Ejemplos con dirigiéndose

Mi padre, dirigiéndose a él, dijo: Oiga, señor lampistero, no habiendo aviso, supongo que hay vía libre, y espero que el tren pase de Busdongo.

Pasen ustedes, pase ustedparticularizó, dirigiéndose a mí.

Escuchaprosiguió dirigiéndose a Perico, tú y yo nos iremos con el equipaje en el ómnibus de la casa, pero a Lucía y Pilar las vamos a despachar ya en uno de esos simones.

Interrúmpase completamente el método termal, o dijo dirigiéndose exclusivamente a Lucía, a pesar de estar presente el hermano de la enferma, merced a ese instinto infalible de los médicos, que distinguen al punto la persona atenta a sus prescripciones e interesada en ejecutarlas.

El señor de Miranda tendrá mi billetedijo dirigiéndose al empleado, como si éste hubiese de conocer forzosamente a Miranda.

, hijas mías, mientras refiero estas cosas al señor capitán,añadió el cura, dirigiéndose a la señora y a Carmen, quienes tomaron un asiento junto al alcalde.

Y nosotros,dijo el alcalde, llorando con una voz conmovida pero resuelta, y dirigiéndose al concurso que escuchaba enternecido, nosotros allí mismo hemos jurado no permitir jamás, aun a costa de nuestras vidas, que se mate a nadie: no digo a un inocente, pero ni a un criminal, ni a un salteador, ni a un asesino.

Señor,respondió el maestro de escuela, dirigiéndose a mí,ya he dicho a Vd.

Luego añadió, dirigiéndose al sacerdote músico:.

Un ligero ademán del prelado bastó para que se detuvieran los familiares, y él avanzó solo por la avenida central, dirigiéndose al cenador, donde Tomasa dormitaba entre los muros de hojas con la calceta en las manos.

Si alguno hablaba, fingía no oírlo y seguía dirigiéndose a Gabriel.

Aquí donde lo vesprosiguió Esteban dirigiéndose a su hermano y mostrándole al muchacho, es la peor cabeza de la catedral.

Acisclo, presentándole a doña Luz, y luego añadió, dirigiéndose a D.

Huyó de aquellos sitios, dirigiéndose al final de la feria, donde estaban los al aire libre, las buñolerías apestando el ambiente con el aceite frito de sus fogones, y las rifas, cuyos dueños atraían con furiosos gritos a la gente, prometiendo una fortuna.

Dirigiéndose en el prólogo de al que leyere, confiesa que el autor está siempre en la obra y que eso de la impersonalidad en la novela es empeño tan arduo y difícil que, a decir verdad, lo tengo por sobrehumano e imposible.

Mi tía continuó, dirigiéndose a mí:.

agregó la anciana, dirigiéndose a mí.

Don Rodolfo,agregó, dirigiéndose a mí y desplegando la servilleta, mientras Angelina servía la humeante sopa,¡queda usted invitado a la boda!.

Aquí tienen ustedes,agregó dirigiéndose a las señorasal joven de quien me habla el doctor.

¿Verdad, señor,dijo la señorita dirigiéndose a míverdad que Angelina es una muchacha muy inteligente y muy cariñosa? Es compañera mía en la Conferencia, y todos la queremos mucho, ¡mucho! Y, dígame usted: ¿por qué es tan retraída? Yo siempre empeñada en llevarla a casa, y ella excusándose.

Las chicas se detuvieron un instante, saludaron, y la rubia exclamó, dirigiéndose a mí:.

Y el alegre enjambre transpuso la verja del jardincillo, dirigiéndose a lo que llamaban la montaña , árida colina, suave hinchazón del terreno, cariada como una muela vieja, rajada y perforada por las excavaciones de las canteras y las minas de greda.

— pudieran exclamar unos y otros héroes, dirigiéndose al Presidente de la plaza o al Cura de la parroquia.

No pudo entretenerse en contar su tesoro, porque entró doña Lupe, dirigiéndose inmediatamente a la cocina.

Dirigiéndose a las dos, les dijo: ¿Oyen ustedes ese trombón que toca la marcha real?.

Poco menosreplicó el hablador entrando sin pedir permiso y dirigiéndose a la alcoba.

Sabel, que coma el chiquilloordenó imperiosamente el marqués, dirigiéndose a la criada.

Inocencio con ademanes encomiados, dirigiéndose a la señora,han tenido tiempo de huir y se han ido con armas y caballos a Villahorrenda.

Juan Tafetán dirigiéndose a las tres, que artísticamente agrupadas aparecieron.

El único viajero de primera que en el tren venía bajó apresuradamente, y dirigiéndose a los empleados, preguntóles si aquél era el apeadero de Villahorrenda.