Ejemplos con suciedades

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Las verduras requieren de un lavado y enjuage con abundante agua limpia que permita limpiar las arenas y suciedades que quedan adheridas a su superficie, por regla general basta con quitar las primeras capas de piel o las cáscaras para que la verdura quede limpia.
Es un invento de un complemento de los jabones en las funciones domésticas, donde se precisa intensificar la eliminación de suciedades, facilitando su raspado, resistentes a la acción de los jabones.
Incluso usó pan húmedo para eliminar las suciedades más difíciles.
Manuscrito de la Biblioteca Nacional: La confesión auricular no sirve más que para llenar los oidos de los frailes de suciedades, obscenidades y porquerías.
El respeto del viajero por las ruinas donde ha ocurrido algo sentíalo Ojeda al pasar por estas calles angostas, con el pavimento desigual cubierto de suciedades, grupos de chicuelos jugando al toro en las esquinas, comadres sentadas ante las puertas, por las que se esparcían vahos de puchero pobre, y balcones que goteaban una humedad de ropa vieja puesta a secar.
Su laureada frente no se humilló en aquel cuadro de apariencias groseras, los bordes de su clámide recamada de elegantes grecas, resbalaban de su cuerpo soberano y caían en el suelo entre polvo, heces de vino y salivazos, sin que estas confundidas suciedades en manera alguna los manchasen.
Pecado repugnante fue la turbación a que damos el nombre de , y los bárbaros despropósitos y suciedades del discurso que pronuncié subido en la silla.
Y como el hombre ve que le ríen y alaban estas suciedades, no se para en barras.
Ruidoso escándalo trajo la grave acusación, una de las mayores torpezas de la Unión Liberal, porque en el proceso salieron a relucir infinidad de suciedades de nuestra administración, y nadie a la postre fue castigado.
Un zaguán largo y estrecho, de empedrado piso con hoyos, conducía de la puerta a la cocina, dando ingreso por izquierda y derecha a diferentes estancias, la cuadra con pesebre vacío, el camarín de , y algo más que no vimos: una escalera de palo sin pintar, de color sienoso, como teas que piden lumbre, y festoneada de telarañas, conducía desde el zaguán al salón alto, que era en una pieza biblioteca y alcoba, separadas hasta media pared por tabique de mal juntas tablas que nunca vieron pintura, y sí papeles pegados, suciedades de moscas y otros bichos.
¡Malvados! ¡Ay, con cuánto gusto iría a la Plaza Mayor para veros quemar! Dios querrá quitarnos de en medio a los franceses que tales suciedades consienten.
Y como el hombre ve que le ríen y alaban estas suciedades, no se para en barras.
No se pasaba las mañanas acurrucada en la iglesia, sino que, oída su misa, emprendía las ascensiones a bohardillas malolientes, las correrías por barrios de miseria, las exploraciones por las comarcas salvajes del vicio y las suciedades suburbanas.
En este libro se contiene la desdichada muerte del marido de Carites, y de cómo ella sacó los ojos a su enamorado Trasilo, y cómo ella misma, de su propia voluntad, se mató, y la mudanza que hicieron sus criados después de su muerte, y cuenta muy lucidamente de ciertos echacuernos de la diosa Siria, diciendo de sus vicios y suciedades y cómo se cortaban los miembros para ganar dineros, y después cómo se descubrieron los engaños que traían.
Y volvía a la cocina para conversar de suciedades, con el chofer que, ante el regocijo de las mucamas y el silencio del árabe pederasta, contaba como había pervertido a la hija de una gran señora, cierta criatura de pocos años.
¡Y le sacaron de la piel y de los cabellos una porción de suciedades de todas clases, y piojos y chinches de todas las variedades! Y le arreglaron y le refrescaron, y después de secarle, le vistieron con un suntuoso traje de seda que habían ido a comprar a toda prisa ambos esclavos.
Un zaguán largo y estrecho, de empedrado piso con hoyos, conducía de la puerta a la cocina, dando ingreso por izquierda y derecha a diferentes estancias, la cuadra con pesebre vacío, el camarín de la Ranera, y algo más que no vimos: una escalera de palo sin pintar, de color sienoso, como teas que piden lumbre, y festoneada de telarañas, conducía desde el zaguán al salón alto, que era en una pieza biblioteca y alcoba, separadas hasta media pared por tabique de mal juntas tablas que nunca vieron pintura, y sí papeles pegados, suciedades de moscas y otros bichos.
Claro que, aun así y todo, cuando en los días de cobranza, pasaba el hampón por casa del barbero, dejando que éste le cortara las greñas y que agua y jabón libraran de suciedades a su piel, era todo un buen mozo con sus ojos verdes y sus rizos del color de las moras.
Había visto hasta entonces la comedia de la vida como cándida espectadora guardando todas las leyes de la perspectiva, y ahora veía rodar las tablas de la escena y se cercioraba de que los risueños paisajes eran horribles suciedades de pincel y que los dorados de efecto que encantan la vista, no son por dentro, mas que tosca y grasienta arpillera.
Además de los representantes del sexo viril, no el mas débil dejaba de tener allí representación valiosísima, y sentadas, acá y acullá también, sobre el mal empedrado suelo, lucían sus haraposas vestiduras de colores, si vivos un tiempo, ya un tantico apagados por antiguas suciedades, los semblantes renegridos, algunos de gracioso perfil y ojos magníficos, los pies descalzos y el principio de la pantorrilla curtidos por la intemperie y el pelo sucio y aceitoso, cayéndole sobre la nuca en enorme castaña, engalanado con alguna flor de tallo larguísimo y de perfumado broche.
Cautivo liberado suciedades decir y perpetrar,.
Y sabido qué quiere decir tan espantosa barahúnda de voces tan rellenas de letrones, son zanahoria, rábanos y perejil, y otras suciedades.

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