Ejemplos con envíes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

algunos usuarios saben su mensaje y recomendamos que no se lo envíes a amigos y colegas.
¡Si falta en esa cabeza algún tornillo! Preciso será esperar a que escriba de nuevo, y te encargo mucho que en cuanto recibas sus señas me las envíes de seguida.
-Lo que pretendo es que envíes a César a América.
Y le mandó acercarse, y le estimó mucho, le hizo su favorito, colmándole de regalos, y dijo a su padre Nureddin: Visir, es absolutamente indispensable que me lo envíes todos los días, pues comprendo que no podría pasarme sin él.
Oídos estos versos, el rey se estremeció de gusto, y gritó desde el fondo de su garganta: ¡Ya Alah! Pero el visir prosiguió: Y así ¡oh rey! opino que envíes lo antes posible al rey Zahr-Schah uno de tus emires que sea hombre de tu confianza, dotado de tacto y delicadeza, que conozca el sabor de las palabras antes de pronunciarlas, y cuya experiencia te sea conocida.
Ella contestó: ¡Oh venerable sabio, mi consejo es que envíes a buscar otro traje que el que llevas, pues no tardaré en quitártelo! El sabio dijo: ¡Vamos a verlo! ¿Qué cinco cosas creó el Altísimo antes que Adán?.
Pero ya que la fortuna se ha convertido de mala en buena, quiero que envíes a tu hijo para que haga compañía al recién llegado, y que tú mismo vengas hoy a comer conmigo, porque tengo resuelto hacer un sacrificio a los dioses, a quienes debemos honrar y dar gracias por el beneficio de haber conservado a mi nieto.
Le encargo que te frecuente, y a ti que me envíes una relación de tu vida, prometiéndote que te enviaré una muy exacta de la mía, pues a lo que veo somos tales los dos, que merecemos mutuamente tener un perfecto conocimiento el uno del otro.
:¡Y en tu desgracia no envíes mensajes a ningún consejero, ningún consejero es mejor que el alma propia!.
y exclamó: ¡Sí, que vayan a buscarlos enseguida, porque quiero matarlos!” : El gran Visir contestó: ¡Oh rey, sé clemente e indulgente, porque clemente es Alah y no se apresura a a castigar a su esclavo rebelde y caído en falta! ¡Y además, el hombre que ha podido levantar un palacio en el transcurso de una noche, no tendrá, en verdad, nada que temer de nadie en el mundo! ¡En cambio, tengo miedo por el emir que envíes y temo que se encolerice Juder con él! ¡Paciencia, pues, hasta que dé yo con un medio de que llegues a conocer la verdad sobre el asunto, y sólo entonces podrás realizar sin inconveniente lo que resolviste realizar!.
Por consiguiente, te suplico ¡oh poderoso emir de los musulmanes! que te sirvas hacer las pesquisas necesarias para dar con ella, y me la envíes cuanto antes con una escolta de seguridad.
Y estando descansando entre esos olorosos tomillos, oí tu lastimosa voz, que me suspendió el gusto y animó el deseo por ver el dueño de tan bien sentidas quexas, conociendo en ellas que padeces firme y lloras mal pagado, y viendo en tu rostro y en tu presencia que tu ser no es lo que muestra tu traje, porque ni viene el rostro con el vestido, ni las palabras con lo que procuras dar a entender, te he buscado, y hallo que tu rostro desmiente a todo, pues en la edad pasas de muchacho, y en las pocas señales de tu barba no muestras ser hombre, por lo cual te quiero pedir en cortesía me saques desta duda, asegurándote primero que si soy parte para tu remedio, no lo dexes por imposibles que lo estorben, ni me envíes desconsolado, que sentiré mucho hallar una mujer en tal parte y con ese traje y no saber la causa de su destierro, y ansí mismo no procurarle remedio.
Necesito que le envíes una invitación para tu fiesta de esta noche.

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