Ejemplos con osé

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

De las causas que motivaron su encierro no me dijo nada ni osé yo preguntarle.
Consternado yo, mas lleno de respeto hacia aquel grave personaje, a quien todos los españoles considerábamos entonces poco menos que un Dios, no osé desplegar los labios en materia alguna distinta de las respuestas que tenía que dar: y cuando el héroe de Talavera me despidió con una cortesía rígida y fría como el movimiento de una estatua que se dobla por la cintura, salí lleno de confusiones y sobresaltos, mas también de ira porque yo comprendía que alguna sospecha tan grave como injusta deslustraba mi buen concepto.
Esta consideracion, o buena inspiracion, me confortó algo, pero no tanto que dejase de tomar mi capa y espada, y salir a buscar a Doña Estefanía, con presupuesto de hacer en ella un ejemplar castigo, pero la suerte, que no sabré decir si mis cosas empeoraba o mejoraba, ordenó que en ninguna parte donde pensé hallar a Doña Estefanía, la hallase: fuíme a San Llorente, encomendéme a Nuestra Señora, sentéme sobre un escaño, y con la pesadumbre me tomó un sueño tan pesado, que no despertara tan presto, si no me despertaran: fuí lleno de pensamientos y congojas a casa de Doña Clementa, y halléla con tanto reposo como señora de su casa, no le osé decir nada, porque estaba el señor D.
Pero el renegado, viendo el peligro en que estábamos, y lo mucho que le importaba salir con aquella empresa antes de ser sentido, con grandísima presteza, subió donde Agi Morato estaba, y juntamente con él fueron algunos de nosotros, que yo no osé desamparar a la Zoraida, que como desmayada se había dejado caer en mis brazos.
Porque, no solamnte no pensé poder acabar con Boscán que le traduxese, mas nunca me osé poner en dezírselo, según le veya siempre aborrecerse con los que romançan libros, aunque él a esto no lo llama romançar, ni yo tampoco, mas aunque lo fuera creo que no se escusara dello mandándolo vuestra merced.
Un tiempo, aunque fue breve, osé atrevido,.
osé cantar, Mosquera, el mal que siento,.
Non del todo librado del temor, osé por la exçitaçión de vuestra soliçitud en esta abreviada manera los ante nombrados trabajos aquí tañer, escrevir e poner, non por confiança o presumpçión de sufiçiençia, rogándovos que antes que divulguedes o publiquedes este tractado lo queráis mostrar a algunas personas entendidas e que ayan leído semejables istorias, corrigiendo o emendándola onde por aquéllos vos será consejado, porque los que después vernán puedan çierta en la corregida obra avisaçión fallar e más seguros exemplos e consejo de aquélla aver.
! ¡Gran Dios! ¡Cómo osé pronunciar esta palabra! ¡Y a mí también me espera el cadalso.
No me atreví a dar un paso, y como si me hubiesen clavado en el primer descanso de la escalera, osé preguntarla al fin:.

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