Ejemplos con acometiera

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Fructuoso de Arespacochaga y Vidondo, natural de Vergara, unido al vecindario por vínculos de sangre y por multitud de conocimientos, no podía salir a la calle sin que le acometiera la caterva de impertinentes curiosos.
Y sin esperar a que yo le acometiera, corrió hacia mí.
Un mozo apareció armado de garrote, mas sin darle tiempo a que le acometiera, fue derecho a él Servet y apuntándole con una pistola, le dijo: -Si al instante no me abres camino para salir a la calle, te mato.
El anciano no había salido aún de aquel estupor que le acometiera al ser conducido fuera de su casa, miró con cierta estupidez al tremendo fantasma, miró después a toda la chusma curialesca que le rodeaba, al licenciado Lobo, miró al Santo Cristo, al Rey pintado, y por fin, clavando los ojos en el banco de color de sangre, vio a su adorada hija y compañera.
El daño estuvo, señor bachiller Alonso López, en venir, como veníades, de noche, vestidos con aquellas sobrepellices, con las hachas encendidas, rezando, cubiertos de luto, que propiamente semejábades cosa mala y del otro mundo, y así, yo no pude dejar de cumplir con mi obligación acometiéndoos, y os acometiera aunque verdaderamente supiera que érades los memos satanases del infierno, que por tales os juzgué y tuve siempre.
Sorprendiendo después a Gayo en estado de tener esparcidas sus fuerzas en lugares pantanosos, no permitió que se le acometiera estando sólo a la vista con la caballería, y dando orden de que no se le molestara, pues que dentro de poco habrían de contarse entre los suyos, lo que efectivamente sucedió, porque se entregaron ellos mismos, y entregaron al pretor, con lo que Bruto llegó a reunir considerables fuerzas.
Representáronle desde luego que no había de hallar paraje más a propósito para sentar sus reales que aquel mismo donde actualmente se encontraba, aconsejábanle, pues, con mucho ahínco, sin dejarle pasar de allí, que atrincherado en aquel campo tomara sus medidas para sujetar a la Grecia toda sin disparar un solo dardo, pues harto había visto ya por experiencia cuán arduo era rendir por fuerza a los griegos unidos, aunque todo el mundo les acometiera de consuno.
No le duró, de otra parte, a Nicias largo tiempo el placer de la venida de aquellas fuerzas, pues apenas entró en conferencias con Demóstenes le vio resuelto a que al punto se acometiera a los enemigos, y, sin perder momento, se pusiera todo al tablero, para tomar a Siracusa y volverse a casa, de lo que concibió gran temor, maravillado de aquella prontitud y temeridad, le rogaba que nada se hiciera por desesperación y sin maduro consejo.
Los más ancianos de sus amigos, y con especialidad Parmenión, viendo todo el país que media entre el Nifates y los montes de Gordiena iluminado con las hachas de los bárbaros, y que desde el campamento se difundía y resonaba una voz confusa con turbación y miedo, como de un inmenso piélago, admirados de semejante muchedumbre, y diciéndose unos a otros que había de ser empresa el acometer al descubierto y repeler tan furiosa tormenta, se dirigieron al rey, concluido que hubo los sacrificios, y le propusieron que se acometiera de noche a los enemigos y se ocultara entre las sombras lo terrible del combate en que iban a entrar.
Viendo con esto Antonio cómo debía conducirse, protegió con muchos ballesteros y honderos, no sólo la retaguardia, sino también uno y otro flanco, y caminando con su hueste en cuadro, dio orden a la caballería de que los acometiera y rechazara, y rechazados no les siguiera lejos el alcance, de manera que los Partos, habiendo experimentado en cuatro días seguidos que nada habían podido adelantar, ni habían causado más daño que el que habían recibido, empezaron a aflojar, y pensaban en retirarse, poniendo la estación por excusa, pero al quinto día Flavio Galo, buen militar, emprendedor y que se hallaba con mando, se llegó a Antonio y le pidió que le permitiera tomar mayor número de tiradores de retaguardia y algunos caballos de los del frente, como para hacer una cosa memorable, dióselos, y al cargar los enemigos los rechazó, no como antes, retirándose luego a incorporarse con la infantería, sino permaneciendo y trabando un combate, reñido.
Numerosos pensamientos accesorios y hasta extraños al encuentro futuro asediaban y turbaban su cerebro, alguna vez llegó a imaginarse que la fiebre que le acometiera no era sino el preludio de una enfermedad grave que se declararía dentro de pocas horas, obligándole a permanecer en el lecho.
Yo también me marché, temeroso de que me acometiera Bardal.
La dama no se apartaba de ella, temerosa de que la acometiera otro desmayo.
-¡Qué buena eres! -replicó Polo, volviendo a ser benigno y humilde, cual si le acometiera de nuevo la enfermedad-.
Después sintió que su cabeza oscilaba, como si lo acometiera el vértigo en la tumba, y quedó con la vista fija.

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