Ejemplos con mérito

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Ya para entonces nuestro diputado había conseguido vencer el estupor en que vivió los primeros días, efecto de la alta idea que se había formado del mérito de cuantos le rodeaban en el salón, idea que le acoquinaba hasta el punto de no atreverse a mirar a nadie a la cara, por si le aludían y le obligaban a tomar la palabra , lo cual le hubiera hecho el efecto de un rayo sobre la mollera.
Lo veo difícil con este Gobierno, con el que no me reconciliaré jamás mientras yo observe que da al favor lo que debe al mérito.
Así y todo, aun los más prevenidos contra aquella índole literaria tan angelical y tan simpática, ante quien toda crítica enmudece, no podrán menos de reconocer a la insigne dama andaluza, autora de y de , el mérito supremo de haber creado la novela moderna de costumbres españolas, la novela de sabor local, siendo en este concepto discípulos suyos cuantos hoy la cultivan, y entre ellos Pereda, que afín además por sus ideas con las de Fernán Caballero, se ha gloriado siempre de semejante filiación intelectual.
Este es mérito común a los asiáticos.
Había abandonado la mesa la familia y aún duraban los elogios a Visanteta por el mérito de la que les había servido, cuando comenzaron a llegar los amigos.
Con majestad teatral, doña Manuela dio un duro a cada uno, más un pañuelo de seda a Visanteta, por lo satisfecha que estaba de su mérito como cocinera.
Tenía conciencia de su mérito, y procuraba, por todos los medios que estaban a su alcance, conservar su buen nombre, y cuidar de que ni la sombra más leve empañara su envidiable reputación.
Este mérito grande no se le podía negar.
Porque no había que pensar que el mérito fuera una inmunidad.
¡Ah!, señora doña Jacinta, guárdese el mérito para quien lo crea, usted caerá tiene usted que caer, si no ha caído ya.
Sí, señora, yo sería lo que es usted si estuviera donde usted está Vaya, que el mérito no es tan del otro jueves, ni hay motivo para tanto bombo y platillo.
Temía que Dios la castigase por su orgullo, temía que el adorado hijo enfermara de la noche a la mañana y se muriera como tantos otros de menos mérito físico y moral.
José, que se movía en el asiento como si este tuviese espinas, y volviendo a lamentarse de su destino, se dejó decir: Porque no hacen solutamente estimación de los verídicos hombres del mérito.
Entre la mejor de las camelias y el más amarillo y sosón de los girasoles, no hallaba gran diferencia en cuanto al mérito.
Repito que me quedo, ¡vaya! Si no hay en ello mérito alguno, ni sacrificio.
¡Y yo tan estúpido que no conocí tu mérito!, ¡yo que te estaba mirando todos los días, como mira el burro la flor sin atreverse a comérsela! ¡Y me comí el cardo! ¡Oh!, perdón, perdón Estaba ciego, encanallado, era yo muy esto quiere decir , vida mía.

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