Ejemplos con maltrate

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

León, no la maltrate usted dijo la Superiora.
No quiero yo que se le maltrate.
Retráteme el que quisiere dijo don Quijote, pero no me maltrate, que muchas veces suele caerse la paciencia cuando la cargan de injurias.
Algunas veces, al presenciar una de aquellas matanzas, atrevíame a preguntarme con el pensamiento, pues con la lengua hubiera sido tanto como quedarme sin ella en el gaznate: «¿Qué razón puede haber para que faltas tan leves merezcan castigos tan horrendos? ¿Cómo hay padres que consientan que un extraño maltrate de este modo a sus hijos? ¿Quién ha dado a este hombre tan bárbaras atribuciones? Si esto es cátedra, sobran los palos, si matadero, sobran los libros».
-No se puede, niña -dijo el sargento-, retírese usted, si viene el comandante puede que la maltrate, y es mejor que se vaya .
Creo asimismo que ningún autor debe abandonar sus obras, aunque el público las oiga con frialdad y el frívolo reporterismo las maltrate.
-¿Qué, quiere que la rete, que la maltrate, que sea un tirano con ella?.
No quiero yo que se le maltrate.
Yo juré a aquella mujer cumplir su voluntad, y estoy, resuelto a cumplirla, no consintiendo que nadie maltrate a esas niñas, que además de haberme sido recomendadas por una madre moribunda y, además de ser mis hijas, tienen el título más santo y más legítimo que los niños pueden tener al amor y al amparo de los hombres y las mujeres, ¡el de no tener madre!.
Una mujer que está gozando de Dios, porque vivió y murió santamente, una mujer a quien yo quería como te quiero a ti, me dijo momentos antes de volar al seno del Señor: «¡Por la Virgen Santísima te pido que si das madrastra a las hijas de mi alma, no consientas que las maltrate, ni las maltrates tú tampoco mientras cumplan con el primer deber de los hijos, que es la obediencia».
No te lo prohíbo, porque me hago cargo de que donde no hay mujer no hay cosa con cosa, pero por la Virgen Santísima te pido que si das madrastra a las hijas de mi alma, no consientas que las maltrate, ni las maltrates tú tampoco mientras cumplan con el primer deber de los hijos, que es obedecer a sus padres.
Comparóse también su prisión alevosa con los insultos que se le dirigieron desde la calle, la noche del inolvidable festín, pero ¿qué tenía que ver la una con los otros? Que el hombre prohibido por la bebida, en una ocasión salga de la taberna y falte a éste o al de más allá, tiene su disculpa, pero que, porque yo sea fuerte y poderoso, atropelle al vecino y le maltrate, no tiene perdón de Dios».

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