Ejemplos con enrojeció

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Klaus Barinka, capitán de un transbordador que une las localidades de Constanza y Meersburg relató que de pronto el cielo enrojeció, como si estuviera ardiendo.
Pero ¿qué le explicaría? Carmen enrojeció a solas, y sintió en su corazón un acelerado latido.
La sangre no enrojeció las calles, nadie fue molestado, los llamados prohombres, que en el Congreso hicieron cuanto podían para aplastar la República, fueron conducidos a sus casas con refinada cortesía y miramiento, los espadones que se reunieron en casa del Duque de la Torre se quedaron tan frescos, y si al poco tiempo pasaron la frontera fue para conspirar a sus anchas, los no tuvieron ningún deterioro en sus personas ni en su elegante vestimenta, el único que sufrió algún desavío, Becerra, a quien llevaron preso al Gobierno civil, fue puesto en libertad con apretones de manos y palmaditas en la espalda.
A estas palabras, la sangre enrojeció el rostro del Príncipe, y sus ojos volvieron a brillar.
¡Cómo enrojeció el borregote viéndola! Al pasar ella por segunda vez, quedó como encantado, con una pierna de cordero en la diestra sin dársela a su panzudo patrón, que en vano la esperaba, y el cual, soltando un taco redondo, llegó a amenazarle con su cuchilla.
Después enrojeció con repentina rabia, mirando el pedazo de vega que se veía a través de la puerta, con sus blancas barracas y su oleaje verde, y extendiendo los brazos gritó:
Enrojeció, como si estas palabras, rasgándole el corazón, hubieran hecho subir toda la sangre a su cara, y después quedóse blanca, con palidez de muerte.
El plácido semblante de Campos se enrojeció todo por la congestión que determinaba la ira.
Don Pablo dió un pisotón al cura por bajo de la mesa, Luisa enrojeció y Fernando, tras una pausa, dijo:.
ni enrojeció de su obra, ni se enorgulleció tampoco de ella,.
La ira enrojeció el rostro de Goyeneche, y alzó la mano crispada como en actitud de embestir al noble prisionero, mas, reportándose en breve, volvió la espalda y dijo al oficial:.
El prestamista enrojeció de furor hasta la raíz de los cabellos, se enderezó hasta empinarse sobre la punta de los pies, pero luego, pensándolo mejor, resolvió no darse por aludido, y mientras gruesas gotas de sudor le bajaban por las sienes, aparentó mirar a su alrededor, como si no reparara en la existencia de Piter.
enrojeció de sangre, pero debió a los españoles su importancia política en el porvenir del mundo.
Cuando estuvo junto a él, su cara enrojeció de cólera y exclamó:.
La presencia de Mergy no pareció causarla emoción alguna, pues ni el más leve carmín enrojeció sus mejillas, habitualmente pálidas.
Mergy enrojeció hasta en el blanco de los ojos y balbuceó algunas palabras para excusar a su hermano, pero bien fácilmente se traslucía que le juzgaba con más severidad aún que el capitán.
No había acabado de formular Juanita aquella frase, cuya sublime vehemencia enrojeció su rostro, cuando sus ojos encontraron los siguientes renglones, que la hicieron palidecer horriblemente:.
De repente se enrojeció como púrpura, abrió la puerta de un solo golpe, saltó afuera y, pescando a Benjamín de la blusa, lo empujó hacia adentro.
del Prior se enrojeció súbitamente, y sus abatidos ojos se clavaron.
Pronto, bajo la succión de las diminutas ventosas, se enrojeció la piel, se formaron ronchas y acudió la sangre, aquella sangre del Expósito -que acaso fuese muy azul, aunque parecía roja-.
D'Artagnan enrojeció y palideció varias veces al leer este billete.
D'Artagnan enrojeció hasta el blanco de los ojos.
Enrojeció y palideció sucesivamente, y el cardenal vio en seguida que acababa de conquistar de un solo golpe todo el terreno que había perdido.
-¿No es ese D'Artagnan el que hirió un día a Jussac en ese desafortunado encuentro que tuvo lugar junto al convento de los Carmelitas Descalzos? - preguntó el rey mirando al cardenal, que enrojeció de despecho.
Cuando oyó la joven tal pregunta, enrojeció y bajó la cabeza, lo cual hizo al califa creerla incapaz de responder.
viendo que me acercaba, enrojeció vivamente.
Enrojeció la Nena, y al objeto de velar sus momentáneas turbaciones, continuó:.
Y quiso lanzarse en pos de Montecristo, pero como por un sueño, sintió clavarse sus pies, dilatarse sus ojos hasta salir de las órbitas, encorvarse sus dedos contra la carne del pecho, y hundirse en él gradualmente, hasta que la sangre enrojeció sus uñas.
El semblante del carpintero enrojeció y palideció sucesivamente: aquello que salía de entre la niebla y se mostraba a sus ojos asombrados era una chalupa ballenera.
Una llamarada le abrazó el rostro y enrojeció hasta la raíz de los cabellos.

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