Ejemplos con melodiosos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El continuo contraste entre pasajes melodiosos y tranquilos y periodos musicales enérgicos será una constante en toda la música de Jethro Tull.
Sus primeras obras, en efecto, expresan la superficialidad y frivolidad que caracterizaron a esta época, pero sus poesías de la segunda etapa no son ya la obra de un mero poeta del placer, como le definió Thorild, sino la expresión sincera de sus pensamientos morales en versos armoniosos y melodiosos.
Sin embargo, y a lo largo del tiempo, los gaiteros han compuesto dianas con ritmos más sosegados y melodiosos, quizá pensando en endulzar, de alguna manera, el despertar del que todavía disfruta del sueño.
En éste se conjugan los atrevimientos sonoros de los trabajos realizados con RCA, y los momentos melodiosos que alcanzarán su expresión máxima con Chariots of Fire y Opera Sauvage.
Aunque posee pasajes melodiosos y disfrutables, la obra suele ser comparada con otras óperas cómicas, en particular las de Rossini y Mozart.
A un nivel no técnico, son los sonidos que emiten las aves y que son melodiosos al oído humano.
¡Qué poeta, amigo mío! ¡Qué fantasía! ¡Qué vena fácil, armoniosa, fresca! Jamás se han escrito en español ni imagino que en idioma alguno unos versos más melodiosos.
De donde infería aquel ilustre heraldo del romanticismo, y con frase elocuente declaraba, que la verdad artística no era otra cosa que el conjunto ideal de las principales formas de la naturaleza, una especie de tinta luminosa que comprende sus más vivos colores, una manera de bálsamo, de elixir o de quintaesencia extraída de los jugos mejores de la realidad, una perfecta armonía de sus sonidos más melodiosos.
A las doce, y al sonoro repique a vuelo de las campanas, y a los acentos melodiosos del órgano, el oficio se comenzó.
Yo vengo aquí, a rendir el tributo infeliz de mis palabras, al literato insigne, al poeta sincero, al orador maravilloso, al hombre tierno y sonoro, grande y bueno, que despertó en mi alma, ya con las armonías incomparables de su joyante prosa, ya con los trinos melodiosos de sus versos, ya con el himno triunfal de su voz pitonisaria, el amor inextinguible por la Libertad y la Belleza, al hombre cuya cabeza ya está hueca, cuyos labios ya están mudos, cuya mano está ya deshecha, al apóstol y al mártir que reposa para siempre en la almohada eterna y en el inmortal silencio.
Y ya se sabía por toda la ciudad, con envidia de muchas locuelas, que tras de Sol del Valle había echado Pedro Real todos sus deseos, sus ojos melodiosos, su varonil figura, sus caballos caracoleadores, sus ímpetus de enamorado de leyenda.
Ya llevábamos un gran rato engullendo las célicas viandas, cuando del sitio donde estaba vino una música de tal suavidad y tan lindamente concertada en giros melodiosos, que al oírla sentíamos como si manos angélicas nos levantasen en vilo y al mismo cielo nos transportaran.
sobre el ruiseñor enamorado en el momento mismo en que exhala sus trinos más melodiosos.
y en melodiosos trinos no aprendidos.
Al son de los laúdes melodiosos, bebiendo la copa en las manos del escanciador, en las praderas de rosas y narcisos.
Vila, seguida de ellas, abrirse paso entre la multitud, subir a lo alto del santuario, de donde muy luego, acompañada de los acordes melodiosos del piano, elevose una voz celestial entonando el Ave maris Stella.
Misteriosas compañeras de Febe, las estrellas innumerables alumbran la morada celeste de los dioses, y por lo poco que de su luz ven los mortales, no pueden tener de su verdadero esplendor, sino la misma idea vaga que de una fiesta regia puede tener el pobre transeúnte, al percibir desde lejos, filtraciones luminosas y melodiosos ecos.
¡Y qué escenas! Los domingos van las beldades tucumanas a pasar el día en aquellas galerías sin límites, cada familia escoge un lugar aparente: apártanse las naranjas que embarazan el paso, si es el otoño, o bien sobre la gruesa alfombra de azahares que tapiza el suelo, se balancean las parejas de baile, y con los perfumes de sus flores se dilatan debilitándose a lo lejos los sonidos melodiosos de los tristes cantares que acompaña la guitarra.
Uno, arranca melodiosos acordes de su sonora concha, otro, con una tela de seda, le protege de los ardores del importuno sol, otro sostiene un espejo frente a los ojos de la diosa, otros nadan bajo el agua, dando impulso a su carroza.
Por aquellos días vino un trovador extranjero a hacer oír sus melodiosos acentos al pie de las torres de San Bernardo.
se volvió hacia la esclava rubia, y le dijo: ¡Oh Sol-del-Día, cuerpo de ámbar y oro! ¿Quieres bordarnos más versos sobre un delicado motivo de amor? Y la rubia joven inclinó su cabeza de oro hacia el sonoro instrumento, cerró a medias sus ojos claros como la aurora, preludió con algunos acordes melodiosos, que hicieron vibrar sin esfuerzo las almas y los cuerpos por dentro como por fuera, y tras de haber iniciado los transportes con un principio no muy fuerte, dio a su voz, tesoro de los tesoros, su mayor arranque y cantó:.
había allí una jaula de metal dorado que servía de cárcel a un ruiseñor, cuyos trinos melodiosos.
Casi al mismo tiempo, de entre los árboles oyeron el eco de unos sonidos melodiosos, dulcísimos,que parecían provenir de alguna flauta.
Y más abajo de estos nombres melodiosos y rimbombantes, que suenan como gorgoritos, una tentadora lista de óperas, de las cuales, desde hacía bastantes años, no se oía en Marineda sino algún trozo ejecutado por las charangas o hecho picadillo por los pianos: Lucía, Barbero, Fausto, ¡y hasta Roberto el Diablo y Hugonotes!.
Un muchacho que tocaba la flauta se acercó a la mesa, miró fijamente a los tres comensales, en una actitud de bajorrelieve, y de su instrumento surgieron los sonidos más dulces y melodiosos, una de esas cantinelas populares en modo menor cuyo encanto es tan penetrante.
Estas dos musas, que presiden a los movimientos de los cuerpos celestes y a los discursos de los dioses y de los hombres, son aquellas cuyos cantos son melodiosos.
Pero, amigo, oigo música, los sones melodiosos de una guitarra y una voz meliflua.
Y ya se sabía por toda la ciudad, con envidia de muchas locuelas, que tras de Sol del Valle había echado Pedro Real todos sus deseos, sus ojos melodiosos, su varonil figura, sus caballos caracoleadores, sus ímpetus de enamorado de leyenda.
Ya llevábamos un gran rato engullendo las célicas viandas, cuando del sitio donde estaba Euterpe vino una música de tal suavidad y tan lindamente concertada en giros melodiosos, que al oírla sentíamos como si manos angélicas nos levantasen en vilo y al mismo cielo nos transportaran.
La tierra que hollaban era de azafrán dorado, las piedras eran de jade y de rubíes, extendíanse las praderas en cuadros de flores exquisitas con corolas ondulantes bajo la brisa que embalsamaban, casándose las sonrisas de las rosas con las tiernas miradas de los narcisos, conviviendo los lirios con los claveles, las violetas, la manzanilla y las anémonas, y triscando ligeras entre las líneas blancas de jazmines las gacelas saltarinas, las frondas de los áloes y de otros árboles de grandes flores refulgentes susurraban con todas sus ramas, desde las que arrullaban las tórtolas en respuesta al murmullo de los arroyos, y con voz conmovida cantaban los ruiseñores a las rosas su martirio amoroso, mientras las rosas escuchábanles atentamente, aquí los manantiales melodiosos se ocultaban bajo cañaverales de azúcar, únicas cañas que en el paraje había, allá, la tierra natural mostraba sin esfuerzo sus riquezas jóvenes y respiraba en medio de su primavera.

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