Ejemplos con lujosos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Esta importante vía se encuentra dentro del complejo comercial Angelópolis, que alberga varios centros comerciales, fraccionamientos y edificios de departamentos muy lujosos, esto por el desarrollo dado en la zona poniente de la ciudad.
Con una cinematografía y vestuarios lujosos y ambientado en la República Checa y Francia, el filme recibió críticas positivas y una nominación al a Milena Canonero.
El proceso de renovación urbana de New Brunswick continua, mientras se construyen más complejos habitacionales lujosos en el centro en un intento por atraer personas que trabajan en grandes centros de empleo, como Newark y Nueva York, para que vivan en la ciudad.
Shaun es un fanático de los coches lujosos, especialmente de los Cadillacs.
El uniforme de los Alabarderos del la Guardia del Virrey del Perú ha variado según la época, cuando el Virrey Francisco de Toledo llegó a Lima los Alabarderos vestían lujosos uniformes amarillos, negros y rojos y en el siglo XVIII vestían casaca azul y falda, chaleco, pantalón corto, medias blancas, zapatos con hebilla, sombrero de tres picos, que cubría la peluca recogida en moño, llamada coleta, además de la alabarda estaban armados con espada.
Valentino insiste en la femineidad de la mujer, en resaltar su silueta y en emplear tejidos lujosos y colores vivos.
Originalmente concebidas como estructuras meramente defensivas, sobre el curso del periodo Sengoku muchos de estos castillos de montaña se convirtieron en residencias permanentes, con elaborados exteriores y lujosos interiores.
Chichiriviche ha logrado un desarrollo sostenido de su industria turística, con una infraestructura de servicios que se traduce en lujosos hoteles, centros vacacionales, posadas, restaurantes, red de marinas, comercios y sitios de diversión nocturna.
En su vestimenta: Las mujeres están ataviadas con lujosos y multicolores mantones y sus tradicionales polleras, con blusas blancas y centros de colores diversos, con un sombrero de copa baja, que cubre su cabello largo dispuesto en dos trenzas y espléndidamente adornadas, y botines blancos, este traje trata de expresar o simbolizar a la Cholita Puneña con su traje de gala.
Estos cuentan con lujosos adelantos para la época como calefacción central, dormitorios en suite, portero eléctrico y dependencias y áreas de servicio.
Resaltan en su fachada lujosos detalles tales como su puerta de bronce electrolítico, construida en Grecia y sus farolas externas de bronce cobrizo que iluminaban ambas calles.
Capote de paseo: una capa corta de seda, con múltiples y lujosos bordados, que el diestro se anuda ritualmente al cuerpo para efectuar el paseíllo.
Situado entre el parque del V Centenario y la casa-cuartel de la Guardia Civil, en los últimos años se ha convertido en un barrio donde predominan lujosos chalets.
La marca de Flair era salir con lujosos trajes y un estilo Playboy, junto con su marca de rudo y la de Triple H, fueron el sello del grupo, durante el combate y después de Evolución.
Finalmente, entra en juego la no definible brujería de Cossío, para dotar a sus superficies de unos lujosos fulgores, de unos prestigios viejísimos, de unas condiciones tan suntuosas y halagadoras a la vista que cada uno de sus cuadros, por recién pintado que esté, ya muestra apetencias museales, de obra maestra sescentista con derecho a sitio en el Prado o en el Louvre.
Una vez que Leovigildo constituyó un dominio territorial, va a adoptar un ceremonial de corte inspirado en Bizancio: llevará diadema, lujosos vestidos de seda, utilizará un trono, acuñará moneda de oro.
Unos habían tenido millones y paseado en lujosos carruajes allá en Madrid, ciudad casi fantástica, cuyo nombre sonaba en los oídos de los isleños como el de Bagdad para el pobre árabe del desierto que escucha un relato de.
Luego, haciendo un esfuerzo, concentraba su atención, y oía a Febrer que le hablaba de grandes y lejanas ciudades, de desfiles de coches lujosos, con mujeres que ostentaban las últimas modas, de escalinatas de teatros por donde descendían cascadas de brillantes, plumas y hombros desnudos, esforzándose él por colocarse al nivel del pensamiento de la muchacha, por halagarla con estas descripciones de gloria femenil.
Por eso buscaba allí una buena escuela en que nutrir sus inclinaciones, no precisamente porque esperase utilizarla algún día desde aquellos lujosos escaños, como padre de la patria, sino porque le juzgaba él indispensable para entrar con desembarazo en el terreno al cual pensaba trasplantarse en breve.
Los regimientos de infantería que Desnoyers había visto en Berlín reflejando la luz en metales y correajes, los húsares lujosos y terroríficos, los coraceros de albo uniforme semejantes a los paladines del Santo Graal, los artilleros con el pecho regleteado de fajas blancas, todos los militares que en los desfiles arrancaban suspiros de admiración a los Hartrott, aparecían ahora unificados y confundidos por la monotonía del color, todos de verde mostaza, como lagartos empolvados que en su arrastre buscan confundirse con el suelo.
¡Un señor tan bueno y tan religioso! ¡Que Dios lo tenga en su gloria! Y al salir a la plaza contemplaba con ojos tiernos los jinetes y amazonas que se dirigían al Bosque, los lujosos automóviles, la mañana radiante de sol, toda la fresca puerilidad de las primeras horas del día, reconociendo que es muy hermoso vivir.
Los que habitaban hoteles lujosos iban a instalarse en villas y de los alrededores, los pobres, cansados del rancho del matadero, se enganchaban para trabajar en obras públicas del interior.
Los capitanes de trasatlántico lamentaban sus lujosos camarotes convertidos en dormitorios de tropa, sus cubiertas charoladas, que habían pasado a ser establos, sus comedores, donde se sentaban antes las gentes con o escotadas, y debían ser regados ahora con toda clase de desinfectantes para repeler la invasión de chinches y piojos, los olores animales de tantos hombres y bestias amontonados.
Estos soberanos, muelles, lujosos, refinados, comenzaron a temblar ante los hombres cuyo auxilio habían solicitado imprudentemente.
El mandarín no mira para los muebles que el chino le presenta con orgullo, no repara en los lujosos tapices, en los pescados suculentos.
En pocos días desplegó como en un gran telón ante los ojos pasmados de la joven, el mundo cortesano que tanto ansiaba ella conocer, la vida íntima, secreta, de aquellos jóvenes pálidos, de bigotes retorcidos, que veía pasar en la Castellana guiando lujosos trenes, de aquellas lindas y orgullosas damas, que ostentaban en su carruaje timbre ducal y apenas se dignaban dejar caer sobre ella una mirada indiferente y desdeñosa.
Intervinieron los guardias de orden público en favor de las mujerzuelas, y mientras tanto, huyeron en un segundo los lujosos trenes, al galope, a la desbandada, mordiéndose los hombres el bigote de despecho, escondiendo las mujeres, llenas de vergüenza, los rostros azorados.
También era ya tarde, y viose precisado a detenerse frente al Veloz-Club, entre el remolino que allí se iba amontonando, de lujosos trenes que volvían de la Castellana y humildes simones que pretendían inútilmente cruzar de un lado a otro.
Eran las de López las que llamaban, unas perchas , según Amparito, a las que caían rematadamente mal los vestidos lujosos y recargados con que las obsequiaba el papá a cada operación afortunada en la Bolsa.
Los más lujosos trajes de nuestras madrileñas sirven de disfraz a los jóvenes más traviesos y distinguidos.

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