Ejemplos con exclamando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Zommari muere en medio de la desesperación y la frustración más absoluta gritando el nombre de Aizen y exclamando Hurra.
Aparecen King y Armor King aparecen en una practica después de una maniobra de llaves continuas Armor King vence a King y este arrodillado exclamando de decepción al cielo.
Un soldado de Málaga era conducido al hospital a hombros de sus compañeros, tras perder las dos piernas por el impacto de una bala de cañón, y al pasar por delante de su regimiento tiró al aire su chacó, exclamando: ¡Esto no es nada, compañeros: viva Fernando VII!,.
La dueña de la bajada ve los últimos detalles y reza exclamando: Ay niño Jesús, que me vaya bien, no como a la fulana.
Llamando a los frailes, éstos llegaron y abrieron la caja exclamando ¡La Madre de Dios!, dando así nombre al río donde se encontró la imagen.
Teodosio, indefenso, cayo de rodillas e imploró la protección de San Miguel, exclamando ¡San Miguel me valga!.
Pero no me impacientaba, porque me parecía que, tarde o temprano, llegaría a lograrlo, ¿no es cierto? El Padre Urtazu solía reírse de mí, exclamando: paciencia, que cada otoñillo trae su frutillo.
Entonces ya la niña, comprendiendo, y descolorida y turbada, le asió de la manga de la americana, exclamando:.
Quedose Miranda indeciso un punto, y volviendo a aullar, derramó a borbotones su ira, exclamando:.
Pero como el viajero no pareciese dispuesto a realizar sus esperanzas, se resolvió ella, pasado algún tiempo, a volver a la carga, exclamando:.
El cual, no parándose a reconocerla, se la colgó en un abrir y cerrar de ojos, sepultó la mano en el bolsillo del chaleco, y sacando un puñado de monedas de plata, las desparramó sobre el mármol, exclamando: para los mozos.
El tuvo fuerzas para disimular, exclamando con desprecio:.
Pero Cecilia la rechazó brutalmente con un gesto de orgulloso desprecio, exclamando:.
Salió del compromiso exclamando:.
Todos en la casa adivinaban las mortificaciones a que sometía su cuerpo la señora, y sin embargo, la veían sonriente, con una dulzura melosa en la voz y en el gesto, elevando los ojos a la menor contrariedad y exclamando: Todo sea por Dios.
El gran extendió ambos brazos al verla, exclamando: ¡Hija mía! , y la dama se dejó caer en ellos con filial abandono, sollozando fuertemente y mostrando a sus hijos, que se agarraban asustados a la falda de Miss Buteffull, siempre tiesa e impasible.
Al arrancar la berlina, soltó al fin Margarita la risa, exclamando entre inocentes carcajadas:.
Una tempestad de bravos y de aplausos estalló al fin en el teatro, y Villamelón salió entonces de su arrobamiento, exclamando con aire de reconcentración profunda:.
Al verse cogida la duquesa, salió al encuentro de la López Moreno, exclamando muy cariñosa:.
Un ¡bah! general de incredulidad brotó de todos los labios, y la duquesa se hundió de nuevo en las profundidades de su , exclamando:.
Recrudecióse la sorpresa con asomos de indignación, y hasta el mesurado diplomático contrajo sus pellejos de conejo, exclamando:.
La señorita de Pastor, ardiente defensora de los fueros gramaticales, prometióle hacer por todas partes propaganda de , pero escapósele al bueno de don Casimiro que era el académico en cuestión don Salustiano Olózaga, y Leopoldina varió al punto de dictamen, exclamando muy enfadada:.
Enrique bravas batallas, en estos puntos prácticos quedaba siempre derrotado, y se hacía un lío, con aplauso general de todos, y más aún de su hija doña Manolita, quien terminó una vez exclamando:.
murmuró el campesino, exclamando en seguida, sin dejar el jorongo:¡Buena boyada! ¡Hartos pesos! Alzan aquí unas cosechas, amigo, unas cosechas que ¡vaya!.
Y aún solía levantarse la voz de algún tonsurado exclamando: Pónganme a mí donde está el Papa, y verán cómo lo resuelvo mucho mejor en un periquete.
En una ocasión, no encontrándola donde presumía, comenzó a exhalar gritos desgarradores, exclamando: ¡Me la roban!, ¡me la roban!.
Tales prendas, blanquísimas, adornadas con bordados y encajes, zahumadas con espliego, templaditas al sano calor de la camillacalor doméstico si los haylas tenía el capellán muchas veces en el regazo, mientras la madre, con la niña tendida boca abajo sobre su delantal de hule, pasaba y repasaba la esponja por las carnes de tafetán, escocidas y medio desolladas por la excesiva finura de su tierna epidermis, las rociaba con refrescantes polvos de almidón y, apretando las nalgas con los dedos para que hiciesen hoyos, se las mostraba a Julián exclamando con júbilo:.
Por lo que hace al marqués, quedóse suspenso un instante, y de súbito, agarrando al pastor por los cabellos, se los mesó y refregó con furia, exclamando:.
La señá María Josefa no se levantó, sino que hundió el rostro entre las manos y comenzó a gemir desconsoladamente, exclamando con desgarrador acento:.
No diré más, sino que me fué imposible tener la risa y que por breve rato contemplé la profanada imagen, exclamando: “¡Madre y señora mía, cómo te han puesto!”.

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