Ejemplos con sepamos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el cine normal, los casos que más comúnmente se plasman son las imágenes con un significado figurativo o simbólico, las transiciones entre imágenes que hacen que sepamos el momento en que una escena ejemplifica una regresión, un sueño, la imaginación o la muerte.
La película termina con Croker intentando retener el oro, que amenaza con caer al vacío, sin que sepamos si lo logra o si todos terminan despeñándose.
Sin embargo, los mitólogos nada han dicho hasta ahora que sepamos de que pudiese haber relación entre esos personajes míticos de Grecia y los gnomos.
Pero, aunque fuese posible que sustancias sólidas, con figura, móviles pudiesen existir sin la mente, correspondiéndose a las ideas que tenemos de los cuerpos, ¿cómo es posible, no obstante, que nosotros sepamos esto? El conocimiento a través de los sentidos sólo nos da conocimiento de nuestros sentidos, y no de cosas no percibidas.
Caso curioso que lo ha convertido en el único en el mundo, que sepamos, con un ave sin alas.
En ocasión de la muerte de su padre, le dedicó un poema: Ser más fuerte cuando por un ideal, aunque sepamos que llegar a él, no nos es dado, mas saber que en la senda por donde vamos cada paso que damos nos acerca al ideal que hemos soñado.
Fue por esto detenido y se le inició un proceso, sin que sepamos cual fue el resultado del mismo.
Aquí vivió, que sepamos, nuestro protagonista hasta la edad de quince años, cuando se fue a Madrid.
La población fue rodeada por los vencedores, y grupos de hombres fueron llevados aparte uno a uno, sin que sepamos qué suerte corrieron.
Seamos hombres y sepamos vengar al caído, aunque sea haciendo poner para todo un año a los socialistas crespones de luto en sus centros.
Probablemente nunca sepamos su verdadero nombre, pero.
Tal vez tenga razón éste, y las mujeres no sepamos na de na, pero yo digo que esto no me gusta.
¡Bien! ¡Bien! Y sepamos, ¿qué empleo es ese? ¿Va usted a meterse a maestro de escuela?.
Y lo que no, más vale que no lo sepamos porque el mucho apurar las cosas le quita a uno la fe.
Mira, de París telegrafías, para que sepamos si vas bien.
Sepamos claramente de lo que tratamos.
El baile, conocidamente era uno de los que, sin que sepamos su origen, llamaban en La Habana.
Quedaron juntos a una de las cabeceras Cantalapiedra y la Ayala, sin que sepamos decir si por casualidad o por hacer honor al comisario y a su categoría.
Sin que sepamos el motivo, alguien le disputó en juicio el dominio directo a su pequeña hacienda.
Sepamos lo que vio mi señora doña Isabel con sus ojos.
Pero sea lo que fuere, nosotros hablamos, sea portento o no, que lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir: y así no hay para qué ponernos a disputar nosotros cómo o por qué hablamos: mejor será que este buen dia o buena noche la metamos en nuestra casa, y pues la tenemos tan buena en estas esteras, y no sabemos cuánto durará esta nuestra ventura, sepamos aprovecharnos della, y hablemos toda esta noche, sin dar lugar al sueño que nos impida este gusto, de mí por largos tiempos deseado.
Dejémoslas ir, que ellas van tan atrevidas como bien encaminadas, y sepamos qué les sucedió a D.
Yo os las mando y buenas, compadre respondió el otro, pero sepamos dónde ha parecido.
Y ¿adónde bueno? Sepamos, si es que gusta decirlo.
Sepamos, pues, ahora, cuál es más loco: ¿el que lo es por no poder menos, o el que lo es por su voluntad?.
Sepamos agora, Sancho hermano, adónde va vuesa merced.
Está bien dijo Sancho, pero sepamos ahora: esas sepulturas donde están los cuerpos desos señorazos, ¿tienen delante de sí lámparas de plata, o están adornadas las paredes de sus capillas de muletas, de mortajas, de cabelleras, de piernas y de ojos de cera? Y si desto no, ¿de qué están adornadas?.
Sepamos qué es esto de raíz dijo a este tiempo el oidor.
Y no es de maravillar que no sepamos más de lo que habemos dicho, porque mi compañero y yo no ha más de dos días que los acompañamos, porque, habiéndolos encontrado en el camino, nos rogaron y persuadieron que viniésemos con ellos hasta el Andalucía, ofreciéndose a pagárnoslo muy bien.
Y lo que yo saco en limpio de todo esto es que estas aventuras que andamos buscando, al cabo al cabo, nos han de traer a tantas desventuras que no sepamos cuál es nuestro pie derecho.

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