Ejemplos con sacudían

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En América Central las culturas precolombinas pensaban que cuando la Tierra estaba sobrepoblada, cuatro dioses que la sujetaban, la sacudían para retirar la gente sobrante y reestablecer el equilibrio.
En las noches de lluvia sacudían bajo el techado sus jaiques de burda capucha, herencia de los abuelos, o el mantón femenil en que se envolvían como prenda de moderna elegancia.
Cada vez que le sacudían de sus divagaciones y le sacaban del ensimismamiento oratorio, exigiéndole atención hacia el mundo exterior, se le hacía más violencia que si le metiesen las manos en los bolsillos y se los dejasen vacíos y vueltos del revés.
Luego, al morir la tarde, despertaba la vida, los insectos empezaban a zumbar, los pájaros sacudían sus alas, los cuadrúpedos estiraban sus patas, y en la sombra todos se agitaban para ofender o para defenderse, para devorar o ser devorados.
Fuera, los postes del telégrafo parecían una fila de espectros, los árboles sacudían su desmelenada cabeza, agitando ramas semejantes a brazos tendidos con desesperación pidiendo socorro, una casa surgía blanquecina, de tiempo en tiempo, aislada en el paisaje como monstruosa testa de granítica esfinge, todo confundido, vago, sin contornos, flotante y fugaz, a imitación de los torbellinos de humo de la máquina, que envolvían al tren cual envuelve a la presa el aliento de fuego de colérico dragón.
Un haz de cañas se elevaba esbelto, y a su lado, las agudas poas sacudían su escobillón de terciopelo castaño.
Mujeres que le recordaban a su madre sacudían sobre el jardín las mantas de las camas o barrían los rojos ladrillos inmediatos a sus viviendas.
El toque de alborada, risueño y bullicioso, estremecía de júbilo la silenciosa aldea, las gallinas batían las alas despertándose, ladraban los perros, los puercos gruñían en su pocilga, las vacas sacudían la cadena que las sujetaba en el establo, dentro de las casas oíase rumor de pasos y conversaciones.
Volvió a la niñez, a aquella época en que trabándose de palabras con alguna otra zagalona de la plazuela, se agarraban por el moño y se sacudían de firme, hasta que los mayores las separaban.
Después de arreglarse volvió a mirar la plaza, entretenida en ver cómo se deshacía el mágico encanto de la nieve, cómo se abrían surcos en la blancura de los techos, cómo se sacudían los pinos su desusada vestimenta, cómo, en fin, en el cuerpo del Rey y en el del caballo, se desleían los copos y chorreaba la humedad por el bronce abajo.
Y cada vez que hacía mal una cosa le sacudían el polvo, diciéndole mil cosas, sobre si su padre había sido esto o lo otro.
un instante, todos la sacudían de sí con notable destreza, que en eso consistía su ganancia:.
Los caballos sacudían las crines alegremente, saludando el fresco de la brisa, la reaparición de la llanura y la proximidad del pienso.
una vieja calzada: Las mulas del tiro sacudían pesadamente las.
Terribles terremotos sacudían la Arcadia y por donde quiera se sentía un hálito de muerte, de aquellas enormes multitudes de seres humanos habían salido dos clases de seres: ángeles y diablos.
Había de socios, según decían, una punta de camastrones, unitarios orgullosos y retrógrados que manejaban los títeres y no entendían de chicas, que le espulgaban la vida a uno y le sacudían, sin más ni más, por quítame allá esas pajas, cada bolilla negra que cantaba el credo.
De aquí la tirria que se profesaban y los bofetones que se sacudían.
Cerca del anochecer, cuando Mari Pepa y su hija recogían las respectivas labores y se sacudían las hilachas agarradas a los vestidos y apercibían las «nubes» y los mantones, diciéndole de paso a mi tío muchas cuchufletas por animarle, y goteaban las canales del tejado la nieve «derretida» por la lluvia que iba espesando, vino el médico otra vez.

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