Ejemplos con desdigo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Lo que es usted, bien lo sabemos: un holgazanote y un bruto Sí hombre, no me desdigo ¿Piensa usted que le tengo miedo? A ver, saque pronto esa navaja.
¡Ah! Pues no, me desdigo, recojo la proposición.
Me desdigo resueltamente, recojo mi palabra, y como en aquella espontaneidad pueril no hubo nada de juramento, ni se trata de un caso de conducta moral, espero quedar bien con mis lectores y con mi conciencia.
—¡Válame Dios, y cómo los apretados trabajos turban los entendimientos! Yo, señores, con el deseo que tengo de hacer bien, no he mirado lo que he dicho, porque no es posible que nadie pueda demostrarse liberal de lo ajeno: ¿qué jurisdiccion tengo yo en Leonisa para darla a otro? o ¿cómo puedo ofrecer lo que está tan léjos de ser mio? Leonisa es suya, y tan suya, que a faltarle sus padres, que felices años vivan, ningun opósito tuviera su voluntad, y si se pudieran poner las obligaciones que como discreta debe de pensar que me tiene, desde aquí las borro, las cancelo y doy por ningunas, y así de lo dicho me desdigo, y no doy a Cornelio nada, pues no puedo, solo confirmo la manda de mi hacienda hecha a Leonisa, sin querer otra recompensa sino que tenga por verdaderos mis honestos pensamientos, y que crea dellos que nunca se encaminaron ni miraron a otro punto, que el que pide su incomparable honestidad, su gran valor é infinita hermosura.
Y en diciendo esto calló, como si al paladar se le hubiera pegado la lengua, pero, desde allí a un poco, antes que ninguno hablase, dijo:-¡Válame Dios, y cómo los apretados trabajos turban los entendimientos! Yo, señores, con el deseo que tengo de hacer bien, no he mirado lo que he dicho, porque no es posible que nadie pueda mostrarse liberal de lo ajeno: ¿qué jurisdición tengo yo en Leonisa para darla a otro? O, ¿cómo puedo ofrecer lo que está tan lejos de ser mío? Leonisa es suya, y tan suya que, a faltarle sus padres, que felices años vivan, ningún opósito tuviera a su voluntad, y si se pudieran poner las obligaciones que como discreta debe de pensar que me tiene, desde aquí las borro, las cancelo y doy por ningunas, y así, de lo dicho me desdigo, y no doy a Cornelio nada, pues no puedo, sólo confirmo la manda de mi hacienda hecha a Leonisa, sin querer otra recompensa sino que tenga por verdaderos mis honestos pensamientos, y que crea dellos que nunca se encaminaron ni miraron a otro punto que el que pide su incomparable honestidad, su grande valor e infinita hermosura.
No, eso no vale más e incluso me arrepiento de haber ofrecido esa suma, pues la piedra tiene un defecto que yo no había visto, pero no importa, no tengo más que una palabra, he dicho cuarenta y cinco mil francos y no me desdigo.
, pero yo no me desdigo de lo dicho, estoy tan necesitado de dinero que me desharé de él.
No me desdigo.

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