Ejemplos con dedicó

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Trabajó como terapeuta de orientación cognitiva-conductual en la práctica privada durante más de diez años y, posteriormente, dedicó seis años más a la realización y dirección de un programa de radio matinal.
Entonces, se dedicó a piratear por Borneo al mando de un puñado de valientes que no le habían abandonado.
Fue erigida por el señor Julián Leal Sicilia, cuya familia, procedente de la isla de La Palma, se dedicó a la agricultura y al comercio entre Canarias y América.
El concilio dedicó un canon a la cuestión, pero el rey, en cambio, publicó diez leyes civiles y una vez más se obligó a los judíos a un nuevo compromiso colectivo en el que prometían ser fieles a la fe cristiana.
Al regresar al Arsenal de Ferrol, se le destinó al de Cádiz y de aquí fue nuevamente destinado al Observatorio, donde se dedicó a la enseñanza de las matemáticas, en las que sobresalía.
Al suceder tal hecho, de su pecunio construyó un galeón con la ayuda del gran maestre de Malta, con el que se dedicó a hacer el corso.
A partir de entonces, Hamburger se dedicó a la investigación de los aspectos funcionales de la neurogénesis, estudiando las interacciones necesarias para el desarrollo de la motilidad embrionaria y los patrones de los movimientos de las extremidades.
Entonces se le ocurrió una idea feliz: se dedicó a criar gallos de pelea.
Luego fué abandonando poco a poco este linaje de trabajo y se dedicó a composturas.
En el segundo se dedicó, por extraordinario, a hacer ligeros préstamos, bien garantidos, a un interés variable, según las personas y las circunstancias: entre una peseta por duro a la semana, si el menesteroso era jugador de afición bien puesta, y treinta por ciento al año, si era establecido convenientemente.
En seguida se dedicó a repasar su discurso, el cual debía pronunciar al día siguiente.
Con cuerpo y alma se dedicó, y con mayor empeño a medida que el día funesto se acercaba, a predicar la paz y la concordia entre las fuerzas disidentes.
La diferencia de temperatura del exterior al interior del coche, empañaba con un velo de tul gris la superficie del vidrio, y el viajero, cansado quizá de fundirlo con su hálito, se dedicó nuevamente a considerara la dormida, y cediendo a involuntario sentimiento, que a él mismo le parecía ridículo, a medida que transcurrían las horas perezosas de la noche, iba impacientándole más y más, hasta casi sacarle de quicio, la regalada placidez de aquel sueño insolente, y deseaba, a pesar suyo, que la viajera se despertara, siquiera fuese tan sólo por oír algo que orientase su curiosidad.
Se dedicó durante algunos días a observar a su esposa, no perderla de vista un instante, pero nada encontró que pudiera dar pábulo a sus sospechas.
dedicó casi todo su número del jueves a cantar ditirambos al duque de Tornos.
Cada vez que recelaba alguna modificación parroquial tomaba el camino de Vitoria para ver a los señores del obispado después de dar un tiento doloroso a los ahorros y cuando al fin habían acabado por colocar a sus órdenes a dos vicarios, dedicó a éstos a las del templo, reservándose él los entierros.
Y con la tenacidad de una mujer hastiada de su bienestar y falta de ocupaciones, se dedicó a proponer a Luis todas las jóvenes casaderas que conocía, enumerando sus méritos entre las risas y protestas del doctor.
Falto el pensamiento de expansión, se dedicó a las artes y la poesía.
Y se dedicó a sermonear a los pequeños para que fuesen prudentes.
Era un antiguo criado nuestro que cuando la familia vino a menos dejó la casa y se dedicó al comercio.
—En cuanto a la Novela, se dedicó a divinizar a las modistas y a las cómicas.
—Las bibliotecas reunidas con mil afanes por el hombre estudioso, los libros con dedicatoria, los retratos de familia, los muebles consagrados por el uso, el medallón que ya fué tumba, el abanico que agitó la virgen, el reclinatorio en que rezó la desposada la noche de novios, el bastón de alcalde, tan respetado y temido en tal o cual alboroto, la charretera que saludaron tantos soldados, el sable que acometió tan altas empresas, el sofá que oyó una conversación de amores, el tintero con que se escribió una grande obra, el caballete en que estuvo colgado un renombrado lienzo, el anillo nupcial, lo que legó un moribundo a un vivo, lo que un vivo dedicó a un muerto, la pistola que empleó el suicida, lo querido, lo venerado, lo íntimo, lo consuetudinario, lo familiar, lo que se regó con llanto, lo que se tiñó con sangre, lo que calentó nuestro cuerpo, lo que se empapó con el sudor de nuestra frente, nuestro pasado, nuestra historia, nuestro ser,.
Metiose en un negocio de pescado, uniéndose a cierto individuo que lo recibía en comisión para venderlo al por mayor por seretas de fresco y barriles de escabeche en la misma estación o en la plaza de la Cebada, pero en los primeros meses surgieron tales desavenencias con el socio, que Juan Pablo abandonó la pesca y se dedicó a viajante de comercio.
Levantose, con gran sorpresa de Encarnación, única persona que en la sala estaba, se peinó a la ligera y se puso su falda de merino oscuro, pañuelo de crespón negro, otro de color a la cabeza, mitones colorados, sus botas de caña clara, y Pero antes de salir dedicó un gran rato a su hijo, que habiendo despertado cuando la mamá se vestía, parecía declarar con sus chillidos que le cargaba la salidita.
A poco de tranquilizarse Mauricia, la otra se dedicó a preparar la lámpara que debía arder toda la noche, un vaso con agua, aceite y una mariposa encima.
Sus nuevas obligaciones en la botica le llamaban del lado de la química y de la farmacia, y se dedicó a esto con verdadero ardor, deseando aprender.
Después se dedicó a negocios, y era tan honrado, pero tan sosamente honrado, que no dejó al morir más que cinco mil reales.
Por entonces se dedicó el matrimonio Moscoso a pagar visitas de la aristocracia circunvecina.
—Más claro, y en más humilde estilo: Manuel dedicó durante tres años aquellos dos dias de la semana a destronar matones, a reprimir déspotas, a defender a los débiles contra los fuertes, cuando la razon estaba de parte de aquéllos, a sostener el imperio de la Ley, en los casos no justiciables por los encargados de aplicarla, y a corregir todo abuso, toda iniquidad, toda tropelía que trajese indignados a los hombres de bien.
—Alta Majestad, en fuerza de vuestra ventura y en consecucion de mi deseo, despues de haber muerto de una apoplejía el general de Lansac, quedando yo en su lugar, merced a la liberalidad vuestra, me deparó la suerte dos galeras turquescas que llevaban remolcando aquella gran nave que allí se parece: acometíla, pelearon vuestros soldados como siempre: echáronse a fondo los bajeles de los cosarios: en el uno de los nuestros en vuestro real nombre di libertad a los cristianos que del poder de los turcos escaparon: solo truje conmigo a un hombre y a una mujer, españoles, que por su gusto quisieron venir a ver la grandeza vuestra: aquella nave es de las que vienen de la India de Portugal, la cual por tormenta vino a dar en poder de los turcos, que con poco trabajo, por mejor decir sin ninguno, la rindieron, y segun dijeron algunos portugueses de los que en ella venian, pasa de un millon de oro el valor de la especería y otras mercancías de perlas y diamantes que en ella vienen: a ninguna cosa se ha tocado, ni los turcos habian llegado a ella, porque todo lo dedicó el cielo, y yo lo mandé guardar para vuestra Majestad, que con una joya sola que se me dé, quedaré en deuda de otras diez naves, la cual joya ya vuestra Majestad me la tiene prometida, que es a mi buena Isabela: con ella quedaré rico y premiado, no solo deste servicio, cual él sea, que a vuestra Majestad he hecho, sino de otros muchos que pienso hacer por pagar alguna parte del todo casi infinito que en esta joya vuestra Majestad me ofrece.

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