Ejemplos con guisantes

Las tierras a lo largo de la vega del río Júnez, son relativamente llanas y están mayoritariamente dedicadas al cultivo de cereal y guisantes.

En sus campos, regados con agua del Turia a través de la Acequia de Mislata y la Acequia de Favara, se producían una gran variedad de hortalizas destinadas al consumo diario, tales como patatas, guisantes, tomates, etc.

Las judías verdes, guisantes y habas cuando se comen tiernas, tienen un valor calórico inferior que el mismo peso en seco, porque la cantidad de agua es más elevada, aunque en general su composición es muy parecida.

Valleluengo es un pueblo que , cual un hermoso jardín, produce todo lo necesario para ir viviendo, o para ir tirando, como suele decir la gente: Produce trigo para el consumo humano, centeno y cebada para piensos, patatas tanto para consumo humano como animal, garbanzos, alubias, guisantes.

Los habitantes cultivan los guisantes, maíz, plátanos y piñas, y poseen pequeños animales como cerdos, gallinas, cabras y ovejas.

Otros productos estrella eran la carne de cerdo, de cabrito,la merluza, el salmón, la lechuga, los guisantes, etc.

Los cultivos principales son patatas, guisantes, fresas, lechugas, repollos y zanahorias.

Es común que entre los incredientes se incluya carne de cerdo, vaca o pollo junto con verduras surtidas como zanahorias, guisantes, judías, lentejas, patatas, coliflor, col rizada, apio, cebolla, espárragos o ajo.

Produce buenos montes de encina, roble y pastos: trigo, cebada, avena, garbanzos, guisantes, yeros, alguna fruta y hortaliza en la ribera del Mesa, ganado lanar, vacuno y de cerda.

Una variante peculiar es la tortilla paisana que además de las patatas y el huevo lleva chorizo, pimiento rojo y guisantes.

Las flores comienzan como tubos laminados en forma de vainas de guisantes y, a continuación, se abren en forma de un embudo de colores.

Otras variaciones incluyen pollo, carne picada, bacon, salchichas, guisantes y multitud de otros ingredientes.

Los alimentos que pasaron a formar parte de la dieta sureña desde las costumbres afroamericanas incluyen la berenjena, la nuez de cola, el sésamo, el quingombó, el sorgo, la batata, guisantes secos, cacahuetes, el caupí, el arroz africano y algunos melones.

San Teodoro era famoso por permitir a sus monjes espolvorear nuez moscada sobre su budín de guisantes.

Hauptmann había pedido una última comida compuesta de apio, aceitunas, pollo, patatas fritas, mantequilla, guisantes, y pastel de cerezas.

El trigo y la cebada son los cultivos principales, además se cultiva mijo, centeno, avena, guisantes, alubias, lentejas y Camelina sativa.

Podemos encontrarlos en alcachofas, espárragos, guisantes, cebollas, puerros y trigo, entre otros.

La cuajada va de firme a elástica, de un color que va desde el marfil al amarillo claro, con ojos redondos del tamaño de guisantes regularmente distribuidos.

La cuajada va de firme a elástica, y es de color marfil, con ojos redondos del tamaño de guisantes.

Los garbanzos, la berza, las algarrobas, las lentejas y los guisantes constituyen una de las mayores riquezas económicas de la zona, no sólo de San Martín.

Los principales cultivos eran los cereales de secano -cebada, trigo y mijo- y las leguminosas habas y guisantes- a los que se sumaba el cultivo de frutales como el olivo, la viña, el almendro y la higuera.

Pollo frito Sureño, verduras cocinadas con grasa y manteca, guisantes de ojos negros, cornbread, y las galletas son sólo unos ejemplos de alimentos típicos en esta amplia categoría.

Derrumbáronse a puntapiés las bóvedas de cañas por las cuales trepaban las verdes hebras de las judías tiernas y los guisantes, cayeron las habas partidas por la furiosa hoz, y las filas de lechugas y coles saltaron a distancia a impulsos del agudo acero, como cabezas cortadas, esparciendo en torno su cabellera de hojas.

Gracias a esto podían tirar hasta la cena, a las ocho en punto, empezando por la ensalada cruda, como aperitivo, siguiendo las sopas de ajo con chorizo, los huevos pasados, luego la chuletilla de cordero, la trucha frita, el plato de guisantes, judías verdes o tirabeques, y, por fin, la compota.

¿Qué pavos rellenos, qué cocido con morcilla, chorizo, embuchados y morcones, qué tortillas con espárragos trigueros, qué platazos de pepitoria, qué menestras de cardos, morrillas y guisantes, qué jamón con huevos hilados, qué tortas maimones, y qué deliciosas alboronías, picantes salmorejos, frescos gazpachos y ensaladas, y variados arropes y almíbares, no condimentó o presentó en la mesa de su amo?.

En lechos de hojas estaban alineados y colocados con cierto arte los pimientos y tomates, con sus rubicundeces falsas de productos casi artificiales, los guisantes en sus verdes fundas, todo apetitoso y exótico, pero tan caro, que al oír sus precios retrocedían con asombro los buenos burgueses que por espíritu de economía iban al Mercado con la espuerta bajo la raída capa.

La carne que a él le tentaba era otra, la de ternera por ejemplo, y la de cerdo más, en buenas magras, chuletas riñonadas o solomillo bien puesto con guisantes.

¿Veintiséis platos? Pronto se hace la lista: pollos asados, fritos, en pepitoria, estofados, con guisantes, con cebollas, con patatas y con huevos, aplíquese el mismo sistema a la carne, al puerco, al pescado y al cabrito.

Y si no, ahí están en la Roma antigua los , los y los que se llamaban así porque alguno de sus mayores cultivó las lentejas, las habas y los guisantes.

A la vuelta del mercado había siempre ajuste de cuentas del cocinero con su ama, regaños y amenazas de castigo por el precio de las carnes, por su calidad y aun peso, porque en vez de pollos trajo gallinas, por la hortaliza, pues en vez de habichuelas trajo guisantes, y berros por lechuga, o viceversa.