Ejemplos con creyéndose

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Creyéndose perdida durante mucho tiempo, pero finalmente se descubrió una copia en la Filmoteca de la Habana.
Coincidió que ese día se celebraba entre los españoles el día de San Andrés y el toque de una alegre diana de trompetas fue interpretado por los araucanos señal como alarma, y creyéndose descubiertos se arruinó el ataque.
Amanda escapa de la habitación, creyéndose a salvo y hace la denuncia a la policía.
Se revela que, creyéndose muerto a La Cosa, el Parlamento de los árboles había sacrificado a un inocente como reemplazante.
Edificio del siglo XIV, su fachada principal fue realizada por Juan de Ochoa, de estilo manierista, durante el siglo XVI, Ha tenido a través de los años numerosas restauraciones y ampliaciones, ha habido hallazgos arqueológicos, creyéndose que en un principio fue un edificio romano.
La virgen está realizada en madera, creyéndose que pertenece al primer cuerpo del antiguo retablo de la capilla mayor.
Es la ambición de cierto coleccionista de items Pokémon el añadir a Lugia a su colección alterando el balance de la naturaleza y llamando a Lugia, creyéndose a sí mismo capaz de amansar a la bestia una vez que haya juntado a las tres aves legendarias.
Cuando Lady Arabella le ve creyéndose el Todopoderoso, decide cancelar la inminente boda y acabar con su vida.
Thomas Wapai murió a los dos años, creyéndose que fue envenenado.
Como su madre había hecho prometer a toda criatura o arma que no dañaría a Baldr, éste, creyéndose invulnerable a todo, ideó un juego: pidió a los dioses que le arrojaran cuantos objetos dañinos quisieran, y nada lograba herirlo.
Inusualmente, hay una fusión en el fondo del sitio NGRIP - creyéndose que se debe a un alto flujo de calor local geotermal.
En Venecia, creyéndose los dux ser dueños y esposos del mar, renovaban todos los años sus esponsales arrojando al Adriático el día d ela Ascensión un anillo de oro.
Éste se la negó, por lo que Monro, creyéndose solo acabó rindiéndose y entregando la fortificación.
Pese a haberle enviado una negativa, el general Webb sí que había enviado refuerzos a Fort William Henry, pero llegaron un día tarde ya que, creyéndose abandonado, Monro se rindió pronto.
Eran vanos los grandes esfuerzos para librarse de este ambiente fatal, de la herencia del medio, del círculo en que forzosamente nos movemos, hasta que llegaba la muerte y otros animales semejantes venían a dar vueltas en el mismo redondel, creyéndose libres porque siempre tenían ante sus pasos nuevo espacio que correr.
Seguramente los solitarios del monte sabían ya lo ocurrido la noche anterior en , y se asombraban viendo al señor de la torre marchar solo, como si desafiase a sus enemigos, creyéndose invulnerable.
La alegría del señor acabó por contagiarle, y rio también, sin saber de qué, creyéndose obligado a mostrar buen humor, ya que don Jaime estaba contento.
En el fondo, tan en el fondo que ni él mismo se daba cuenta, Apolonio se sentía orgullosísimo, creyéndose en aquellos momentos un personaje trágico de verdad e imaginando inspirar a la duquesa fuerte interés patético.
Era obligado que penetrase creyéndose perseguida, que proyectase vagamente hacerse un par de zapatos, y que, de postdata, le acometiese el escrúpulo de si a Novillo le placerían aquellas visitas al zapatero subversivo.
¿Y por qué debo irme?dijo Tòni con voz trémula, creyéndose víctima de una preterición.
Usted es un exagerado, un meridional, que lo amplifica todo y miente, creyéndose sus propias mentiras.
Sardiola, creyéndose autorizado, se explayó.
El joven la estrechó con fraternal afecto, creyéndose perdonado.
O echaba a caminar, con las de Saavedra Fajardo bajo el brazo, por las calles umbrosas de la Alameda, y creyéndose a veces nueva encarnación de las grandes figuras de la historia, cuyos gérmenes le parecía sentir en sí, y otras desesperando de hacer cosa que pudiera igualarlo a ellas, rompía a llorar, de desesperación y de ternura.
Fernandito, creyéndose en posesión de un talismán precioso, corrió a dar la noticia a su cara esposa Currita, dispuesto a pasar por agua todos los jamones de su despensa, todas las cacerolas de su cocina y todos los pinches de ella, con el cocinero a la cabeza.
La generala aceptó en seguida, creyéndose honradísima, y aquella señora ejemplar, aquella madre cariñosa y cristiana que había educado a sus hijas en el santo temor de Dios y en el cercado de la pureza, fió sin reparo alguno el más bello de sus ángeles a aquella pícara redomada, aquella bribona indecentísima.
Sus breves días de ventura, cuando enamorada perdidamente de su esposo y creyéndose de él correspondida, habíase creído en posesión del falso objeto de la vida, que es la dicha, y se había olvidado del objeto verdadero, que es Dios, se le pusieron delante.
En aquel acto, todo lo que constituye la entidad moral había desaparecido con total eclipse del alma de la infortunada mujer, no había más que el impulso físico, y lo poco que de espiritual había en ello, engañábase a sí mismo creyéndose simple curiosidad.
Decímoslo, porque en tal momento comenzaron a salir de casa de Manuel las famosas cargas de equipaje, precedidas del arriero de Málaga,—que estaba contentísimo, creyéndose ya, sin duda, camino de las Indias.
La anciana dió un agudo chillido, creyéndose muerta, y, como no pudiese escapar, volvió a caer de rodillas, y se abrazó a los piés del insensato.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba