Ejemplos con suciedad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En la práctica existen algunas dificultades con esta técnica: las imágenes obtenidas con dedos húmedos y secos son muy diferentes y, además, el sistema es sensible al polvo y a la suciedad de la superficie.
La lengua popular aparece diez años después del disco Alta suciedad, y está ya considerado como uno de los mejores discos de Andrés Calamaro.
La suciedad recogida por lameduras es acumulada en los sacos infrabucales, que son depresiones especiales en sus bocas.
Los pavimentos que son objeto de pulimento son los suelos de terrazo, mármol y granito porque son piedras calcáreas es decir porosas que si no están debidamente pulidas sus superficies absorben la suciedad y se deterioran con facilidad al oscurecerse y perder su color natural.
Un producto que se utiliza para pulir la madera es denominado papel de lija, que resulta polvoroso en su acabado, pero elimina la más pequeña huella que haya podido dejar una herramienta anteriormente o la misma suciedad.
La imagen está en la escala de grises que tiene la calidad adecuada incluso con el dedo desgastado, con suciedad, con grasa o con humedad.
Por un lado, resguardaban sus ropas del barro y la suciedad del camino.
El Evangelio es de una suciedad delicada.
Su segundo ataque es parecido al del Ratarambano, solo que de suciedad.
Usaron esponjas humedecidas con vino griego, ya que según Colalucci se necesitaron por la mugre creada por el hollín y la suciedad atrapadas por el deposito grasiento de la restauración previa.
El objetivo del trabajo era consolidar algunas áreas de la capa de pintura en el extremo este del edificio y eliminar parcialmente la mugre y la suciedad.
Para eliminar el blanqueo producido por el salitre, se aplicó grasa animal y aceite vegetal, que hacía más transparentes los cristales de sal, pero que dejaba una capa pegajosa que acumulaba suciedad.
El aire cercano a la bóveda es templado, mientras que el aire en la parte baja de la estancia es más frío y hace que circule más rápido, provocando que las partículas de suciedad caigan al suelo en vez de subir hacia el techo.
A , el oculto incentivo que la lleva hacia , por extraña aberración fisiológica, es la suciedad, la barbarie, el desaseo, la ingénita grosería de aquel semibruto.
Los uniformes de fatigada suciedad se refrescaban con la blancura de los vendajes que sostenían los miembros doloridos o defendían las cabezas rotas.
¡Qué suciedad la guerra!dijo el alemán.
La blancura de la luz eléctrica surge en todo rincón donde puede aglomerarse un poco de sombra, el agua manando de los grifos cada tres metros para una minuciosa limpieza, las alfombras mullidas amortiguando los pasos, un olor higiénico de droguería esparciendo perfumes desinfectantes allí donde las tristes necesidades humanas se desembarazan de su suciedad.
Las jóvenes menestralas, que ascendían lentamente hacia la ermita, se impacientaban, chillaban, más por la suciedad del polvo, que por temor a los corceles, dirigían chufletas de peor o mejor gusto al inflexible Piscis, que éste no escuchaba siquiera, absorto en la contemplación de las patas del caballo, cuya alta dirección le estaba confiada.
Revelábase en ella el desprecio a la carne, de los devotos fervientes, el abandono físico, la suciedad cantada como mérito celestial en la vida de muchos santos.
En las noches tormentosas, cuando el viento pasa de parte a parte la casucha por sus resquicios y grietas, amenazando derribarla, los cuerpos vestidos y malolientes se buscan y se estrechan ansiando calor, y los sudores se juntan, las respiraciones se confunden, la suciedad fraterniza.
El aire, estancado bajo un techo que podía tocarse con las manos, hacíase irrespirable a las pocas horas, espesándose con el vaho de tantos cuerpos, impregnándose del olor de suciedad.
Los tabiques de madera eran de un amarillo viscoso, como si las tablas trasudasen de una pieza a otra la suciedad y la mugre de los habitantes.
Parecía que el cadáver tendido abajo, en la suciedad de la cuadra, estaba allí, sobre la mesa, mirando con los ojos vidriosos e inmóviles a sus antiguos amos.
Y las tres se abalanzaron a la pobre bestia, soltando sus faldas, cuyos bordes barrieron la suciedad del suelo.
—Los harapos, la suciedad, el mal olor, la miseria en todos sus dolorosos aspectos, constituyen por sí mismos.
Pero, hijo, ¡qué se ha vuelto! No he visto casero más malo ¿Pero ni siquiera me blanqueará la cocina, que parece una carbonería? ¡Y hay cada agujero! Yo no puedo vivir entre tanta suciedad.
Era Sor Natividad vizcaína, y tan celosa por el aseo del convento que lo tenía siempre como tacita de plata, y en viendo ella una mota, un poco de polvo o cualquier suciedad, ya estaba desatinada y fuera de sí, poniendo el grito en el Cielo como si se tratara de una gran calamidad caída sobre el mundo, otro pecado original o cosa así.
En efecto, por los desgarrones y aberturas del sucio calzón de estopa del chico hacían irrupción sus fresquísimas y lozanas carnes, cuya morbidez no alcanzaba a encubrir el fango y suciedad que les servía de vestidura, a falta de otra más decorosa.
En su habitación pudo el capellán notar mejor que en la cocina la escandalosa suciedad del angelote.
¡Oh pícaros de cocina, sucios, gordos y lucios: pobres fingidos, tullidos falsos, cicateruelos de Zocodover y de la plaza de Madrid, vistosos oracioneros, esportilleros de Sevilla, mandilejos de la hampa, con toda la caterva innumerable que se encierra debajo deste nombre pícaro! Bajad el toldo, amainad el brio, no os llameis pícaros si no habeis cursado dos cursos en la academia de la pesca de los atunes: allí, allí está en su centro el trabajo junto con la poltronería: allí está la suciedad limpia, la gordura rolliza, la hambre pronta, la hartura abundante, sin disfraz el vicio, el juego siempre, las pendencias por momentos, las muertes por puntos, las pullas a cada paso, los bailes como en bodas, las seguidillas como en estampa, los romances con estribos, la poesía sin acciones: aquí se canta, allí se reniega, acullá se riñe, acá se juega, y por todo se hurta: allí campea la libertad y luce el trabajo: allí van o envían muchos padres principales a buscar a sus hijos, y los hallan, y tanto sienten sacarlos de aquella vida, como si los llevaran a dar la muerte.

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