Ejemplos con morirás

¡Yo te daré una nueva familia! ¡Yo les diré a los espiritistas que te amen, yo los inspiraré para que no te abandonen! ¡Tú no padecerás hambre! ¡Tú no sentirás frío! ¡Tú morirás rodeada de pobres que te bendecirán y acompañarán tus restos llorando con profundo desconsuelo.

En el apartado de ficción, ha publicado las novelas Te morirás sin saberlo y El último Juan Balaguer, que obtuvo el Premio de la Crítica Valenciana, los libros de relatos Sólo por si acaso y Breve historia, entre otros títulos que desafían los límites entre los géneros, como el libro de paradojas El sol de medianoche o El manuscrit cremat , publicado originalmente en catalán.

Como dice Piedad: ¡Las misiones que harás como Inquisidor son suicidas! Morirás como todos los que te precedieron.

Morirás muy pronto si no te retiras del mar.

¡No, no morirás, tú vivirás para mí, conmigo.

¡Tú no morirás como tu padre! Tú tienes que pedir permiso al tiempo para hacerte a la mar.

No morirás de hambre, ya que según parece, voy para rico.

-Dime otra vez que si no te quiero te morirás de muerte amorosa, que es lo que más adentro del alma me allega para quererte.

¡Vamos arriba, loco! No morirás, yo te sacaré adelante.

Tú serás siempre la misma Manuela, la loca, la pretenciosa, y morirás cuando gastes el último céntimo.

-¡Infame, perra aristócrata! Mañana es tu último día, mañana morirás.

¡Morirás! dijo en alta voz Radamanto.

¡Aquí morirás, Sansón, y cuantos con él son!.

Convirtióse entonces al juez, mandándole que pronunciase, y diciendo éste que habían respondido a cuál peor, repuso Alejandro: “Pues tú morirás el primero juzgando de esa manera”, a lo que le replicó: “No hay tal ¡oh rey! a no ser que te contradigas, habiendo dicho que moriría el primero el que peor hubiese respondido”.

¡Te morirás, te lo digo, te morirás!.

En cuanto llegues a tu casa te morirás.

En vano intenté consolarme diciendo: ¡Tranquilízate, Sindbad! ¡Seguramente morirás tú primero! ¡Por consiguiente, no tendrás que ser enterrado vivo! Tal consuelo de nada había de servirme, porque poco tiempo después mi mujer cayó enferma, guardó cama algunos días y murió, a pesar de todos los cuidados con que no cesé de rodearla día y noche.

-Sí, sí - dijo Felton pasándose las manos por la frente cubierta de sudor como para arrancar de ella su última duda , sí, reconozco la voz que me habla en mis sueños: sí, reconozco los rasgos del ángel que se me aparece cada noche, gritando a mi alma que no puede dormir: «¡Golpea, salva a Inglaterra, sálvate a ti mismo, porque morirás sin haber calmado a Dios!» ¡Hablad, hablad! - exclamó Felton-.

Me has traicionado cobardemente, ¡y además conoces mi secreto! ¡Morirás!.

, ¡morirás ahorcado!.

-No morirás, porque estás muerto, pero dormirás hasta las tres de la tarde, en que despertarás con todas las generaciones.

Pero si cocieres la hornada, no entres en la rodeada de agua, pues de no hacerlo así morirás tú mismo, y contigo el más bravo toro.

Un sueño me anuncia que morirás en breve traspasado por una punta de hierro.

Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás de él, porque el día que de él comiereis, morirás.

Acaso por primera vez en su larga carrera, Danglars pensaba en la muerte con el deseo y el temor a la vez de morir, pero había llegado el momento para él de detener la vista en el espectro implacable que va en pos de toda criatura, y a cada pulsación del corazón le dice: ¡Morirás!.

Y pensé: ¡Oh Hamad! aquí morirás.

Tú no puedes entender esto, pero oye lo que te importa, tú, fanático de la negación, morirás en el seno de la Iglesia, del que nunca debiste haber salido.

-Te morirás de gusto cuando sepas que don Frutos Redondo, el más rico del Espolón, ha pedido hoy mismo tu mano.

-¡Oh! ¡No morirás, que yo te salvaré! -exclamó Pedro.