Ejemplos con sepultureros

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los samurais estaban en la cúspide, seguidos por los granjeros, mientras que los carniceros, curtidores y sepultureros estaban en la base.
Por esto, la tradición cristiana lo tiene como patrono de embalsamadores y sepultureros.
Aristides Calvani, Izvestia ante la Historia, prologada por el Cardenal José Humberto Quintero, Rómulo Betancourt Una Revolución que se perdió, El Comunismo y la Libertad, Los Sepultureros de la Libertad, Así es la Masonería, Historia escrita con sangre o una República Sacrílega, Quiénes se llevaron el Oro de España Franco o Uds.
¡Ojalá nos retorciesen el cuello a todos cuando nacemos! ¡Ojalá yo se lo hubiese retorcido a mis hijos ¿Han estado aquí esos sepultureros, Andreíña?.
Buenos sepultureros estamos ¿Oye, me romperé una pierna si me dejo caer desde la tribuna al otro lado?.
Junto a él vio que cavaban los dos sepultureros de la compañía de Marcela, pero ni ellos le hablaron, ni D.
Marcela echó por delante a Tomé y a los dos viejos sepultureros, y abordó con D.
De buena gana me ajustaría yo en su cuadrilla de sepultureros, si supiera que tocaban a desenterrar.
sepultureros, enterradores! -exclamó Urdaneta con asombro-.
-Nuestro oficio es el de sepultureros, sólo que ya hemos dejado aquel empleo tan humilde por acompañar y seguir a la divina Marcela.
Los cuatro hombres levantaron en sus brazos a la joven y se la llevaron, siendo entonces perfecta la similitud de todos ellos con la venerable clase de sepultureros.
Vendrán los sepultureros y levantarán la caja y no habrá nada dentro.
Para resistir la temperatura y la humedad, albañiles y sepultureros se previnieron con buena ración de caña, sorprendidos por el rápido anochecer invernal, confundieron los féretros, y en el nicho destinado al logrero depositaron el cuerpo de Gutiérrez López.
El tío Carmelo era hijo y nieto de sepultureros, pero en él acababa la dinastía, porque ninguna moza de Arfe ni de los pueblos comarcanos quiso unir su suerte a la del feo e irónico enterrador.
no tenían más competidores, que los carceleros de la Rotunda y los sepultureros.
En un rincón dos sepultureros cavaban una fosa.
Por eso apetece el movimiento, la variación de ambiente, de personal, el cambio de hombres públicos, a ver si éstos son menos sepultureros y más comadrones.
D'Avrigny tomó por la mano al abate, y sin encontrar a Villefort, que permanecía encerrado en su despacho, le condujo hasta el cuarto de Valentina, de la que los sepultureros no debían encargarse hasta la noche siguiente.
El gobierno envía un ataúd, y al día siguiente un carro fúnebre y sepultureros que cogen el ataúd y lo llevan al cementerio.
Los sepultureros.
Se deposita el cadáver en una sala baja de la iglesia que da a la calle, y donde no puede entrar ningún hombre más que el médico de los muertos y yo, porque yo no cuento como hombre, ni tampoco los sepultureros.
''En silencio y retardándose, siguen por el camino de'' LOS SEPULTUREROS'', que, al revolver los ángulos de las calles de tumbas, se detienen a esperarlos.
''Las sombras negras de'' LOS SEPULTUREROS'' -al hombro las azadas lucientes- se acercan por la calle de tumbas.
'' LOS SEPULTUREROS'', acabada de apisonar la tierra, uno tras otro beben a chorro de un mismo botijo.
Dos sepultureros apisonan la tierra de una fosa.
Hablóle Escipión por medio de Polibio de los desterrados de la Acaya, y como en el Senado se gastase mucho tiempo concediéndoles unos la vuelta y resistiéndola otros, se levantó Catón, y “como si no tuviéramos otra cosa que hacer-les dijo-, nos estamos aquí sentados todo el día, ocupados en examinar si unos cuantos Griegos ya ancianos han de ser llevados a enterrar por nuestros sepultureros o por los de Acaya”.
Pero entre muchos de aquellos viles ministros, sepultureros del vicio, vieron que andaba.
Con esta conversación salieron de la casa susodicha, y a mano derecha dieron en una calle algo dilatada, que por una parte y por otra estaba colgada de ataúdes, y unos sacristanes con sus sobrepellices paseándose junto a ellos, y muchos sepultureros abriendo varios sepulcros, y don Cleofás le dijo a su camarada:.
Al día siguiente se halló el verdadero cadáver en su lecho, y se descubrió todo, porque los sepultureros dijeron entonces lo que antes no habían osado decir.
Durante la noche los sepultureros habían cumplido su fúnebre oficio.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba