Ejemplos con faltarían

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cierto que habían perdido ya estas cartas mucho de su fuerza, por haber muerto en aquel intervalo el viejo revolucionario y por su demora propia en entregarlas, mas no le faltarían a él mentiras complicadas y habilidosos enredos para explicarlo todo a su gusto, y además, su posición había de variar muy pronto, adquiriendo grande importancia.
Lo peor sería que rompiese a llorar la niña Pero en último caso ¿qué podía suceder? ¿Qué se supiera todo? Pues no le faltarían casas.
El cura estaba ya muy viejo, no le faltarían los achaques de la edad, y nada más justo que Angelina estuviese a su lado.
No hablemos ya de la caza, que para eso no tiene igual, a mí me faltarían los pies y las manos si me faltase Primitivo.
¡Qué bellos tapices, qué lindos cuadros, qué hermosas estatuas de mármol y bronce, qué vasos tan elegantes, qué candelabros tan vistosos, qué muebles tan finos, qué cortinajes tan espléndidos, qué alfombras tan muelles! No pude detenerme en la contemplación de tan bonitos objetos porque el ujier nos llevaba a toda prisa, y yo me sentía atacado de una cortedad tal, que se disipó mi anterior envalentonamiento, y empecé a comprender que me faltarían ideas y saliva para expresar ante el príncipe mi pensamiento.
Conque si lo dices por esto, ya sabes que, en caso de titular, en lo que por ahora no piensa, no le faltarían títulos bonitos y sobre todo, honrosos.
El patrón le solía decir que así era porque ellos cuidaban bien y pastoreaban sus majadas, cuando se iban lejos o se perdían entre las pajas, y que si él hiciese lo mismo, tampoco le faltarían ovejas.
Como los huéspedes son pocos y buenos, si ha de creer a doña Ambrosia, Gedeón consiente en comer a la mesa con ellos, ínterin llega una doncella que se espera y podrá servirle la comida en su cuarto con la puntualidad y esmero que ahora le faltarían, por estar incompleta la servidumbre de la casa.
A medida que se acercaba Isidora a los barrios próximos a San Pedro iba sintiendo turbación tan grande, que creyó le faltarían las fuerzas para llegar allá.
No te faltarían protección y ayuda en tu matrimonio».
Para hacer esta operación, había elegido una especie de cicutal, algo retirado del camino, donde sin ser visto, podía él observar las personas que pasaban, le faltarían unas ocho leguas para llegar a su rancho donde era esperado por la justicia.
Dio Euribiades un parecer totalmente contrario, diciendo que no podían los griegos irrogar a la Grecia mayor daño que cortar el puente al enemigo, porque si el persa, sorprendido, se veía precisado a quedarse en la Europa, no querría, sin duda, estarse tranquilo y ocioso, viendo que con la acción le sería imposible llevar adelante sus intereses, pues, así no se le abriría camino alguno para la retirada y perecería de hambre su ejército, que por el contrario, el se animaba y ponía manos a la obra, todo le podría salir muy bien en las ciudades y naciones de la Europa, o bien tomándolas a viva fuerza, o capitulando con ellas antes de apelar a las armas, que tampoco les faltarían víveres echando mano de la cosecha anual de los griegos, que él discurría que vencido el persa en la batalla naval, no pensaría en quedarse en Europa, que lo mejor era dejarle huir cuanto quisiese hasta parar en sus dominios, pero que una vez vuelto a ellos, entonces sí les exhortaba a que allí le hiciesen guerra.
Cierto que no podía ser pródigo con su amigo, porque la propia familia tan numerosa tenía apenas lo necesario, pero solicitud, atenciones no le faltarían al enfermo».
Cuando se arrojó sobre el misero petate que le servía de cama, tuvo que ahogar una serie inacabable de suspiros, antojábasele que habíase quedado solo en el mundo, ya le faltarían en lo sucesivo los poderosos estímulos que le habían hecho competir con los más expertos de sus colegas, ya no necesitaba ganar, además de lo que tenía la obligación de llevar a sus padres, algo con qué regalar a Maricucha.
En las tertulias, en los bailes, en las excursiones campestres no le faltarían a la sobrina adoradores, los muchachos de la aristocracia eran casi todos libertinos más o menos disimulados, les atraería la hermosura de Ana, pero no se casarían con ella.
-En este mismo sitio y al oír a usted que le gustaban mucho los paseos marítimos, la prometí anteayer que no le faltarían medios de satisfacer ese gusto, si se empeñaba usted en ello.
Según Chisco, nos faltarían, para terminarla, tres cuartos de hora, el camino, «por el arte» del que habíamos andado entre el Puerto y la vadera, pero siempre bajando hasta la misma puerta de casa, lo cual «era una ventaja», porque se andaba ello solo «tan guapamente».

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