Ejemplos con empujaba
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
El delirio de la fiebre empujaba al enfermo por extraños mundos, donde no persistía la más leve forma de realidad.
El amor, sólo el amor empujaba a los hombres a matarse.
Y como tanto le empujaba el estímulo como le detenía el temor, faltábale energía para adoptar una resolución terminante.
El recuerdo del muerto lo llenaba todo, se interponía entre él y Cinta, le empujaba, lanzándolo de nuevo al mar.
La necesidad de comunicar a alguien sus impresiones, de protestar a coro contra esta inercia lamentable, le empujaba hacia los dominios de.
Ferragut, detrás de ella, la empujaba con suave traición, repitiendo al mismo tiempo sus caricias en la nuca.
Todo lo había visto confundido en un grupo que se empujaba y pisaba por escuchar al guía de más cerca.
Pero su arrogancia temeraria, que le había hecho embarcarse en buques destinados al naufragio y le empujaba hacia el peligro por el gusto de vencerlo, gritó más alto que la prudencia.
Crea en Dios, señoradijo otra vez , mientras la empujaba con su vientre flácido y su pecho velludo.
Una buena suerte misteriosa y omnipotente los empujaba en sus pesquisas.
Se empujaba la muchedumbre, guardando en sus encuentros una buena educación inalterable.
Hombres con boina, mozas con el pañolito atado tras del moño, una marea de viajeros de diversa catadura y condición social, se empujaba, se codeaba y bullía en la ancha estación.
La incontrastable fuerza de los hechos las empujaba a la vida real.
Su instinto le empujaba hacia el pabellón, pero en mitad de la avenida le cortó el paso otra de las asombrosas mutaciones.
La jardinera empujaba a Sagrario hacia su tío.
Mariano le empujaba al ver que se interponía entre él y el altar mayor.
Los empujaba luego hasta dejarlos plantados a pocos pasos de los jueces, con la manta doblada sobre las manos, y si andaban remisos en descubrirse, de dos repelones les arrancaba el pañuelo de la cabeza.
La consideración de hacerse superior a su hermana era lo que más la empujaba a decir que sí.
Le empujaba, y él obedecía automáticamente.
No había que llamar, sino que se empujaba la mampara, sonaba un muy fuerte, y ya estaba uno dentro.
¿Pero esto podría ser? Las ansias amorosas se cruzaban en su espíritu con temores vagos, y al fin venía a considerarse la persona más desgraciada del mundo, no por culpa suya, sino por disposición superior, por aquella mecánica espiritual que la empujaba de un modo irresistible.
Hallábase en el disparadero de la violencia, y un ímpetu irresistible le empujaba, lanzándole contra su interlocutora.
Todo lo creyera yo respondió Sancho, si también mi manteamiento fuera cosa dese jaez, mas no lo fue, sino real y verdaderamente, y vi yo que el ventero que aquí está hoy día tenía del un cabo de la manta, y me empujaba hacia el cielo con mucho donaire y brío, y con tanta risa como fuerza, y donde interviene conocerse las personas, tengo para mí, aunque simple y pecador, que no hay encantamento alguno, sino mucho molimiento y mucha mala ventura.
