Ejemplos con oeste

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En la fachada del oeste, sobre el camino, se abren varios huecos de distinta forma y tamaño, tres de los cuales son similares a las de la fachada principal.
Por lo demás, al igual que en la fachada Oeste, presenta huecos ordenados con el tercio superior del cerramiento realizado en ladrillo visto.
Las áreas de más antigua vinculación con el edificio parecen ser el aterrazamiento hacia el Oeste, que parece coincidir con lo que en épocas remotas fuera un caño, y el jardín que ocupa antiguos lotes de la Calle Mayor.
Eran vecinos de los pueblos de los Secuanos, con los que mantenían una enemistad tradicional, y de los Arvernos al oeste.
Limita por el Norte con el Municipio Jáuregui, por el Sur y Oeste con el Municipio Sucre y por el Este con el Municipio Uribante.
Al norte, el municipio de San Pedro Sula, al sur, municipio de Pimienta, al este, municipio El Progreso y al oeste, municipio de Villanueva.
La influencia de Raedwald en Lindsey se percibe en el hecho de que se encontrase con Etelfrido justo al cruzar el río Trent, la frontera oeste de Lindsey, en la orilla este del río Idle, entre Gainsborough y Bawtry.
De oeste a este limita con la sabana sudanesa occidental, el mosaico de selva y sabana de Guinea, la selva guineana occidental de tierras bajas y la selva guineana oriental.
Los manglares de la costa oeste limitan, de norte a sur con la selva subhúmeda de Madagascar, la selva seca caducifolia de Madagascar y el monte suculento de Madagascar, mientras que los de la costa este son limítrofes de la selva de tierras bajas de Madagascar.
El manglar de Madagascar es una ecorregión de la ecozona afrotropical, definida por WWF, que se extiende principalmente por la costa oeste de Madagascar.
Desde la isla de los Pájaros, que hace abrigo a una ensenadilla muy segura, para invernar cualesquiera embarcaciones, pasaron a otra ensenada mas al oeste, en frente de la isla de los Reyes, en la misma costa septentrional: buscaron allí agua, y solamente hallaron en un valle un pozo antiguo de agua salobre, que, segun se tiene entendido, fué la única que hallaron en este puerto los holandeses.
Toda la tierra es salitrosa y esteril, solamente se hallan algunos matorrales al oeste de la entrada, que pueden servir para leña para los navios: no hay pasto para los ganados, sino es tierra adentro, que se halla algun poco en las cañadas, donde hay manantiales, ni se halla un solo árbol que pueda servir para madera.
Casi al oeste de la boca del puerto está un cerro muy alto, el cual yendo del nord-este, se vé de muy léjos, por ser el mas alto que se vé en esta costa, y de léjos parece como isla, y acercándose algo mas, se ven las puntas de otros tres cerros, que tambien parecen islas, hasta que de mas cerca se vé que son tierra firme.
Navegaron al oeste, costeando por el sur la isla de las Pinguinas, y sondando el canal hasta la isla de los Pájaros.
Navegaron al oeste, hasta la punta oriental de una isla, a la cual llamaron por respecto al capitan de este navio: y habiendo entrado por un caño estrecho, que divide a esa isla de la tierra firme, salieron con bastante trabajo a una ensenada pequeña que hace cerca de la punta occidental, sin poder pasar adelante este dia, por haber quedado en seco la lancha, con la baja marea.
Desde un peñasco, en lo mas alto de la isla, descubrió el Padre Quiroga, que la canal de este puerto corria algunas leguas al oeste sud-oeste.
El mejor sitio para ancorar las naves, que hubieran de ancorar aquí, es al oeste de la isla de Pinguinas, al abrigo de la isla de Olivares, y si hubiere una o dos naves, se pueden meter entre la isla de los Pájaros y la tierra firme.
Por la tarde, cuando lo permitia el viento, que fué poco y vario, navegaron al oeste para tomar otra vez la costa, que el temporal les habia hecho perder de vista.
Diego Varela en lancha a reconocer dicha bahia, creyendo hallar allí la entrada al rio de San Julian, pero llegando a la boca de la bahia, comenzó a bajar la marea con gran fuerza, y al mismo tiempo arreció demasiado el viento del oeste, por lo cual no pudieron arrimarse a tierra, y estuvo muy a punto de naufragar la lancha, en la cual entró de una vez cosa de una pipa de agua: por lo cual se volvieron al navio a las tres de la tarde.
Todo lo demas, que está de la banda del sur y del oeste, en marea llena, parece un golfo todo lleno de agua, pero en bajamar queda todo en seco: y así, habiendo navegado cosa de tres leguas hasta medio dia, y bajando a este tiempo la marea, se quedaron en seco.
Descubrieron hácia la parte del norte una gran laguna que se extendia tres leguas al oeste, y casi otro tanto al norte, sin comunicacion alguna con el mar, pero no pudieron saber si dicha laguna era de agua dulce.
Este puerto por el estio no tiene aguada para los navios, pues algunas lagunas manantiales, que se hallan al oeste del puerto, distan tres o cuatro leguas, y otra laguna mas próxima, que está al nor-oeste de la entrada, dista una legua del mar, y es bien dificil de hallar entre dos cerros cerca de lo alto.
La entrada del puerto es bien dificil, y no pueden entrar navios en marea baja, pues queda solamente un canal estrecho con dos brazas y media, o tres brazas de fondo, el cual corre al sud-oeste hasta una punta, en la cual hay algunas peñas, y desde allí corre mas al sur por cerca de la costa, que se deja al oeste.
En efecto, es en ese improvisado Oeste, que crece formidable frente a los viejos Estados del Atlántico y reclama para un cercano porvenir la hegemonía, donde está la más fiel representación de la vida norteamericana en el actual instante de su evolución.
Esta república militar, que se daba el título de Compañía , emprendió la retirada hacia el Oeste, marcando su camino con los saqueos y violencias que acompañan en toda época la retirada de una horda guerrera.
La goleta pasó a la vista del archipiélago de Lípari, luego, torciendo el rumbo hacia el Oeste, siguió las costas de Sicilia desde el cabo Gallo al cabo de San Vito.
Más al Oeste, aislada y solitaria en un mar limpio de escollos, está Ustica, una isla volcánica y abrupta que colonizaron los fenicios y sirvió de refugio a los piratas sarracenos.
Y como si el demonio austral sólo esperase este tributo, cesó el viento Oeste, el buque no tuvo ante su proa la infranqueable barrera de un mar hostil, y pudo entrar en el Pacífico, anclando doce días después en Valparaíso.
El buque necesitaba hacer rumbo al Oeste, y precisamente los vientos soplaban del Oeste, cortándole la ruta.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba