Ejemplos con indecentes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La estrategia de la campaña consistió principalmente en presentar a los homosexuales como inmorales e indecentes a los que había que parar porque querían pervertir a los niños.
A raiz de acusaciones fue procesado por el Tribunal del Santo Oficio y sentenciado por proposiciones indecentes.
Welsh, y llamó la atención del FBI porque alegaba supuestos mensajes indecentes en la letra de la versión de Los Kingsmen.
Y enternecido por la alegría pueril del amanecer, lanzaba su voz de bajo a través del marítimo silencio, entonando unas veces romanzas sentimentales que había oído en su juventud a una tiple de zarzuela vestida de grumete, repitiendo otras las salomas en valenciano de los pescadores de la costa, canciones inventadas mientras tiraban de las redes, en las que se reunían las palabras más indecentes al azar de la rima.
He aquí que hallándonos aturdidos y deslumbrados, vino a nosotros una diabla, por más señas muy parecida a , y nos machacó los huesos con un palo, echando de su boca conjuros indecentes, después le quitó a las llaves de la casa, que en la cintura llevaba, a los dos nos empujó hasta echarnos a la calle.
Me contó luego un amigo que salí vociferando, suponiéndome montado en , la camella del Profeta, y que proferí no sé qué atrocidades indecentes contra el Sultán, contra el y contra la respetable Junta de Principales.
¡Mi pobre Visitación, tan buena, tan cariñosa, tan mansita para todo, convertida en una cualquiera por esos miserables! ¡Una amante que he sacado para mi diversión del Colegio de Doncellas nobles! ¡Como si yo, viejo y enfermo, estuviera para pensar en esas porquerías! ¡Indecentes!, ¡miserables! ¡Por menos se cometen muchos crímenes!.
Cogióla Leopoldina Pastor por las faldas, al pasar por su lado, y quiso obligarla a sentarse entre ella y Carmen Tagle Era necesario escarmentar a aquellas indecentes radicalas que estaban allí con la boca abierta, , soñando quizá con la presidencia.
Contestóle Diógenes una de sus indecentes paparruchas, que rieron todos en coro, y detúvose, en efecto, en el balneario para beber una enorme copa de ginebra, que tomó, según su costumbre, echando antes en el fondo un par de terrones de azúcar.
Rechinaba sin cesar el torno, bajando o subiendo la plancha, y en la banqueta más alta del elegante chillaba Leopoldina Pastor como una desesperada, gritando que aquellos indecentes caballos iban a despeñarla por la montaña abajo Sentado a su lado, el tío Frasquito, con un finísimo pañuelo prendido en su sombrero de paja para preservar de los ardores del sol la blancura de su cutis, miraba con gesto de susto lo profundo del precipicio y agarrábase a cada vaivén del coche a los hierros del asiento, gritando angustiado:.
Reíanse los caballeros oyendo a Leopoldina, y ella les tiraba de los botones del chaleco, llamándoles indecentes.
Leopoldina Pastor no se asustaba: de morir ella, moriría como Carlota Corday, despachando antes media docena de indecentes, como Marat.
Ellas, con sus alardes de españolismo y sus algaradas aristocráticas, habían conseguido hacer el vacío en torno de don Amadeo de Saboya y la reina María Victoria, acorralándolos en el palacio de la plaza de Oriente, en medio de una corte de , según la opinión de la duquesa de Bara, de , añadía Leopoldina Pastor, que no llegaba siquiera a indecentes.
En el arroyo, la gente se arremolinaba gritando, algunos reían y otros lanzaban exclamaciones indecentes, chasqueando la lengua como si se tratara de una riña de perros.
Pero ¡qué carta, doña Manuela! ¡Qué cosas tan indecentes había en ella! Parece imposible que hombres honrados y con hijos puedan leer tales porquerías.
Cansada de su inútil escrutinio y guardando las llaves, que formaban apretado racimo, digno del arsenal de una compañía de ladrones, doña Lupe se sentó a meditar, y poniéndose una mano sobre el pecho de algodón y acariciándoselo, se rascó con los dedos de la otra la frente, allí donde principia el cabello, como quien estimula la generación de una idea, y dijo: Pues si efectivamente no le ha dado nada, hay que reconocer que ese hombre es el mayor de los indecentes.
¡Vaya unas conversaciones indecentes que sacan ustedes!.
No sabía más sino que aquellos malditos eran unos indecentes que nos querían traer la Inquisición y las.
Eso, ahora el moquito y la lagrimita, después me envenenas la sangre con tus peinados indecentes.
Entonces lo destruiremos todo y no dejaremos vivo ningún liberal ¡masones indecentes!.
¡Pero cómo os habéis puesto así, sinvergüenzones, indecentes, puercos, marranos!.
Y he aquí a mi hombre paseándose por Madrid con las manos en los bolsillos, o viendo correr tontamente las horas en este y el otro café, hablando de la situación ¡siempre de la situación, de la guerra y de lo infames, indecentes y mamarrachos que son los políticos españoles! ¡Duro en ellos! Así se desahogan los espíritus alborotados y tempestuosos.
Cansado de hacer solitarios, Olmedo se puso a contar cuentos indecentes, lo que a Maximiliano le pareció muy mal.
Ni una ni otro agradaban mucho a Maximiliano: ella por ser ordinaria y de sentimientos innobles, incapaz de apetecer la honradez como estado permanente, él por ser muy atropellado, muy hablador, muy amigo de contar cuentos sucios y de decir palabras indecentes.
¡Corazones de perro, lenguas de escorpión! Una señorita que es la honradez en persona, de una familia tan buena, no despreciando a nadie, ¡y calumniarla, y para más con un ordenado de misa! ¡Liberaluchos indecentes, de éstos de por aquí, que se venden tres al cuarto! ¡Pero cómo está el mundo, Naya, cómo está el mundo!.
La Guardia Real no puede consentir que el Rey esté sometido por esa canalla, que gobiernen las Cortes, que los gansos de la Milicia se paseen por las calles hechos un brazo de mar, y que y otros papeles indecentes insulten sin cesar a la genta honrada.
¡Cómo corrían por esas calles, y qué gritos daban, y qué cosas tan atroces e indecentes echaron por aquellas bocazas! ¡Así se vengaban los muy perros! ¿Pues qué creéis? Dieron muerte a muchas personas que no les hacían daño, lo cual creo yo que no se vio en ninguna de las guerras de Alejandro.
El compañero de Leonardo, que es el que recientemente ha venido, dicen que se burla de los santos misterios de la religión con tal desvergüenza que parece increíble, y que la casa está atestada de libros malos e indecentes, llenos de estampas obscenas.
¿Cómo se ha figurado usted que yo podía consentir en semejante cosa? Ya le he dicho a usted que esas comitivas me parecen muy indecentes, y si esa niña quisiera prestarse a ser escándalo de la Corte, no entraría más en esta casa.
Así como en Dios no puede haber pasado ni futuro, no puede haber ni mas acá ni mas allá, la permanencia excluye toda medida de sucesion, la inmensidad excluye toda medida de extension, no ha sido, no será, es, no está aquí, no está allá, no está mas allá de ningun límite: es absolutamente, todas las expresiones que le refieren a algun término, que le fijan en algun lugar, son impropias é indecentes.

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