Ejemplos con bullicioso

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Bajo el nuevo liderazgo de El Cónclave y sus Administradores Judicatores, y armados con el celoso poder de los Templarios, los Protoss pronto reconstruyeron su diezmado mundo de Aiur, convirtiéndolo en un bullicioso paraíso.
Un oasis de calma en el bullicioso centro de París, esta isla sólo tiene calles de sentido único, dos paradas de autobús y ninguna estación de metro.
Desde su inicio fue destinado para los estudiantes de la preparatoria, por eso es el más bullicioso e inquieto a pesar de su estilo sobrio, gracias al vibrante ímpetu juvenil.
Es alegre y bullicioso, y aunque goza de un buen grado de rivalidad con los motores, es más común verlo ayudándolos, ya sea transportando a sus pasajeros o prestándoles asistencia cuando las vías del tren están fuera de servicio.
La Semana Santa en Burgos, es un acontecimiento cultural, religioso y de atracción turística, declarada de interés turístico regional Comienza el Jueves de Pasión, hasta el toque festivo y bullicioso del Domingo de Resurrección.
Dio trabajo de forma directa a cientos de personas durante su construcción a lo largo de casi una década, originando un bullicioso poblado que se ubicó en los alrededores de la estación Alamedilla- Guadahortuna y vivió en la zona hasta la década de los años cincuenta, en que las condiciones de vida, endurecidas por una feroz posguerra, provocaron en Andalucía Oriental uno de los mayores éxodos de emigración de la historia moderna.
Pero la mayor parte del contigente de turistas que recibe Encarnación la visitan en el bullicioso mes Febrero para participar del Famoso Carnaval encarnaceno, considerada la más colorida, organizada e importante del país, poniendo de sobre nombre a la ciudad como Capital del Carnaval Paraguayo.
Sin embargo, esto ha ayudado a que se emplace como un balneario tranquilo y poco bullicioso, a diferencia de sus vecinos.
Bailes populares, elección y coronación de los Reyes del Carnaval y un bullicioso desfile de carros alegóricos.
Corrió luego el muchacho en torno de la base de la torre, y sus pasos resonaron poco después con bullicioso trote en los peldaños de madera, cerca de la puerta.
Elena, en cambio, prevenida contra él, lo acogió con toda la gravedad de que era susceptible su temperamento infantil y bullicioso.
El lindo hotel de la Castellana se convirtió en centro bullicioso de placer.
Los pastores cantaron y tocaron alegrísimas sonatas en sus guitarras, zampoñas y panderos, los muchachos quemaron petardos, y los repiques a vuelo con que en ese día se anuncia el toque del alba, invitando a los fieles a orar en las primeras horas del gran día cristiano, vinieron a mezclarse oportunamente al bullicioso concierto.
La bandera germánica, sombreada por su faja negra, mezclábase con el bullicioso tricolor de la francesa, la púrpura británica, el verde de la italiana, que parece un reflejo de mar latino, la cruz blanca suiza, las barras y enrejados de las escandinavas y el reventón de cohete rojo y dorado de la española.
Al pasar por el , advirtió Juan que en el gran número de soldados confundían su júbilo bullicioso con la bullanga de las hebreas.
En el enjambre bullicioso distinguí las rudas facciones del , de ojos encendidos y ágiles movimientos, vi los negros del , de expresión triste y dulce mirar, los , o mestizos de sudanés y , veloces en la carrera y astutos en la intención, vi el árabe de Oriente, cuyo rostro, de belleza descarnada, trae a la memoria la imagen del Profeta, y el árabe español o granadino, de fina tez, fácilmente reconocido por su compostura aristocrática.
La nube de cabecitas comenzó a agitarse negativamente y un aplauso espontáneo y bullicioso brotó de aquellas doscientas manitas, como una protesta cariñosa que hizo sonreír al anciano en medio de sus lágrimas.
Cesaron, y, un instante después, estalló en todas las torres un repique bullicioso y plácido, retozón e infantil, como si convocara turbas escolares, como si los tañedores fuesen angelillos traviesos escapados del cielo.
Rosa, que había sonreído melancólicamente hasta entonces, recobró su carácter bullicioso.
El toque de alborada, risueño y bullicioso, estremecía de júbilo la silenciosa aldea, las gallinas batían las alas despertándose, ladraban los perros, los puercos gruñían en su pocilga, las vacas sacudían la cadena que las sujetaba en el establo, dentro de las casas oíase rumor de pasos y conversaciones.
Sonaron por tercera vez las campanas de la iglesia, respondiendo con un concierto bullicioso e ininteligible al canto claro y sosegado del mirlo.
El valle se había trasformado en cañada, por donde un río bullicioso y cristalino corría entre angostas aunque muy deleitosas praderas.
El bullicioso escuadrón encaminábase lentamente a un horno de cal que había en la cumbre.
La plazuela de las de Pajares tenía un vecindario bullicioso y alegre: gente de pura sangre valenciana, que vivía estrechamente con el producto de sus pequeñas industrias, pero a la que nunca faltaba humor para inventar fiestas.
Este era el alma de la tertulia por lo bullicioso y decidor.
Cada piso y cada puerta dejaba escapar por sus junturas y resquicios el rumor bullicioso que acusa la alegría, sólo en el cuarto segundo había silencio.
No ha de haber nada de eso-exclamó el bullicioso párroco.
Era una burbuja, una partícula, un átomo bullicioso y movible que me atormentaba en sueños y despierto.
Martín siguió adelante, en el seno de aquel grupo bullicioso y feroz, que tomó el camino de Zocodover, rugiendo y apretándose para atravesar las angostas calles.
Los otros dos jóvenes nos son hasta ahora desconocidos, si bien es probable que les hayamos visto en el departamento bullicioso de la , precisamente en la noche fatal en que Lázaro fue arrojado del club.

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