Ejemplos con burlescos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Emily escribía sermones burlescos para divertir a sus compañeras en el colegio y el seminario.
En la obra de Pereda, crítica con el fenómeno de la emigración, el jándalo aparece en bastantes ocasiones representado con tintes burlescos y satíricos, recogiendo todos los rasgos tópicos de la tradición costumbrista.
La línea dramática está trazada a través de episodios burlescos con gags bien logrados.
Este gigantismo le permite describir escenas de festines burlescos.
De cualquier modo, la anécdota, real o no, refleja los dos puntos de vista de hacer frente a la rivalidad entre ambos personajes, mientras que Quevedo, en media docena de escritos, recurrió, fundamentalmente a toda clase de recursos satíricos y burlescos, Luis Pacheco se defendía por medio de la dialéctica y la lógica, hasta acabar por tomar medidas legales contra su oponente por agravios continuados.
Posteriormente trabajó en cortos cinematográficos para el estudio Vitaphone, hizo trabajos burlescos, y actuó en Broadway, donde debutó con la obra Yokel Boy.
se enfrenta a bernadette por su carácter inamovible, y a Anthony, por su matrimonio secreto, pero siempre dentor de unos parámetros burlescos, que acaban solucionándose con risas.
Veían aún cómo entraba la avalancha de los hombres con casco en sus tranquilos pueblos: las casas cubiertas de llamas repentinamente, la soldadesca haciendo fuego sobre los que huían, las mujeres agonizando destrozadas bajo la aguda persistencia del ultraje carnal, los ancianos quemados vivos, los niños deshechos a sablazos en sus cunas, todos los sadismos de la bestia humana enardecida por el alcohol y la impunidad Algunos octogenarios contaban, llorando, cómo los soldados de un pueblo civilizado cortaban los pechos a las mujeres para clavarlos en las puertas, cómo paseaban a guisa de trofeo un recién nacido ensartado en una bayoneta, cómo fusilaban a los ancianos en el mismo sillón donde los tenía inmóviles su dolorosa vejez, torturándoles antes con burlescos suplicios.
La afeminada comparsa avanzó entre las mesas, seguida del asombro de las señoras y los atrevimientos burlescos de los hombres.
Entre el tiroteo de frases acerbas y de burlescos dicharachos, descolló la voz declamante y altísona de Adelardo Ayala, gritando: Esa señora es imposible.
El Malakoff y los , los y los de las terminaciones rusas servían para dar mayor picante a los conceptos y giros burlescos.
, digo yo, recordando los burlescos ejercicios oratorios de mis felices tiempos estudiantiles.
En larga fila, contestando a las cuchufletas y carcajadas del gentío con burlescos saludos, aparecían las figuras más salientes del gran poema bíblico.
Al escribir un párrafo, mostraba con sonrisas y gestos, burlescos orgullo y satisfacción de sus dotes literarias.
Los garabatos de hierro que reforzaban la puerta, se contrajeron, haciendo muecas horribles, signos burlescos, figurando no sé si extrañas sonrisas o mohínes o visajes de misteriosos rostros.
El Malakoff y los offes, los owskys y los witches de las terminaciones rusas servían para dar mayor picante a los conceptos y giros burlescos.
Entre el tiroteo de frases acerbas y de burlescos dicharachos, descolló la voz declamante y altísona de Adelardo Ayala, gritando: «Esa señora es imposible».
Pisó la orilla con un aire tan franco y tan jovial que los que le recibieron no pudieron dejar de saludarle diciéndole ¡viva el General Sarmiento! -grito que fue contestado por detrás con silbos y otros ruidos burlescos que hirieron muy en lo vivo la sensibilidad y el amor propio del pobre Brigadier.
Santiago esperó resignado, abatido, y empezaron los requisitos burlescos.
Y los empleados, rústicos e ignorantes valuadores, de rostros despóticos y sombríos, fruncidos y amargados, burlescos y sádicos, parecían gozar contemplando el dolor humano, el dolor provocado a veces por el despilfarro o por la injusticia.
Optimé trompetasti, digo yo, recordando los burlescos ejercicios oratorios de mis felices tiempos estudiantiles.
Hay donosos y hay burlescos, que es mucha la diferencia.
Otros dan en lisonjeros, aduladores, burlescos, y peores empleos, si los hay.
-No, aquel humo no era de incienso, subía a lo alto, pero no iba al cielo, aquellos silbidos de las máquinas le parecían burlescos, silbidos de sátira, silbidos de látigo.

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