Ejemplos con guiñó

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Fields Straight Up, su muerte ocurrió de esta manera: le sonrió y guiñó el ojo a una enfermera, se puso un dedo sobre los labios y falleció.
Sentose el regente dos escalones más abajo, y la santa guiñó los ojos para mirarle.
¿Ya me entiende usted?Y don Eugenio guiñó el ojo.
A la proposición de la señora de Villefort, guiñó los ojos repetidas veces.
Y la tuerta, con expresión de malicia, guiñó su ojo viudo, sonriendo al escuchimizado rapaz.
El teniente guiñó un ojo con aire significativo, y su gruesa fisonomía se contrajo al hacer un gesto, que él creía sonrisa.
Pocos días después de la fiesta del año nuevo, fiesta que había dejado huella profunda en el alma de la monja, se le acercó la demandadera del convento, seglar autorizada en ciertos monasterios de América para desempeñar las comisiones callejeras, y la guiñó un ojo como en señal de que algo muy reservado tenía que comunicarla.
Rueda guiñó el ojo a Merengueda, que se puso pálido de envidia.
Así es que quedaron agradablemente sorprendidas de aquel cambio, y hasta la mayor de las jóvenes acabó por suponer que algún motivo ocasionaba tales transportes y le miró con una sonrisa maligna, y guiñó el ojo, y le dijo: ¡En verdad, ¡oh Hassán!, que nos asombra esta demostración tan excesiva por tu parte, pues hasta hoy aceptaste nuestras caricias sin querer devolvérnoslas jamás! ¿Es que nos encuentras más hermosas con nuestros trajes de caza, o es que nos quieres más ahora, o son ambos motivos a la vez?.
El otro contestó: ¡Sólo Alah podría remunerarte con arreglo a tus méritos! Entonces Giafar se volvió hacia el califa y hacia Abu-Novas, y les guiñó el ojo, luego dijo al jeique: Así es, mi buen tío, y no olvides la receta que voy a darte, porque es sencillísima.
Thenardier guiñó los ojos tratando de reconocer al hombre que tenía delante de sí.
El viejo se echó a reír, guiñó el ojo, le dio un golpecito en la rodilla, lo miró con aire misterioso y le dijo:.
El viejo guiñó el ojo, ni siquiera habían tenido ellos que moverse del rodeo, y como en este momento trabajaba fuerte a su lado una pareja para sacar una vaca sin poderlo conseguir, ni a gritos, ni a golpes, Agapito se les juntó, y haciendo de «gallos» alzó el rebenque y salió disparando la vaca tan ligero para el señuelo, que los dos gauchos que la estaban para sacar se quedaron mirándose, con algo más que sorpresa.
Pero Cavalcanti se volvió hacia ellos, guiñó los ojos, infló la mejilla con la lengua, e hizo oír un sonido con los labios, que equivale a mil signos de inteligencia entre los bandidos y les obliga a callarse.
Al oír estas palabras, el buen Schamseddin mudó de color, y en tono mesurado y grave, preguntó: ¿Y puedes decirme siquiera en qué se fundamenta esta decisión? Sésamo le guiñó el ojo, movió las caderas, y contestó: ¡Oh mi anciano jeique, no bromees! ¡Mejor lo sabes tú que nadie! ¡Ese hermoso joven que tienes en la tienda no estará allí para espantar las moscas! De cualquier modo, sabe que yo, a pesar de todo, he sido el único que te defendió en la asamblea, y dije que no eras aficionado a muchachos, cosa que habría sido yo el primero en saber, pues tengo relaciones amistosas con todos los que se dedican con preferencia a ese sexo ácido.
¡Pero tienes que encontrarla! Y al mismo tiempo le guiñó el ojo para que no hiciera nada.
Y entró en casa de Ben-Bekar y le guiñó el ojo.
El del Aguardiente guiñó los ojuelos, rezongando:.
Pero el rey dijo: ¡Por Alah! ¡Pídeme otra cosa! Y el visir Dandán se acercó sigilosamente al encargado, le pellizcó en una pierna, le guiñó el ojo, como diciéndole: ¡Pide otra cosa sin ningún reparo!.
Entonces se volvió hacia sus esclavas, les guiñó el ojo, y se alejaron en seguida, dejándonos completamente solos en la sala.
Foja guiñó el ojo al Marquesito.
Y entonces se acercó la vieja y le guiñó el ojo, como diciéndole: ¡No hagas eso! Quédate y aguarda hasta el fin.
¡Empecemos, uno a uno! Y les guiñó el ojo.
Tan sorprendido quedó, que abrió la boca para gritar, pero en seguida vió delante de sí a un hombre gigantesco y barbudo, que le guiñó el ojo para indicarle que no gritase.
El párroco abrió los ojos mucho y miró espantado al notario, que, a espaldas de don Fermín, le guiñó un ojo.
El solterón guiñó los ojos picaresca y melancólicamente, y se llegó un poco más a la chimenea rutilante.
El Tarumbo, después de conocerla, me guiñó un ojo, la volvió la espalda y me dijo mientras cargaba de tabaco su pipa:.
El tío Hormiga guiñó sus ojillos grises, y respondió con mucha sorna:.
Cuando el piadoso varón se halló sin testigos, levantó poco a poco la cabeza, guiñó los ojuelos de tigre, se resobó las manos haciendo chasquear los dedos, y hasta sospecho que anduvo en conatos de pirueta.
A la mañana siguiente, cuando el amo trajo algunos visitantes al recinto de los animales para mostrales un valioso carnero, Aleb guiñó un ojo a sus compañeros y les dijo:.

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