Ejemplos con iguale

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Mientras, el aire fresco que había ocupado su lugar se habrá ido calentando y se desprenderá continuando el ciclo de aire ascendente que perdurará hasta que la temperatura del suelo se iguale con la del aire.
Ningún hombre es tan cobarde que la influencia del amor no pueda infundirle el valor que le iguale al nacido más valiente.
Aunque nuestra gente nunca permitirá la ilegalidad que existió antes de su llegada, pasará mucho tiempo antes que alguien le iguale como el modelo de policia que fue.
¿Sabe usted, sabe usted cuál es el deber del padre que tiene una hija como Lucía? Pues buscar, como otro Diógenes, un hombre que en constitución y riqueza de organismo la iguale, y unirlos.
No hay orador que se te iguale en eso de acumular los razonamientos en el punto que te convenga, y hasta sabes sacar el Cristo digo, el niño.
Aquí no se ha conocido quien a usted iguale ni quien como usted posea el arte de conmover.
Ni en la tierra ni en el cielo hay mujer que se iguale a usted en hermosura.
¡Ay qué Doña Carlota! Tan fácilmente se le remontaba la sangre a la cabeza por cualquier motivo, que teníamos que contenerla y amansarla: su prontitud nos asustaba, su resolución no admitía réplicas, y si no hubo discordias y altercados en la familia, fue porque mi señor Don Francisco era y es tan bueno, que no ha conocido usted pedazo de pan que se le iguale.
El marqués de Sabadellprosiguió Currita, dejando caer lentamente las palabrasme enseñó aquel ramito de camelias que hace tiempo ¡Es un delicioso! Si manda usted a la una parecida, no habrá regalo que la iguale.
Las señoritas de la Lage, discurría don Manuel, deben casarse, y sería contrario al orden providencial que no apareciese tronco en que injertar dignamente los retoños de tan noble estirpe, pero antes se queden para vestir imágenes que unirse con cualquiera, con el teniente que está de guarnición, con el comerciante que medra midiendo paño, con el médico que toma el pulso, eso sería, ¡vive Dios!, profanación indigna, las señoritas de la Lage sólo pueden dar su mano a quien se les iguale en calidad.
Pues como decía, aquí viene lord Gray, un sujeto respetabilísimo y tan formal y circunspecto, que no hay otro que se le iguale.
-Pues sí -continuó Requejo-, Juan de Dios es trabajador, es ahorrativo, entiende del comercio, y en cuanto a honradez, creo que, no siendo nosotros, no habrá en el mundo quien le iguale.
-No, no hay otra que la iguale en toda la tierra.
De seguro no habrá en la procesión ninguna que la iguale.
Ella, lo primero y principal es devotísima de Nuestra Señora: confiesa y comulga cada mes, sabe escribir y leer, no hay mayor randera en Toledo, canta a la almohadilla como unos ángeles, en ser honesta no hay quien la iguale, pues en lo que toca a ser hermosa, ya vuesa merced lo ha visto.
—¡Ay boba, boba, replicó la vieja Claudia, y qué poco sabes destos achaques! No hay cosa que se iguale para este menester a la de la aguja y sirgo encarnado, que todo lo demas es andar por las ramas.
Gracias sean dadas a Dios dijo el cautivo por tantas mercedes como le hizo, porque no hay en la tierra, conforme mi parecer, contento que se iguale a alcanzar la libertad perdida.
vino, danle que lleve, a trueque dello, trigo, conviene, pues, que se iguale lo uno.
Búsquenla para amigas y compañeras las niñas más humildes de nacimiento y de carácter, no para que ella se crezca a su lado, sino para que sufra el contagio de sus pensamientos y de sus obras, hasta que las imite y las iguale.
-Y quien dice el de los catites, dice la más pintá, porque es que mi niña no tiée quien la iguale, es verdad que le viée de casta, porque lo que es mi Antonio, que en paz descanse, era también una fiera pa el trabajo, y si no hubiera puesto Dios una villa en este mundo, crea usté que no hubiera tenío ni un pero el probetico de mi corazón.
Y la abuela, despechada, exclamó: ¿Cómo te atreves a decir que no están bien hechos mis dulces? ¿Ignoras que no hay en el mundo quien me iguale en el arte de la repostería y la confitería, como no sea tu padre Hassan Badreddin, y eso porque yo le enseñé? Pero Agib repuso: ¡Por Alah, abuela, que a este plato le falta algo de azúcar! No se lo digas a mi madre, ni a mi abuelo, pero sabe que acabamos de comer en el zoco, donde nos ha obsequiado un pastelero, ofreciéndonos este mismo plato.
Si no hay poder que a tu poder iguale?.
¿Qué digo en Viena?, en toda Europa no hay otro que se le iguale.
porque se iguale el llano con el monte,.
Para poner una bizma, o sea un emplasto de trementina y polvos de suelda, no hay otro que se le iguale.
¿Habrá suplicio que se iguale a este suplicio?.

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