Ejemplos con desposeyéndose

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En la parte militar, Daímaco de Platea ni siquiera conviene en que Solón hubiese intervenido en los encuentros con los de Mégara, en la forma que lo expresamos, cuando de Publícola no puede dudarse que, peleando y mandando él mismo, salió victorioso en grandes combates. Aun en los negocios públicos, el uno parece que tomó parte como por juego y fingiéndose loco, pero el otro, arrojándose de su voluntad a todo, hizo frente a Tarquino, y descubrió la traición que estaba tramada, y habiendo sido el principal autor para que los perversos fuesen castigados y no huyesen, no sólo lanzó de la ciudad las personas de los tiranos, sino que les cortó toda esperanza. Y con haber manejado con tanta osadía y vigor los negocios que llevaban consigo contienda, encono y oposición, aun se condujo mejor en los que requerían un trato pacífico y persuasión sumisa, habiendo conseguido ganar con maña a un varón tan belicoso y temible como Porsena, y convertirle en su amigo. Mas dirá aquí alguno que Solón les recobró a los Atenienses a Salamina, que ya la dejaban por perdida, y Publícola se apoderó de un terreno de que estaban en posesión los Romanos, pero es menester para examinar los sucesos referirlos a sus tiempos y circunstancias, porque el hombre político ha de ser tornátil, y cada cosa la ha de tomar por donde presente mejor asidero, y muchas veces con la pérdida de una parte salvó el todo, y con desprenderse de lo poco tuvo suerte en lo mucho. Así también aquel insigne varón, desposeyéndose de un territorio ajeno, puso en mayor seguridad todo el territorio propio, y para los que se daban por muy contentos con guardar y defender su ciudad adquirió el campamento de los que los tenían sitiados, pues poniendo en manos del enemigo el que fuese juez, vencedor en el pleito, aun salió ganando otro tanto como habrían dado de buena gana por vencer en la batalla: porque aquel se apartó de la guerra, y les dejó todos los acopios de ella, por la opinión de virtud y probidad que sobre todos supo el cónsul inspirarle.
En todo amor hay abnegación de misticismo, sea el misticismo divinal o diabólico, porque, desposeyéndose de su voluntad y su ser propio el amante, se transporta al objeto de su amor, renace en él y participa de él: «vive en su cuerpo», según el enérgico decir de Eurípides, y si el objeto es ruin o ha menester, para el término que se propone, los oficios de la ruindad, ruin hará al amador, y le hará noble y grande si por afinidad busca estas alturas, o si para el destino a que, de su natural, gravita, requiere como valedores nobleza y grandeza.

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