Ejemplos con estentórea

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Soprano dramática de estentórea voz, una de las mas poderosas del siglo, de acuerdo a expertos con caudal semejante a los de Birgit Nilsson, Astrid Varnay y Eva Turner.
García desde el paraíso también le llamaba con voz estentórea a sabiendas de que no podía presentarse.
Como si hubiese aguardado este momento de impunidad, una voz estentórea surgió de la última cubierta con acompañamiento de ruidosas carcajadas.
¡Ah ladrón, profeta falso!gritó el estanciero con voz estentórea.
¡Mira! , gritaba al poeta visionario con voz estentórea uno de los animales Y aparecía el primer jinete sobre un caballo blanco.
¡Capitán, capitán!gritó uno con voz estentórea desde el grupo.
¿Qué escándalo es éste?gritó don Roque con voz estentórea acercándose a la inmunda casucha.
El Presidente, en tanto, gritaba con voz estentórea: ¡Orden, señores diputados, sírvanse oír la voz.
Diose a la marinería la orden de subir a las vergas, a los cabos de cañón la de prepararse para el saludo, y don Juan Topete, con voz de mando estentórea, lanzó los gritos de ordenanza: ¡Viva la Reina! Siete veces fue aclamada doña Isabel por Topete, siete veces contestadas las aclamaciones por la marinería.
Sus bromas, en casos de esta naturaleza, solían ser pesadas, y testigo fui de ello, pues en cuantito que embocó por la calle de Bailén a la plazuela de Ministerios, gritó con estentórea voz: ¡Cazadores, por mitades! ¡Preparen, apunten.
Parecía obra de milagro que tal estentórea voz saliese de aquel corpúsculo liliputiense.
—No fumaba el antiguo sargento, pero sí tomaba mucho polvo, y, cuando se sonaba las narices, parecía que se hundía el mundo, y todos los muchachos quedábamos inmóviles como soldados que oyen la voz de : ¡tal estruendo hacía el santo varón! Su voz era también estentórea, aunque descubría, en los raptos de furia, alguna que otra nota de vieja.
Después de una larga pausa, durante la cual Jacinta se pegó a su marido como para defenderle de una agresión, el infeliz dijo esto, empezando muy bajito como si secreteara, y elevando gradualmente la voz hasta terminar de una manera estentórea: Y si usted descubre que su mujer, la Venus de Médicis, la de las carnes de raso, la del cuello de cisne, la de los ojos cual estrellas si usted descubre que esa divinidad, a quien usted ama con frenesí, esa dama que fue tan pura, si usted descubre, repito, que falta a sus deberes y acude a misteriosas citas con un duque, con un grande de España, sí señor, con el mismísimo duque de Tal.
-¡Pie a tierra todo el mundo! -gritó una voz estentórea-.
Aquel se había ido distrayendo gradualmente de los rezos del Breviario, y con una voz estentórea repetía en latín estos textos del Apocalipsis, que traduciremos al español:.
El día declinaba, las sombras de los objetos se alargaban más y más hacia el oriente cuando los jugadores vieron aparecer delante de ellos a Remigio que con los brazos en alto en ademán de suprema consternación gritaba con voz estentórea:.
Don Simón Antonio rugió con voz estentórea:.
¿Se da cuenta? ¡Dejar un botellón de acero en el Departamento de Policía, a la hora que está ese bandido de Santiago! ¡Envenenarlos a todos los «tiras» como ratas! –Y lanzó una carcajada tan estentórea que tres pájaros se desprendieron en un gran vuelo de arco de un limonero–.
Las bellas emociones estériles que el arte despierta en nosotros son aborrecibles a sus ojos, y ese horrible ideal social domina con su tiranía tan por completo a las gentes, que con el mayor descaro se acercan a uno en exposiciones privadas y en pú¬blicos, preguntando con voz estentórea: ¿Qué está usted haciendo?, la única pregunta que debiera estarle permitida a un ser civilizado es: ¿Qué piensa usted? Las intenciones de esas personas tan ejemplares, son buenas, sin duda.
Entonces, dando por acabada su obra, se retiró, dejando al paciente en poder de un robusto fraile jerónimo, que tan despiadado como el doctor, daba libre curso a una voz estentórea, pintando con cruel prolijidad todos los horrores del infierno y la furia de Lucifer.
Pero ya empezaba a fatigarse de un espectáculo, que muy poca o ninguna diversión podía ofrecer a un cortesano, soldado y viajero, cuando de un extremo de la pradera salió una voz estentórea, diciendo:.
Mientras Malambruno cuenta estas cosas y otras tan estupendas como ellas, con voz estentórea y lento diapasón, su señora no deja oír la suya más que para rectificar algún error de cantidad en que haya incurrido su esposo.
Un escribano, a quien el pueblo llamaba el loco Casas, era el constante promulgador de las disposiciones prefecturales, y recibía el agasajo de cuatro pesos y medio por cada bando que leía con voz estentórea, repitiendo sus palabras el pregonero, bajo el balcón de Cabildo y en las plazuelas de San Lázaro, Santa Ana, San Sebastián y San Marcelo.
A pie iba Centurión junto a la rueda trasera, puesta la mano en la plegada capota, dando al viento, con toda la violencia de su voz estentórea, los gloriosos nombres de Luchana, Peñacerrada y Guardamino, emprendiéndola luego con la Libertad, la Soberanía del Pueblo y otras invocaciones infalibles para enardecer a las multitudes.
No sé cómo explicar el efecto que me hizo esta música en aquella ocasión, lo que puedo decir es que cuando nos decidimos a acostarnos y el ventero tomó la luz para acompañarme al tabuco donde me habían preparado la cama, mientras mi compañero subía por una escalera de caracol en busca de la suya, el recuerdo del último acto del Rigoletto estaba tan fijo en mi imaginación que no pude oír sin un estremecimiento involuntario la voz gruesa y estentórea del ventero que me dijo al despedirme:.
A tal punto llegaba el diálogo, cuando el chasquido del látigo y la estentórea voz del mayoral, llamaban a las tareas a los mineros.
Para evitar en lo posible a los habitantes de la Pampa los perjuicios que les podría causar su venida repentina, la lluvia siempre, antes de llegar a alguna parte, se hace anunciar por el chajá, cuya voz estentórea y cuyo vuelo poderoso le permiten cumplir muy bien y ligero con su misión.
Y la risa brotó entonces estentórea y poderosa en los labios del Totovías, en tanto que el Tarumba lo miraba con tragicómica expresión de amenaza y murmuraba con acento sordo:.
-¿Dónde está don Román Pérez de la Llosía? -le preguntó don Lope con voz estentórea, inclinándose sobre él en cuanto le vio moverse, y como si se hallara dispuesto a derribarte de nuevo si no obtenía contestación satisfactoria.
Y tú, avaro, que escondes tus tesoros en las entrañas de la tierra -gritaba entonces con voz estentórea-, ¿tú aguardas la muerte con la misma serenidad que yo? ¡Qué has de aguardar! La temes como a un ladrón que te lo ha de arrebatar todo, hasta el pellejo.

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