Ejemplos con insensiblemente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Fuese instruyendo insensiblemente en la patarata de los rótulos: entrometiose en la golosina de los jarabes y las conservas: y con este baño, y algunas unturas que se daba en los ratos ociosos con los Cánones del Mesue salió en pocos días tan buen gramático y famoso farmacéutico como los más de este ejercicio.
Pasando insensiblemente de la desolación al escarnio, de la parodia a la invectiva, de la injuria a la ternura, el autor deja libre cauce a su causticidad devastadora en una última y genial requisitoria contra el papa Juan Pablo II a lo largo de todo el libro.
El tiempo corría, corría insensiblemente cuando en un momento de reposo, vio acercarse a su madre con el rostro de preocupación por la tardanza de Manolillo.
La mujer de Pep y su hijo pasaron insensiblemente delante de ellos, y al quedar solos los dos en la senda, acabaron por detenerse sin saber lo que hacían.
La mañana transcurría insensiblemente entre los largos desperezamientos del despertar y los preparativos del almuerzo, confeccionado por ellos mismos.
Ulises la dió el brazo y empezaron a avanzar en la sombra impulsados insensiblemente en su marcha por la facilidad de ir cuesta abajo.
Cuántas veces en los días festivos, solíamos atravesar el río Hudson e internarnos en las hermosas arboledas de las Palisades o recorríamos las avenidas del Parque Central, y allí transcurrían insensiblemente las horas, bajo la influencia de su palabra sana y amena que hacía olvidar el bullicio de la metrópoli.
¿Por qué no había de conocer su verdadero amor con sus penas y alegrías después de haberse rozado insensiblemente con tantos hombres? ¡Ah ! Había que tomar la vida con serenidad filosófica.
Pero ¿cómo se explicaba su conducta? ¿Por qué no escribirle durante el viaje ni presentarse a la vuelta? ¿Acaso imaginaría el muy necio que esquivando la ocasión quitaba el peligro? Ofuscada por la vanidad, se acostumbró insensiblemente a la creencia de que la habían amado dos hombres, Gabriel y Julián: el muerto y el vivo.
Se alejó de sus campos, de su barraca, yendo insensiblemente camino abajo, con paso lento, hacia la taberna de.
Con sujetos de letras y doctrina, o que por gracia, por entusiasmo, por hondo sentir poético y por elevación de miras y de ideas, le infundían confianza y le inspiraban simpatías, su discurso le arrebataba fácil e insensiblemente a las más altas regiones, pero con ciertas gentes medianas, que presumen de cultas, el Padre Enrique se recogía por instinto, sentía su carencia de poder y de influjo, y ni era sencillo, ni era elevado, ni conmovía por la candorosa expresión de los afectos, ni alzaba en pos de sí las inteligencias, tendiendo el vuelo de águila la suya.
Por no separarse de su mujer, a cambio de las migajas de su amor, sufría aparentando desconocer su vilipendio, se burlaba de otros maridos infortunados, pretendiendo garantizar con la osadía la falta de vergüenza, hizo papel de engañado, y así, insensiblemente, fue pasando de la debilidad a la costumbre y de la costumbre al envilecimiento, hasta ser un ejemplar extraordinario, un caso de ceguera moral inverosímil y absurdo.
Iba con frecuencia a , por ser los géneros baratos, y Juanito, insensiblemente, recogiendo hoy una palabra y uniéndola con otra tres días después, se enteró de quién era.
Vagaban padre e hijo, aturdidos por el ruido de la venta, estrujados por los codazos de la muchedumbre, e insensiblemente, atraídos por una fuerza misteriosa, iban a detenerse en la escalinata de la Lonja, frente a la famosa fachada de los Santos Juanes.
Al poco tiempo de fundar su establecimiento, cuando aún la primera guerra carlista tenía en suspenso la suerte de la nación, don Eugenio se formó insensiblemente una tertulia junto a su mostrador, sobre el cual, como una antorcha simbólica de la rutina comercial, lucía un enorme velón de cuatro mecheros, fabricado con más de arroba y media de bronce.
Producto de una de estas invasiones de vándalos con pañizuelo y calzón corto fue el entrar como aprendiz en la tienda de un chicuelo, al que don Eugenio le fue tomando insensiblemente cierto afecto, sin duda porque recordando su pasado se contemplaba en él como en un espejo.
Primero, habían hablado del tiempo, riéndose de los arabescos caprichosos que trazaban las gotas de lluvia escurriéndose por el cristal, pero el joven, pálido y tembloroso, como si le atormentase algún pensamiento oculto, guiaba la conversación insensiblemente, y Amparito se dejaba arrastrar, segura de que por cualquier camino llegaría siempre adonde ella deseaba.
Lo que más extrañeza le causaba era que se mostrasen ahora en ella tan terribles escrúpulos, cuando a raíz de su primera viudez había caído fácil e insensiblemente en los brazos de Pajares.
Pero el paseo las atraía, no sabían adonde ir, y al fin, insensiblemente, sin ponerse de acuerdo, encamináronse allá.
Le sorprendió la rapidez con que había transcurrido el tiempo y continuó su camino, dispuesto a vagar sin rumbo fijo, pero los grupos de gente que siguiendo el pretil marchaban en la misma dirección le arrastraron, haciendo que insensiblemente se encaminara a la feria de la Alameda.
Pero ¿dónde estaba el señor Cuadros? Insensiblemente se dejó arrastrar por un espíritu de desconfianza que acababa de despertarse en él, y dentro de su casa, por una precaución inexplicable, le hacía andar de puntillas como si fuese un ladrón.
Al entrar en la casa, pasó insensiblemente del soliloquio al discurso, dando voz a sus meditaciones.
La conversación del círculo, que empezaba casi siempre con el tema de la guerra, pasaba insensiblemente al de los empleos.
Insensiblemente, con la ayuda de la burocracia, de la pobreza y de la educación académica que todos los españoles reciben, se han ido compenetrando las clases todas, y sus miembros se introducen de una en otra, tejiendo una red espesa que amarra y solidifica la masa nacional.
La música de las palabras, que no le despertaban idea alguna, el haber vuelto a entrar en calor, la misma satisfacción de estar con su favorito, le trajeron insensiblemente el sueño anterior, y Perucho, al armar la algazara acostumbrada cuando terminan los cuentos de cocos, la vio con los ojos cerrados.
Pero como si el tren de Salamanca hubiera estado aguardando a que nos fuese grata la permanencia en la Estación de para decir , la campanilla, y el pito, y las voces de los empleados nos sacaron en esto de la contemplación de tan venerables ruinas y de sus grandes recuerdos históricos, obligándonos a correr más que aprisa hacia el andén, del cual nos habíamos alejado insensiblemente.
Y vean ustedes cómo, por medio de ficciones novelescas y de caprichosos artificios, hemos venido insensiblemente a saber cuál es, sobre poco más o menos, la existencia de todas las señoras y señoritas de una de esas ciudades.
Relegado insensiblemente a segundo término lo que daba margen al coloquio, el cura y la muchacha conversaban amigablemente, depurando, casi sin saberlo, lo que de terrenal tenía el comienzo de su diálogo.
El hombre de la tierra y el del cielo caminaban juntos, y cuando el primero empezó insensiblemente a desviarse de la buena senda, el hombre de Dios no le avisó del peligro ni le previno del mal, y Lázaro, obligado a llamar a las cosas por su nombre, vio el peligro en Josefina y el mal en el amor.
Cubierta la nueva línea con cuatro guardias, y obligando a los poseedores hagan sus establecimientos en los intermedios de aquellas, y tengan necesariamente en su estancia cuatro armas de chispa è igual número de blancas, quedará no todo resguardada de los insultos de los infieles tan hermosa campaña, sino que se les arrojará insensiblemente del otro lado del Tandil.

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