Ejemplos con labradoras

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Entre las piezas locales destacan: las labradoras, canciones de quintos, villancicos, coplas, mayos, jotas, seguidillas, etc.
El sayuelo era una prenda típicamente agrícola, utilizado por las labradoras.
La imagen de las labradoras en las puertas de sus casas o a los pies de sus hogares realizando pacientemente bordados, es reflejada en miles de relatos de la época.
Las voces resonaban en las ciudades populosas, en las villas que parecían muertas, en las aldeas labradoras.
Despejose el cielo a las seis, y salieron las labradoras a buscar a sus hombres y a medir el aterrador destrozo de sus campos.
Destacábanse los grupos de soldados, con los roses enfundados de blanco, los huertanos iban en cuadrilla, cogidos de las manos por temor de extraviarse, y pasaban las labradoras con su traje de fiesta, arrastrando tras sí un racimo de chiquillos llorones y cansados, precedidas por los maridos en mangas de camisa, chaleco negro y el garrote de Liria en la mano, mirando a todos con fijeza, como si temiesen que los señoritos se burlasen de la familia.
A las dos semanas chapurreaba el valenciano de un modo que hacía reír a las labradoras parroquianas de la casa, y sin que la dureza del trabajo disminuyera para él, todos le querían y no sabía a quién atender, pues Melchor por aquí, Melchorico por allí, nunca le dejaban un instante quieto.
En lo demás, la Granadina del campo, y singularmente las ricas, son lo mismo que las labradoras de la capital, si bien menos joviales y hasta un poco atrabiliarias.
En resolución: así como Sancho vio a las labradoras, a paso tirado volvió a buscar a su señor don Quijote, y hallóle suspirando y diciendo mil amorosas lamentaciones.
Las labradoras estaban asimismo atónitas, viendo aquellos dos hombres tan diferentes hincados de rodillas, que no dejaban pasar adelante a su compañera, pero, rompiendo el silencio la detenida, toda desgraciada y mohína, dijo:.
Y, diciendo esto, se adelantó a recebir a las tres aldeanas, y, apeándose del rucio, tuvo del cabestro al jumento de una de las tres labradoras, y, hincando ambas rodillas en el suelo, dijo:.
Tendió don Quijote los ojos por todo el camino del Toboso, y como no vio sino a las tres labradoras, turbóse todo, y preguntó a Sancho si las había dejado fuera de la ciudad.
Despejose el cielo a las seis, y salieron las labradoras a buscar a sus hombres y a medir el aterrador destrozo de sus campos.
soñando en los vibrares de manos labradoras.
«Y esto último lo dice con inmenso júbilo, porque aquéllos son ya los meses mayores, como él llama a los meses más distantes de la última recolección, meses en que son mayores las necesidades y los apuros de las gentes labradoras.
Salen los labradores y las labradoras con la cabeza de FERNÁN GÓMEZ en una lanza.

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