Ejemplos con telones

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Muchos artistas famosos de la Royal Academy diseñaron e incluso pintaron los telones de fondo del St.
Su rostro barbudo tomó la expresión de una máscara trágica asomando entre los telones de la noche.
Abajo, en el comedor había una mesa de alas de caoba, capaz para doce cubiertos, hasta seis butacas en dos hileras frente a la puerta del aposento, en el ángulo el indispensable jarrero, mueble en el país, y para proporcionar sombrío a la pieza y protegerla contra la reverberación del sol en el patio, había dos grandes cortinas de cañamazo, que se arrollaban y desarrollaban lo mismo que los telones de teatro.
Por último, se marcha el capitán para dejar que se muden los telones, y mientras que esto se hace se va con él la tempestad, porque tienen que llegar los dos a un mismo tiempo a la barraca, donde hace tanta falta uno como otro para concluir el drama.
Los hombres amigos de los extremos hicieron una masa común con las grandiosas y colosales producciones de los Lopes y Calderones, y las rastreras obras de los Valladares y Comellas, todas fueron malas, porque en todas bajaban y subían los telones, porque en todas había conceptos, todo, pues, quedó enterrado en el silencio del olvido, del cual si lo sacó algún frío preceptista, fue para ridiculizarlo amargamente, si alguna obra que otra logró escaparse de la general y reglamentaria proscripción, fue merced a osadas mutilaciones con que manos inexpertas tuvieron la audacia de desfigurar los partos de los grandes poetas: a estas ridículas enmiendas que aun duran y se estilan entre nosotros con el nombre de refundiciones, debemos la conservación en la escena del Rico-hombre y del García y algunas otras, por donde de vez en cuando columbramos los destellos de los padres del Romanticismo.
Si refundir es hacer bajar y subir los telones en otros pasajes de la acción diversos de aquellos en que Moreto creyó subdividir su intriga, si consiste en añadir algunas trivialidades a las que desgraciadamente puede encerrar el original, haciendo desaparecer de paso algunas de sus bellezas, si consiste en decir cinco actos, en vez de tres jornadas, si estriba en estropear la versificación haciendo consonar trato con cinco y cuarto, entonces esta refundición es de las más completas que en estos teatros hemos visto: y en ese caso confesaremos que Moreto no tiene más defecto que no haber alcanzado a conocer a su refundidor por la desgraciada casualidad de haber nacido algunos centenares de años antes que él, casualidad en que anduvo algo torpe el señor Moreto, porque a haber adivinado nuestros antiguos maestros la existencia de sus refundidores, o hubieran dejado el nacer para más tarde o el escribir para los comedidos enmienda planas que el ilustrado siglo XIX les va entre drama y drama deparando.
A veces los telones y bastidores se hacían los remolones o precipitaban su caída, y en una ocasión, el buen Diego Marsilla, atado a un árbol codo con codo se encontró de repente en el camarín de doña Isabel de Segura, con lo que el drama se hizo inverosímil a todas luces.
»El telón no tardó en descender: bajó con majestad, y no dejé de extrañar esto, acostumbrado, como estaba, a ver esos telones que caen con la rapidez de la mano que acude a tapar una mancha desagradable.

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