Ejemplos con lisiado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el discurso que dijo acerca de su personal: Tengo un negro, una mujer, dos Judios y un lisiado.
Dublanc fue lisiado por el Caballero Negro arrancándole la mandíbula.
Don Francisco, imitando el proyecto de Jerry Lewis en los Estados Unidos, importó la idea a su país, apadrinando a la Sociedad Pro-Ayuda al Niño Lisiado.
Una de las veces que se encontraba en Madrid, y obligado a huir de la justicia que lo andaba buscando, su ingenio se impuso una vez más y logró esquivarlos haciéndose pasar por un lisiado paralítico.
Apophis pidió a Teal'c matar a uno de los aldeanos, y Teal'c que intentaba ser lo mas compasivo como le fuera posible, eligió al padre de Hanno, que era lisiado, porque permitiría que el grupo escapara más rápido la próxima vez.
Crom Dubh era descrito como un Dios lisiado y oscuro.
Esta lisiado al igual que su Jinete Oromis.
Está Lisiado al igual que su dragón Glaedr.
Lisiado después de Cancha Rayada, O'Higgins delegó el mando de las tropas patriotas en San Martín.
Ya que Dios ha permitido que salvaras de este peligro en que fácilmente pudiste perecer o quedar lisiado para siempre, es que consiente en hacerte feliz.
Por entre la turbamulta paseamos, habló con dos aguadoras, yo con un mendigo lisiado a quien llevaban en un carrito.
Cierto es que la miserable condición de Pepillo, enfermizo y lisiado, explicaba muy bien los mimos y consentimientos de sus padres.
Causóme dolorosa impresión la figura de aquel pobre niño enfermizo y lisiado.
El pobre niño, lisiado, enfermizo, horrendamente precoz, era ruin, mezquino, insolente, atrevido y deslenguado.
Por fin lo consiguió, acarreándolas delicadamente, y cuando las tuvo delante de él, las abrió, con el corazón palpitante, pero no encontró dentro más que un mono muy grande, tuerto y lisiado.
o por tener el seso lisiado, o por estar habituados a malas costumbres, o por ser de.
La Condesa se hubiera quedado sola con su servidumbre, si el cielo no hubiera dispuesto que el más alegre y entendido de sus hijos, cuando apenas tenía doce años, hiciese la travesura de montar en un potro cerril, que se despeñó y rodó con él por un barranco, dejándole lisiado para siempre, y tan cojo, que difícilmente podía salir de casa, a no tomar muletas, en vez de tomar las armas.
Pero al llegar a este reino, pensé: ¡Oh Aziz! ¿De qué pueden servirte, ¡oh pobre lisiado! todas las princesas y todas las jóvenes del mundo? ¿De qué han de servirte cuando te han dejado el vientre tan liso como el de una mujer?.
¿de qué pueden servirte, ¡oh pobre lisiado! todas las princesas y todas las jóvenes del mundo? ¿De qué han de servirte cuando te han dejado el vientre tan liso como el de una mujer?.
De dos que tenía, el uno era sordo y lisiado, y el otro, llamado Atis, el más sobresaliente de los jóvenes de su edad.
Sin embargo de todo esto, a muchos, luego que se vieron abandonados de los aliados, y tuvieron por cierto que Epaminondas, vencedor y lleno de orgullo con el triunfo, trataría de invadir el Peloponeso, les vinieron a la imaginación los oráculos y la cojera de Agesilao, propendiendo al desaliento y a la superstición, por creer que aquellas desgracias le habían venido a la ciudad a causa de haber desechado del reino al de pies firmes y haber preferido a un cojo y lisiado, de lo que el oráculo les había avisado se guardasen sobre todo.
pero no encontró dentro más que un mono muy grande, tuerto y lisiado.
Melchor Portocarrero Laso de la Vega, conde de la Monclova y virrey de estos reinos del Perú y Chile, era hombre con quien cargaba una legión de diablos, siempre que llegaba a sus oídos el apodo con que lo bautizara el zumbón pueblo de Lima, no embargante que el tal apodo más tenía de honorífico que de ridículo, pues tengo para mí que enaltece a un guerrero el resultar lisiado en el campo de batalla.
Villacastín recobrose a poco, armó la ballesta y consiguió matar a quién tan feamente lisiado lo dejaba de por vida.
Es el más lisiado, ¡ah!, el más leproso, él más cojo, manco y ciego de todos.
Diego, al verle de tal modo lisiado, le puso un mote que hizo sonreír a su esposa la duquesa, poco amiga también de aquellas confianzas de los criados, le llamó el Torso, porque apenas le quedaba más que el tronco, y ese, viejo y arrugado, aunque fuerte como una encina.
Y tú, Carbajosa, no te rías de verme lisiado, que por tigo no me cambio.
¡Es lo mejor! Califa contestó: ¡Escucho y obedezco! Y se acercó al mono tuerto y lisiado, y le desató del árbol, y también dió libertad al mono consejero.
En cuanto a Abu-Saada el judío, inaugurará mañana su jornada con el espectáculo de este mono tuerto y lisiado, y tendrá la misma visión todas las noches, y cada día le afligirá Alah con un nuevo impuesto o una carga o una vejación, y de ese modo, al poco tiempo se arruinará, ¡y cuando no tenga ya nada entre las manos, se verá reducido a la mendicidad! ¡Así, pues, ¡oh Califa! retén bien en la memoria lo que acabo de decirte, y prosperarás y seguirás el camino recto de la dicha!.
Cuando Califa oyó este discurso del mono tuerto y lisiado, contuvo su gesto amenazador y fue hacia el agua, donde arrojó su red, dejando flotar la cuerda.

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