Ejemplos con parasismo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Acompañóle en ellas Mahamut, pero pasándose aquel parasismo causado de la memoria renovada en el amargo cuento, quiso Mahamut consolar a Ricardo con las mejores razones que supo, mas él las atajó diciéndole:.
Acompañóle en ellas Mahamut, pero, pasándose aquel parasismo, causado de la memoria renovada en el amargo cuento, quiso Mahamut consolar a Ricardo con las mejores razones que supo, mas él se las atajó, diciéndole:-Lo que has de hacer, amigo, es aconsejarme qué haré yo para caer en desgracia de mi amo, y de todos aquellos con quien yo comunicare, para que, siendo aborrecido dél y dellos, los unos y los otros me maltraten y persigan de suerte que, añadiendo dolor a dolor y pena a pena, alcance con brevedad lo que deseo, que es acabar la vida.
Dijeron más: que luego se ausentó don Fernando, y que Luscinda no había vuelto de su parasismo hasta otro día, que contó a sus padres cómo ella era verdadera esposa de aquel Cardenio que he dicho.
Apretóle la mano Claudia, y apretósele a ella el corazón, de manera que sobre la sangre y pecho de don Vicente se quedó desmayada, y a él le tomó un mortal parasismo.
Volvió de su desmayo Claudia, pero no de su parasismo don Vicente, porque se le acabó la vida.
Había ya vuelto en este tiempo de su parasismo don Quijote, y, con el mesmo tono de voz con que el día antes había llamado a su escudero, cuando estaba tendido en el val de las estacas, le comenzó a llamar, diciendo:
De un tirón, se arrancó la corbata, se abrió el cuello de la camisa y bruscamente, haciendo crisis el estado de parasismo nervioso en que se hallaba, cayó, se desplomó de rodillas, ocultando el rostro en las almohadas, sollozando.
Y en el parasismo de la sensualidad, cuando las células disgregadas mueven el furor y desesperación de que hablaba Lucrecio, y en la complacencia con que el espectador de la tragedia deja correr sus lágrimas, herido por los filos cariciosos del arte, y en la voluptuosidad del paladar propia del goloso de lo amargo, y en aquella otra extraña voluptuosidad del que remueve sus heridas para despertar el sufrimiento y gozarse en su encono, y en la sonrisa con que el mártir, sabedor de que el martirio es el pórtico de la bienaventuranza resplandece entre las llamas de la hoguera, y en el sarcasmo con que el poeta maldecidor mezcla el agrio de su ofensa al regocijo de la burla: en todos estos casos, los dos polos de la sensibilidad se tocan y unimisman: ya es el placer quien aprovecha del dolor y le convierte en siervo suyo, ya es el dolor quien se insinúa en el seno del placer y vive allí del jugo que de él toma, como la víbora que, trepando a un lecho de nodriza en el misterio de la noche, se nutre a pechos de mujer.
-¡Señora! exclamó con una brusca irritación el conde, en el vértigo de ese parasismo que os inflama, desconocéis la razón y olvidáis al propio tiempo la condición a que os conduce vuestra altivez y vuestro error.
Abrió este sus ojos dormitantes, como si la varilla mágica de ese mismo genio le tocara, produciendo en su atormentado ánimo una súbita perturbación moral, y fijando su mirada errante, extraviada en el vértigo de su parasismo, en aquella aparición tan intempestiva, y de la cual no pudo hacerse cargo al pronto, lanzó una especie de alarido inarticulado, bajo la terrible impresión que le produjera su pesadilla, y levantándose bruscamente al propio tiempo.
Ataulfo, presa de un fuerte parasismo, pronunciaba amenazadoras palabras de una ilación incoherente, y allá a poco declarábase un profundo delirio, que hizo palidecer de terror a la vieja.
Sólo que, lo que en Constanza era un verdadero amodorramiento producido, tal vez, por la acción corrosiva de un narcótico, era en el conde un parasismo profundo parecido a la embriaguez.
El desconocido fulminó otra mirada infernal a aquella pobre mujer abatida que yacía sumida en un parasismo nervioso y ajeno de toda compasión hacia ella, retiróse con una calma espantosamente glacial, desapareciendo de aquella pieza.
a quien, si el parasismo acuerda el voto,.
Aquel que canta en esotra jaula es un músico sinsonte, que remeda los demás pájaros, y vuelve de cada pasaje como de un parasismo.
Allí le sujetaron fuertemente y le dejaron sólo para que al recobrar el uso de sus sentidos no recibiese más impresiones que las que menos daño le trajesen en medio de la debilidad producida por un tan largo parasismo.
El parasismo de la infeliz señora fue largo, y dio mucho cuidado a sus diligentes enfermeras, pero al cabo cedió a los remedios y sobre todo a su robusta naturaleza.
En abriendo yo la boca, lo mejor que se podía esperar era un bostezo o un parasismo, porque todos esperaban el , y así estaban armados de respuestas, y en despegando los labios, de tropel se oía: , «Dios_le_provea», , «Yo_me_holgara», .

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