Ejemplos con dislocada

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Paulos dijo que el daño era muy grande, y que también tenia la rótula dislocada, dijo que la lesión era devastadora y podría terminar su carrera.
En los programas humorísticos sobresalieron Los cinco grandes del buen humor y La Revista Dislocada, conducida por Delfor Discasolo y escrita por Aldo Cammarota.
El Gobernador, que escribió un detallado e interesante diario de la expedición, volvió con una muñeca dislocada, otros de los expedicionarios sufrían de llagas y varios se habían ahogado en el paso de los ríos.
Este lienzo a menudo destaca por su perspectiva dislocada.
Me pareció el primer día una cabeza dislocada, y en su segunda visita confirmé esta opinión.
Proponiéndome yo que no pasase el día sin iniciar por lo menos mis diligencias en busca de la dislocada Virginia, abandoné a mis amigos y me fui al Gobierno Civil, que desempeñaba otra vez el buen Zaragoza, mas tampoco pude verle.
Te diré, además, que el bruto de Ibraim ha dado pruebas estos días de la elasticidad de su estómago de buitre, pues ha estado de servilleta prendida en todas las comilonas con que obsequia a los sargentos la dislocada juventud de o de las.
Yo no pondré el estorbo para que descarrile ese tren, ni ningún otro del mundo, pero si está decretado que ha de descarrilar un tren más, y ha de ser precisamente el tren en que ellos se han metido, ¿qué culpa me cabe a mí en la desgracia, ni en qué peco al considerar que pueden haberse vuelto a Madrid para curarse la pierna dislocada o la cabeza rota?.
La campiña, dislocada, desarticulada, se partía en tajos asesinos, en simas de línea irregular y brusca.
Este drama, en que una hembra dislocada y perversa aprovecha a un enamorado ciego para quitarse un estorbo de encima, es repetición del reciente drama veneciano, en que un pobre diablo, instigado por la rusa Tsarnowska, mata a un conde, suponiéndole rival, mientras ella se revuelca de gusto con un chulapo.
Por nuestra mente dislocada cruzan espectros delirantes, y no reflexionamos como hombres, sino que corremos como máquinas.
Al levantarse, grita: ¡Mi burro!, al acostarse, grita: ¡Mi burro!, vaya por donde vaya, grita: ¡Mi burro! Y he aquí que me ha dicho el médico entre los médicos: Tu hijo tiene la razón dislocada y en peligro.
La conversación entre el conde de Haussonville y Asenchio Lapurrá era de lo más dislocada y pintoresca.

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