Buscar Poemas con Ociosa


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Se han encontrado 10 poemas con la palabra ociosa

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Lope de Vega

Bien pensará quien viere, Paz hermosa

-- de Lope de Vega --

Bien pensará quien viere, Paz hermosa,
que he de jugar de guerra en el soneto
que pide para vos cierto discreto,
destos que saben solamente prosa.

Estad segura, Paz, de guerra ociosa,
que yo no sé escribir por mamotreto;
sólo de vos diré que en su conceto
sois Paz de muchas guerras vitoriosa.

No tanta paz, encareced retiros,
que os sigue juventud ociosa y loca,
y guerra os volverán con persiguiros.

La bella retirada a vos os toca,
que temo que vendréis a desluciros,
si, siendo Paz, andáis de boca en boca.

Poema Bien pensará quien viere, Paz hermosa de Lope de Vega con fondo de libro

Alfonsina Storni

Naturaleza mía

-- de Alfonsina Storni --

Naturaleza mía, la que fuera
Como pesada abeja en primavera,
Ociosa y hecha para siestas de oro,
Voraz, aletargable, mudadera.

Bajo las tardes cálidas, dormida
De amor, ya el nuevo amor te daba brida,
Y tú arrastrabas un pesado cuerpo,
Pesado por el zumo de la vida.

¿Qué hice de tí? Para enfrentar tus males
Sobre tus formas apreté sayales,
Y en flagelarte puse empeño tanto
Que hoy filosofas junto a los rosales.

Disminuida, atáxica, robada,
En tu pura pureza violada,
Miras te baten palmas los sensatos
Con tu ya blanca y última mirada.

Poema Naturaleza mía de Alfonsina Storni con fondo de libro

León Felipe

vencidos

-- de León Felipe --

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de don quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá «quedó su ventura»
en la playa de barcino, frente al mar.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de don quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.
¡Cuántas veces, don quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡y cuántas veces te grito: hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!
ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de don quijote pasar...

Poema vencidos de León Felipe con fondo de libro

Lope de Vega

A una dama que limpia los dientes

-- de Lope de Vega --

Gente llama la caja belicosa
cuando se dora y limpia la jineta,
y cuando la ballesta o la saeta,
señal es de la caza codiciosa:

cuando desnuda de la vaina ociosa
la espada el cortesano, honor le aprieta;
cuando se limpia el tiro o la escopeta,
señal es de la guerra sanguinosa;

y cuando el arco de marfil bruñido
de sus dientes Lucinda los despojos,
con la saeta de su lengua asido,

señal es que a matar y a dar enojos;
si no es arco del cielo que ha salido
a serenar la lluvia de mis ojos.



Octavio Paz

sonetos v

-- de Octavio Paz --

Sonetos - v
cielo que gira y nube no asentada
sino en la danza de la luz huidiza,
cuerpos que brotan como la sonrisa
de la luz en la playa no pisada.
¡Qué fértil sed bajo tu luz gozada!,
¡qué tierna voluntad de nube y brisa
en torbellino puro nos realiza
y mueve en danza nuestra sangre atada!
vértigo inmóvil, avidez primera,
aire de amor que nos exalta y libra:
danzan los cuerpos su quietud ociosa,
danzan su propia muerte venidera,
arco de un solo son en el que vibra
nuestra anudada desnudez gozosa.



Sor Juana Inés de la Cruz

Letras para cantar

-- de Sor Juana Inés de la Cruz --

Hirió blandamente el aire
Con su dulce voz Narcisa,
Y él le repitió los ecos
Por boca de las heridas.

De los celestiales Ejes
El rápido curso fija,
Y en los Elementos cesa
la discordia nunca unida.

Al dulce imán de su voz
Quisieran, por asistirla,
Firmamento ser el Móvil,
El Sol ser estrella fija.

Tan bella, sobre canora,
Que el amor dudoso admira,
Si se deben sus arpones
A sus ecos, o a su vista.

Porque tan confusamente
Hiere, que no se averigua,
si está en la voz la hermosura,
O en los ojos la armonía.

Homicidas sus facciones
El mortal cambio ejercitan;
Voces, que alteran los ojos
Rayos que el labio fulmina.

Quién podrá vivir seguro,
si su hermosura Divina
Con los ojos y las voces
Duplicadas armas vibra.

El Mar la admira Sirena,
Y con sus marinas Ninfas
Le da en lenguas de las Aguas
Alabanzas cristalinas:
Pero Fabio que es el blanco
Adonde las flecha tira,
Así le dijo, culpando
De superfluas sus heridas:
No dupliques las armas,
Bella homicida,
que está ociosa la muerte
Donde no hay vida.



Francisco de Quevedo

parnaso español 50

-- de Francisco de Quevedo --

Con más vergüenza viven euro y noto,
licas, que en nuestra edad los usureros:
sosiéganse tal vez los vientos fieros,
y, ocioso, el mar no gime su alboroto.
No siempre el ponto en sus orillas roto
ejercita los roncos marineros:
ocio tienen los golfos más severos;
ocio goza el bajel, ocio el piloto.
Cesa de la borrasca la milicia:
nunca cesa el despojo ni la usura,
ni sabe estar ociosa su codicia.
No tiene paz; no sabe hallar hartura;
oso llamar a su maldad justicia;
arbitrio, al robo; a la dolencia, cura.



Francisco de Quevedo

parnaso español 41

-- de Francisco de Quevedo --

Más escarmientos dan al ponto fiero
(si atiendes) la bonanza y el olvido,
que el peligro y naufragio prevenido
y el enojo del euro más severo.
Ansí, cuando, cortés y lisonjero,
noto tus velas mueva adormecido,
y sirva, por tus gavias extendido,
de líquido y sonoro marinero,
entonces, ¡oh mirtilo!, desvelados
en la milicia de la calma ociosa,
tus sentidos irán y tus cuidados.
Menos dulce es la paz que peligrosa;
no salgas, no, a recibir los hados;
tarda, con advertencia peligrosa.



Ramón López Velarde

despilfarra el tiempo

-- de Ramón López Velarde --

Despilfarras el tiempo
prolóngase tu doncellez
como una vacua intriga de ajedrez.
Torneada como una reina
de cedro, ningún jaque te despeina.
Mis peones tantálicos
al rondarte a deshora,
fracasan en sus ímpetus vandálicos.
La lámpara sonroja tu balcón;
despilfarras el tiempo y la emoción.
Yo despilfarro, en una absurda espera,
fantasía y hoguera.
En la velada incompatible,
frústrase el yacimiento espiritual
y de nuestras arterias el caudal.
Los pródigos al uso
que vengan a nosotros a aprender
cómo se dilapida todo el ser.
Tu destino y el mío, contrapuestos,
vuelcan el apogeo de la vida
febril e insomne que se va, en la ida
de un cofre que rebosa
y se malgasta en una fecha ociosa.
Las monedas excomulgadas
de nuestro adulto corazón
caen al vacío, con
lúgubre opacidad, cual si cayera
una irreparable sordera.
Y frente al ínclito derroche
de los tesoros que atesora
el yacimiento de las almas, algo
muy hondo en mí, se escandaliza y llora.



Ramón López Velarde

Despilfarras el tiempo...

-- de Ramón López Velarde --

Prolóngase tu doncellez
como una vacua intriga de ajedrez.

Torneada como una reina
de cedro, ningún jaque te despierta.

Mis peones tantálicos
al rondarte a deshora,
fracasan en sus ímpetus vandálicos.

La lámpara sonroja tu balcón;
despilfarras el tiempo y la emoción.

Yo despilfarro, en una absurda espera,
fantasía y hoguera.

En la velada incompatible,
frústrase el yacimiento espiritual
y de nuestras arterias el caudal.

Los pródigos al uso
que vengan a nosotros a aprender
cómo se dilapida todo el ser.

Tu destino y el mío, contrapuestos,
vuelcan el apogeo de la vida
febril e insomne que se va, en la ida
de un cofre que rebosa
y se malgasta en una fecha ociosa.

Las monedas excomulgadas
de nuestro adulto corazón
caen al vacío, con
lúgubre opacidad, cual si cayera
una irreparable sordera.

Y frente al ínclito derroche
de los tesoros que atesora
el yacimiento de las almas, algo
muy hondo en mi se escandaliza y llora.



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