Ejemplos con merecí
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
- Mi simpatía por Sartorius, motivada quizás de su cumplida urbanidad y de las atenciones que de él merecí en otra época, no se amengua con el zarandeo en que le traen los innumerables cesantes de alta categoría, moderados inclusive, los que ministraron el pasado año con Roncali y con Lersundi, y toda la caterva progresista y democrática.
Amabilidad ceremoniosa y fría merecí del Rey, que algo me dijo, sonriendo, del motivo de mi presencia en Palacio.
La justicia oblígame a declarar que debo también gratitud al titulado Rey, por haberme permitido agregarme a la expedición desde Albarracín hasta Arganda, algunas atenciones le merecí, pocas y frías, de esas que no llegan al corazón.
Al que me compagine esto con las guerras y con la Ordenanza militar, le regalo mi jerarquía vicarial castrense, con el uso de collarín y botones morados, y de añadidura mi encomienda de Isabel la Católica, última gracia que merecí de los superiores, sin que sepa nunca por qué.
»Merced a estos y otros ensayos, merecí la altísima honra de que el ''polaco'' Sartorius me enviase más tarde a Constantinopla, a ver lo que pasaba por allí durante la guerra de Crimea.
y merecí, como otros muchos insensatos, hundirme en las sombras de la muerte.
¿Cuándo yo merecí que del estruendo.
Os voy a contar la causa de haberme quedado capón y veréis que merecí peor castigo, pues he poseído a mi ama y he fornicado con el hijo de mi ama.
Al que me compagine esto con las guerras y con la Ordenanza militar, le regalo mi jerarquía vicarial castrense, con el uso de collarín y botones morados, y de añadidura mi encomienda de Isabel la Católica, última gracia que merecí de los superiores, sin que sepa nunca por qué.
Amabilidad ceremoniosa y fría merecí del Rey, que algo me dijo, sonriendo, del quid pro quo motivo de mi presencia en Palacio.
bien merecí ganarlo por el esfuerzo de mi valor y por la fuerza con que te quiero.
-¿Cuándo, hermosa señora mía, merecí yo tal favor? Ahora sí que doy mis penas por bien empleadas.
Con lo cual y el movimiento y los rumores que volvieron a notarse entre los tertuliantes apenas acabada la lectura, me sentí muy confortado y animoso, tanto, que habiéndome colocado la casualidad casi en contacto con Clara, me atreví a saludarla: y ¡fíese nadie de atolondramientos!, merecí la más afectuosa de las acogidas de la hija de la insufrible Pilita, que, felizmente, esgrimía su diabólico abanico en el extremo opuesto del salón, entre dos cotorronas muy emperifolladas.
Con ellos debo yo responder ante mi Rey de los caudales en que merecí su excelsa confianza, y antes me quitaréis la vida que recibir uno solo de mis manos, consagrando el insigne salteo que habéis hecho.
¿Quién habrá que no diga que merecí hallarlos? Como respondió un agudo a un hombre que había cuatro años que buscaba su mujer por las partes más principales del mundo porque se le había ido: «Por cierto, hermano, vos merecéis que os venga a las manos.
-Pues bien, yo, que merecí el honor de que el rey me eligiese para llevar su mensaje a los.
