Ejemplos con témporas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Desde el principio la celebración de las témporas suponía actos penitenciales colectivos, ayuno en su sentido amplio particularmente, medio necesario para purificar el espíritu y para poder ofrecer a Dios el culto confiado de la Iglesia, del modo más sincero.
Además de pedir las bendiciones divinas sobre los frutos de los campos, la liturgia de las témporas insiste en la perspectiva espiritual del ayuno, de la plegaria y de las buenas obras cual condiciones de cosechas imperecederas.
Al organizarse la liturgia propia de las témporas se tuvo en cuenta la doctrina y las instituciones del Antiguo Testamento concernientes al ayuno, y su interpretación como figuras del Nuevo Testamento.
Los formularios de las Misas de los domingos siguientes a las témporas pertenecen a ellas, y se introdujeron al adelantarse la Vigilia a la mañana del sábado.
Se reservó para los sábados de témporas la administración del sacramento del Orden.
En cambio el sábado no aparece como día penitencial en Roma hasta la institución de las témporas, en ese día se distinguieron por la abundancia de lecturas, que constituían el oficio de la Vigilia dominical, coronado con la celebración de la Santa Misa.
Las más antiguas témporas son las de septiembre, diciembre y las que se llamaban del cuarto mes y después témporas de Pentecostés por celebrarse durante la octava de esa festividad.
Con la difusión del rito romano, las témporas se propagaron por toda la liturgia de Occidente, los ritos orientales las desconocen.
A semejanza de las fiestas agrícolas paganas, al principio las témporas no correspondían a una semana determinada dentro del ciclo litúrgico, se celebraban independientemente, conforme al curso natural de las cosechas y de las siembras, más o menos variable en cada región.
En su origen, el objeto de las témporas era dedicar un tiempo a dar gracias a Dios por los beneficios recibidos de la tierra y a pedirle su bendición sobre las siembras para que produjeran cosechas abundantes.
Las témporas son los breves ciclos litúrgicos, correspondientes al final e inicio de las cuatro estaciones del año, consagrados especialmente a la plegaria y a la penitencia.
Nada tiene que ver el Credo con las témporas.
La Iglesia tiene también su cómputo aparte: Ciclos, Epactas, Témporas, Adviento, Septuagésima, Sexagésima, Quincuagésima, Cuaresma, Pasión, Ramos, Pascua de Resurrección, Cuasimodo, Pentecostés, y luego otras veinticinco dominicas numeradas, hasta volver al primer Domingo de Adviento...
De todas las témporas, hambres y abstinencias.
Nada tiene que ver el Credo con las témporas.
De las malas costumbres de la camarilla del Kaiser, el acusador Harden deriva muy graves consecuencias para la política imperial, pero la mentalidad de París no es, en este punto, la del periodista alemán, porque París entiende que nada tiene que ver aquello con las témporas del año.
Las témporas de San Mateo habían quedado de sur, y según el almanaque montañés, así debía seguir el tiempo hasta las de Navidad, lo cual vendría de perlas para secar el maíz y las castañas, y asegurar una excelente pación a los ganados al derrotarse las mieses.
Eso que ahora es una tapia regular con puerta enrejada, fue en años témporas, como dicen los poencos de tu Serranía, ¡oh, gitana! casi muralla de sitio con su portón correspondiente, como fue patio con horno y pozo que aún se conserva, según podéis ver, y no sé cuántas accesorias, esto que a la presente es jardín.

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