Ejemplos con cautelosa

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Si bien Mariath estaba al tanto de la batalla, dado que los cañones se oían a bordo e incluso en Colonia, el intento de forzar el paso fue insuficiente y la aproximación era en demasía lenta y cautelosa.
Fabio, por su parte, siguió manteniendo una cautelosa táctica de seguimiento, a la vez que ordenaba quemar ciudades y arrasar los campos que se encontrasen al paso de Aníbal, en una táctica de tierra quemada.
Por ejemplo, cuando los Mongoles vinieron desde el Este, los Cristianos los vieron como aliados potenciales, pero también mantuvieron una posición de cautelosa neutralidad con las fuerzas Musulmanas de los Mamelucos Egipcios.
Tras conocer que los gálatas esperaban refuerzos, Vulso decidió iniciar una cautelosa marcha que lo alejara del punto de mira de sus enemigos.
No obstante, aún mientras ya se oía de tronar de los cañones en la lejanía, la aproximación era en demasía lenta y cautelosa.
Carlos Alberto, aunque era aliado de los napolitanos, mantuvo una posición cautelosa, lo que disgustó profundamente al Borbón.
Paz, que no estaba seguro del número de sus enemigos, inició el ataque con una carga de caballería muy cautelosa.
Vio agitarse los matorrales como movidos por una bestia obscura, cautelosa y maligna.
Harto sabía que el desahogo y libertad revelan quizá más ausencia de malicia que la cautelosa reserva, mas con todo eso, le maravillaba la extremada sencillez de aquella criatura.
Yaguaí olfateó la piedraun sólido bloque de mineral de hierroy dió una cautelosa vuelta en torno.
En su marcha cautelosa, torcía el rostro hacia el lado del mar, bajando los ojos como si temiese ser visto.
Cuando pasábamos juntitos a la acera de enfrente miré a mis balcones, y en uno de ellos vi a que nos cautelosa y un tanto ceñuda.
Cautelosa y discreta me llevó la Tirado a las habitaciones interiores, dejándome donde podía curiosear a mi sabor.
Ninguna religión ha sido tan cautelosa como ésta, ninguna se ha emboscado mejor para salir al encuentro del hombre, ninguna ha escogido con tanto acierto, en los momentos de dominación, las posiciones para hacerse fuerte cuando llegase la decadencia.
-Calma, calma, querida Leandra, y no nos precipitemos -dijo cautelosa la Socobio, asustada por el ruido de puerta y pasos que acababa de oír-.
Gracias al conocimiento de Gainza y a la pausa cautelosa con que andaban los bueyes, pudieron franquear los peligros de la montaña sin perecer en ellos.
¿Qué no merecía yo por mi delito? Mi indigno cálculo ha sido desbaratado, mi insano sofisma se ha vuelto contra mí: yo mismo he quedado envuelto en la red cautelosa que había tendido.
Su gracia y su hermosura, realzadas por la gravedad de los semblantes, la coquetería de sus movimientos al volver las hojas de los libros llenos de cifras y blasones, el modo de liarse a la muñeca los rosarios que parecían joyas, el inclinar la cabeza sobre el pecho anheloso, mirándose de reojo los pliegues de la falda, alguna tosecilla rebelde, rastro de los escotes del invierno, y alguna sonrisa cautelosa dirigida hacia las laterales de la nave, todo delataba una devoción superficial, elegante, frívola y mezquina, piedad exenta de grandeza, manchada de reminiscencias mundanales.
Sospechaba quizás que en su ausencia los tunantes hablaban de otro asunto, y se alejó con ánimo de volver y aproximarse cautelosa.
Saliendo al fin de su perplejidad, dijo con voz cautelosa:.
Pero los borrachos, que no por estarlo perdían la cautelosa prudencia, el saludable temor que inspira el cacique al labriego, se hacían los desentendidos, limitándose a berrear, a herir cazos y sartenes con más furia.
Tenía que ser la marcha, en consecuencia, lenta y cautelosa, y luego no sabía Rosa regir el caballo de fuera, razón por qué más bien que de ayuda servía de estorbo al de varas, ya atravesándosele delante, ya no tirando a la par, o tirando en dirección opuesta a la del movimiento del carruaje.
Y cuando se extinguía aquel canto, la esclava favorita acudió trémula y cautelosa y dijo a Schamsennahar: ¡Oh mi señora! Massrur, Afif y otros eunucos están a la puerta y solicitan hablar contigo.
- ¡O marauillosa astucia! ¡O singular muger en su oficio! ¡O cautelosa hembra! ¡O melezina presta! ¡O discreta en mensajes! ¿Qual humano seso bastara a pensar tan alta manera de remedio? De cierto creo, si nuestra edad alcançara aquellos passados Eneas e Dido, no trabajara tanto Venus para atraer a su fijo el amor de Elisa, haziendo tomar a Cupido Ascánica forma, para la engañar, antes por euitar prolixidad, pusiera a ti por medianera.
Me dijo la cautelosa Claudia, que éste era su nombre, y bien le puedo dar también el de cautelosa, pues también estaba prevenida contra mí, y en favor del ingrato y desconocido don Manuel:.
Sin embargo, lo muy bajo del camino que seguíamos y la interposición de algunas lomas nos estorbaban todavía ver la cara austral de la cautelosa cordillera y el horizonte de la Alpujarra.
La pasión entre el viajero, Julio Morales, y la hermosa esposa del banquero había sido notada en la ciudad comercial, en un pequeño círculo de amigos, pero no adquirió proporciones de escándalo, gracias a la prudencia cautelosa del viejo, que supo despistar a la maledicencia y a la noble resignación de los enamorados, aviniéndose a una ausencia que pudo ser eterna.
No puedo decir lo que me aterra cuando estoy solo en un cuarto obscuro, cuando voy por la calle en tenebrosas horas, cuando cruzo el monte umbrío, como no puedo decir lo que sentía cuando trepaba las laderas resbaladizas de la gran Cordillera de los Andes, sobre el seguro lomo de cautelosa mula.
Yo me quedé pensando en la cautelosa previsión de Calfucurá, el gran político y guerrero de la Pampa, tan temido por su poder como por su sabiduría.

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