él cosa indigna de un cristiano celo, ni que disuene de la decencia debida a buen ejemplo, ni virtudes morales, antes, mucha erudición y aprovechamiento, así en la continencia de su bien seguido asunto para extirpar los vanos y mentirosos libros de caballerías, cuyo contagio había cundido más de lo que fuera justo, como en la lisura del lenguaje castellano, no adulterado con enfadosa y estudiada afectación, vicio con razón aborrecido de hombres cuerdos, y en la correción de vicios que generalmente toca, ocasionado de sus agudos discursos, guarda con tanta cordura las leyes de reprehensión cristiana, que aquel que fuere tocado de la enfermedad que pretende curar, en lo dulce y sabroso de sus medicinas gustosamente habrá bebido, cuando menos lo imagine, sin empacho ni asco alguno, lo provechoso de la detestación de su vicio, con que se hallará, que es lo más difícil de conseguirse, gustoso y reprehendido.
¡Qué de habilidades hay perdidas por ahí! ¡Qué de ingenios arrinconados! ¡Qué de virtudes menospreciadas! Pero, con todo esto, me parece que el traducir de una lengua en otra, como no sea de las reinas de las lenguas, griega y latina, es como quien mira los tapices flamencos por el revés, que, aunque se veen las figuras, son llenas de hilos que las escurecen, y no se veen con la lisura y tez de la haz, y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio ni elocución, como no le arguye el que traslada ni el que copia un papel de otro papel.
Vamos, señor dijo Sancho, que las barbas y lágrimas destas señoras las tengo clavadas en el corazón, y no comeré bocado que bien me sepa hasta verlas en su primera lisura.
Date, date en esas carnazas, bestión indómito, y saca de harón ese brío, que a sólo comer y más comer te inclina, y pon en libertad la lisura de mis carnes, la mansedumbre de mi condición y la belleza de mi faz, y si por mí no quieres ablandarte ni reducirte a algún razonable término, hazlo por ese pobre caballero que a tu lado tienes, por tu amo, digo, de quien estoy viendo el alma, que la tiene atravesada en la garganta, no diez dedos de los labios, que no espera sino tu rígida o blanda repuesta, o para salirse por la boca, o para volverse al estómago.
La infracción de la ley, ¿se ha hecho con lisura, confesándola sin rodeos y excusándose con la necesidad? «Bien hecho -decimos-, la franqueza es una de las mejores prendas de todo gobierno, ¿de qué sirve engañar a los pueblos y empeñarse en gobernar con ficciones y mentiras?».
horas y procediéramos con lisura, pues a la luz del medio día.
-¡Guay! ¡qué lisura! -exclamó ella-, ¿qué me importa lo que dicen?.
Sin embargo, recupera pronto su habitual desembarazo, y dice con inimitable lisura:.
Pedro Manzanares, mayordomo del señor Luna Pizarro, era un negrito retinto, con toda la lisura criolla de los budingas y mataperros de Lima, gran decidor de desvergüenzas, cantador, guitarrista y navajero, pero muy leal a su amo y muy mimado por éste.
¿Habrase visto la lisura del hombre?.
Muy a menudo le encontraba yo preocupado, mirando atentamente a una gruesa turquesa que llevaba en el dedo meñique y era de las más hermosas que yo he tenido ocasión de ver: de un azul limpio como el cielo en primavera, y de una lisura de cristal opaco.
Hablaría con lisura, francamente, haría todas las reservas y daría todas las explicaciones que pudiese apetecer el amor propio, hasta la vanidad de Nina, proclamaría la verdad a gritos, o si era preciso, la reemplazaría con la mentira más conveniente y discreta, se declararía arruinado, enfermo, vicioso, lo que quisiesen y le impusiesen, pero rompería la boda.
Los bailarines, de pie, esperaban que aquello se hiciera alma en los descansados músculos de sus paletas bravías, en la lisura de sus hombros lentos, en las largas fibras de sus tendones potentes.
La Academia da a la voz lisura las acepciones de ingenuidad y sinceridad.
- Decirle a un prójimo lisura y media es hartarlo a desvergüenzas.
–¿Quién es esta chola que me llama? ¡Qué lisura! ¡Qué se lleven de aquí a esa mondapanes que me mancha el paisaje!.
Su pobre espalda encorvada, y la claridad azul en la lisura de los cabellos dejaba cierta claridad de témpano.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba