Ejemplos con acometieran

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los sitiados pidieron ayuda a la escuadra de Sir John Leake que se encontraba por aquel entonces en las proximidades de Lisboa, la llegada de los dieciocho barcos del británico coincidió con un intento de los sitiadores de trasladar tres mil hombres en barcas hasta el muelle sur de la ciudad, este plan fue abortado a tiempo para impedir que los barcos británicos los acometieran en aguas de la bahía, no corrieron sin embargo la misma suerte dos fragatas y un bergantín franceses que se encontraban en la zona y que acabaron ardiendo tras la huida de su tripulación, un cuarto barco, una fragata llamada L Etoile hubo de combatir durante cuatro horas con la escuadra inglesa para finalmente ser capturada.
Con esto cobró, a su parecer, tanto ánimo, que si le acometieran todos los arrieros del mundo, no volviera el pie atrás.
Como hubiesen los peones, situados más allá del río Estrimón, recibido un Oráculo de no sé qué dios, en que se les provenía que hicieran una expedición contra los de Perinto y que en ella les acometieran en caso de que éstos, acampados, les desafiaran a voz en grito, pero que no les embistieran mientras los enemigos no les insultasen gritando, ejecutaron puntualmente lo prevenido, pues atrincherados los perintios en los arrabales de su ciudad, teniendo enfrente el campo de los peones, hiciéronse entre ellos y sus enemigos tres desafíos retados de hombre con hombre, de caballo con caballo, y de perro con perro.
Después de este encuentro de la caballería estuvieron unos y otros sin combatir largo tiempo, porque los agoreros, por la inspección de las, víctimas, ofrecían la victoria a los que se defendiesen, tanto a los Persas corro a los Griegos, y la derrota a los que acometieran.
Bajaba el ejército hacía el mar, y le pareció a Cimón obra muy ardua contenerle en su marcha y hacer que los Griegos acometieran a unos hombres que venían de refresco y eran en gran número, con todo, viendo a éstos muy alentados y resueltos con el ardor y engreimiento que da la victoria a arrojarse en unión sobre los bárbaros, a la infantería, que todavía estaba caliente del combate naval, la hizo que cargase con ímpetu y algazara, y resistiendo y defendiéndose por su parte los Persas, no sin bizarría, se trabó una muy reñida batalla.
No puso, para hacer frente a Crátero, a ninguno de los Macedonios, sino dos cuerpos de caballería extranjera, mandados por Farnabazo, hijo de Artabazo, y por Fénix Tenedio, a quienes dio orden de que, en viendo a los enemigos, los acometieran y vinieran con ellos a las manos con toda presteza, sin darles tiempo alguno y sin admitirles parlamentario: porque temía en gran manera a los Macedonios, no fuese que conociendo a Crátero desertaran y se pasaran a él.
Luego que Tiberio dio parte de este aviso a los que le rodeaban, se ciñeron éstos las togas, y rompiendo los astiles con que los ministros hacen apartar a la muchedumbre, tomaron los pedazos para defenderse con ellos de los que les acometieran.
Pero así que la huida de algunos animales y el destrozo de otros muchos despejó algún tanto aquel inmenso campo de batalla, llamó la atención de los cazadores un hermoso y arrogante ciervo que desde el medio del circo luchaba contra los que le acometieran con tal astucia y vigor, que a no haber sido por la multitud de sus enemigos, mil veces lograra escaparse rompiendo por en medio de ellos.
Habiendo con esto tomado acuerdo sobre el caso, parecióles que de ningún modo convenía matar en adelante a ninguna, y que mejor fuera enviar sus mancebos hacia ellas en igual número al que podían conjeturar que sería el de las mujeres, dándoles orden de que plantando su campo vecino al de las enemigas, fuesen haciendo lo mismo que las viesen hacer, y que en caso de que ellas les acometieran no admitiesen el combate sino que huyesen, y cuando vieran que ya no les perseguían, se acampasen de nuevo cerca de ellas.
-Y si todos hubiéramos sido tan cernícalos como tú, ¿qué hubiera sido de ti, si no hoy, mañana, cuando el hambre y el frío te acometieran?.

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